La importancia económica de los MBAs conlleva una competencia agresiva. Sin embargo, hay límites que no se deben sobrepasar. Los rankings deben ser rigurosos y transparentes, debe pactarse el consenso entre centros académicos con unos indicadores mínimos. Debería pactarse una deontología en la divulgación de las estadísticas e informes propios y se deberían diseñar e implementar seriamente unas políticas de información presencial y on-line.
Los estudios de la OCDE Educación son útiles y comprensibles. Sin caer en el espectáculo periodístico o político, desmontan algunos tópicos y ponen muchos deberes a las autoridades políticas y a todos los actores del sistema educativo. España sale mal parado, pero mejora, aunque otros lo hacen más.
La evaluación del impacto de las escuelas de MBA en su triple dimensión tiene todo su sentido. Impacto en la comunidad educativa, en las empresas y en la sociedad según los decisores políticos y económicos. Por mi parte, haré lo posible para que esta forma de mesurar los centros arraigue en España.
Hay factores externos al sistema educativo que explican los malos indicadores. Pero también hay elementos internos como el modelo pedagógico y la poca exigencia selectiva y evaluativa del profesorado que tampoco favorecen los resultados del informe PISA.
For many Spanish students, the idea of leaving their thriving economy to study business seems like a strange idea. Indeed, with the number of world-renowned MBA's based in Spain, it is a natural place to do an MBA