Después de AULA y el Saló de l'Ensenyament vale la pena constatar que la información y orientación académica y profesional es demandada por los miles de chicos y chicas que están en la etapa de su vida en que deben elegir que estudios quieren y podrán realizar.
Vayan al teatro y a una "jam session” en un concierto de jazz y después analicen si su empresa se parece más a la multinacional del método Gronhölm o a la banda de músicos elegida.
No es el primer estudio que lo señala. Según una encuesta encargada por la Fundación BBVA, los universitarios españoles tienen valores que actualmente defiende la izquierda ideológica, pero actitudes conservadoras.
Hay una correlación clara entre capital cultural de los padres y desigualdades educativas, incluso superior a la correlación con el nivel económico de las familias. Ello no es contradictorio con el hecho positivo que una parte muy importante de los hijos de las clases trabajadoras y de padres y madres con un bajo nivel de estudios también estén cursando estudios universitarios.
Este Tratado para una Constitución Europea puede ser un avance, pero la impresión final es que se ha perdido una gran oportunidad para dar un salto definitivo hacia un concepto real de ciudadanía europea.
Ya tenemos en marcha un nuevo proyecto de Educaweb.com: una tienda de productos y servicios para el sector educativo. Dos motivos nos impulsaron a crear la tienda: el crecimiento de la confianza en el comercio electrónico y la confirmación que el sector de la educación era grande, pero poco estructurado.
Un sistema educativo tiene que garantizar la igualdad de oportunidades, la promoción de sus alumnos y unos niveles de calidad adecuados, en un entorno democrático y plural. Quien gestione estos centros debería ser irrelevante, mientras se cumplan estos principios y la legislación vigente.
Por mucho que se consoliden unas lenguas internacionales de comunicación, el aprendizaje de otros idiomas siempre será un valor añadido en el plano profesional y un goce en el plano personal.
Para nosotros es central tener la sensación que damos en el clavo en los aspectos temáticos que tratamos en nuestras publicaciones educativas. Sabemos que cada vez tenemos más suscritores y eso nos anima, pero esperamos recibir directamente vuestras sugerencias, para acercarnos a vuestros intereses y aportaros algo especial.
Las sociedades complejas requieren respuestas múltiples a fenómenos múltiples. En nuestro sistema educativo actual coinciden distintas necesidades y demandas al mismo tiempo y no existe una fórmula mágica que, de golpe, solucione todos los problemas.
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) realiza cada tres años un estudio sobre el nivel educativo de los estudiantes de 15 años, es decir, de secundaria. Mediante un examen de más de seis horas y media de duración, a una muestra aleatoria de 275.000 alumnos de 41 países, se mide cada tres años el nivel de conocimientos de matemáticas, la comprensión lectora y la cultura científica.
Como se demuestra en varios de los artículos de esta monografía, distintos estudios e informes hacen hincapié sobre la necesaria interacción entre el sistema educativo y los medios de comunicación.
Las fiestas navideñas se anticipan cada vez más. Aún no ha llegado el mes de diciembre y en mi ciudad las calles ya están iluminadas con distintos adornos públicos y de comercios y establecimientos. En pocas semanas, estas señales lumínicas y a veces acústicas en forma de abeto, trineo, guirnaldas o paquetes de regalo, y sus replicas humanas disfrazadas de Gaspar, Melchor, Baltasar, Papa Noel, Santa Claus, nos recuerdan que tenemos que comprar y consumir.
Mobbing, burn-out, riesgos laborales, intermediación en la negociación colectiva, políticas de desarrollo local, yacimiento de empleo, buscador on-line de ofertas de empleo, son algunas de las palabras que hace 20 años no estaban en los diccionarios.
Los jóvenes nacidos a partir de los años 80 ponen la formación continua y la adquisición de nuevos conocimientos como unas de sus principales prioridades vitales. Ello se deriva de un estudio denominado Tendencias realizado por DEP sobre los estilos de vida de los jóvenes españoles.
