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Mientras se encuentran soluciones externas, llega el momento de plantearse, individualmente como docentes, si uno está haciendo todo lo que puede para derrotar el fracaso: Mirar si puede influir más en su claustro para que se tomen algunas medidas que podrían contribuir a su reducción. Buenas tutorías. Buena orientación. Implicarse en los programas específicos que se presenten a nivel de la administración o de las entidades de los barrios...

La buena relación con los orientadores de escuelas, institutos y universidades, con los técnicos de las administraciones y con la multitud de profesionales del sector con los que hemos colaborado ha sido la clave de nuestro éxito. Estas publicaciones electrónicas son un buen ejemplo. Miles de artículos y centenares de entrevistas han llenado de contenido nuestras monografías y nuestro portal.

Si hacemos un balance de lo que recibimos de la actividad educativa y lo que pagamos en forma de impuestos y de forma directa, no creo que nadie, con un mínimo de sentido común pueda quejarse ni dudar, por un segundo, de que vale la pena invertir más en educación. Además, este gasto educativo significa, probablemente, la mejor inversión en equidad, igualdad de oportunidades e integración sociocultural que podamos hacer. ¿Se les ocurre una mejor forma de dedicar nuestros recursos públicos?

No llamemos al mal tiempo y tratemos de hacer bien nuestro trabajo de educadores, gestores, profesionales. No sólo cuando el clima social es pesimista, sino en todos momentos, es bueno saber disfrutar de lo que uno tiene. Y en este sentido, quizás el mundo educativo, que prioriza determinados valores de responsabilidad, solidaridad y convivencia lo tendrá más fácil para capear las turbulencias económicas.

Los comportamientos humanos desdibujan la frontera entre el tiempo de trabajo y el de ocio. El tiempo y la vida se hacen más líquidos y cambiantes. Que cada uno intente gestionar por si mismo su propio tiempo libre, sin presiones del entorno, e intente disfrutarlo intensamente. En el caso de educaweb.com, el portal y la organización no pararán de funcionar. En cambio, las publicaciones se paran hasta septiembre.

En un contexto de pesimismo opulento, consumista y pasivo, creo, sinceramente, que podemos ser optimistas sobre nuestra sociedad. Nos digan lo que nos digan, hay mucha gente con ganas de vivir, convivir y dar a los otros, sin pedir nada a cambio. Personas con valores que parece que no estén de moda pero que son vigentes, que aman la naturaleza y a su país. Y que se lo pasan bien.

El déficit de profesionales TIC puede acabar afectando la competitividad de nuestra economía y poniendo en entredicho la transformación de la sociedad industrial y de servicios en una sociedad del conocimiento donde la tecnología desempeñe de verdadero motor de cambio.

La gran sensibilidad por la Atención a la Diversidad del sistema educativo español no se ha fijado suficientemente en el alumnado con altas capacidades. El sistema educativo ha privilegiado la igualdad reglada de métodos y ritmos, antes que la adecuación de la organización a las necesidades a cada persona.

En España, 240.000 personas realizaron un curso de máster en el curso 2007-08, lo que significa un impactante volumen de 1.082 millones de euros, que mayoritariamente, financian los alumnos con el apoyo frecuente de sus familias. Sólo un 7% de los matriculados realiza un máster de tipo oficial y el 93% restante es un título propio de cada centro universitario, lo que evidencia que el cambio en el sistema no ha hecho otra cosa que empezar.

Si el valor de ser maestr@ pasa por la ecuación -bajo sueldo-seguridad-conciliación y poco prestigio social-, no vamos bien. La resolución de la ecuación la tienen que resolver los propios maestros, porque la fórmula -legislación y motivación política- se ha demostrado ineficaz sin la implicación de los docentes. Enric Renau. Editor.

Que el informe PISA indique que hay diferencias de resultados entre jóvenes de sexo masculino y femenino no hace otra cosa que ratificar la influencia de los condicionantes sociales sobre las competencias básicas individuales y, por consecuencia, sobre sus elecciones académicas y su carrera profesional.

Las TIC pueden ayudar a cambiar el modelo educativo y de formación, en el aula, en el centro académico, en la relación entre la comunidad (estudiante, profesor, familia y gestores) y en el sistema educativo, pero el mundo de la educación tiene que ser valiente, atreverse a liderar este proceso de transformación para bien de todos y sin renunciar a los principios que han permitido a nuestra sociedad crecer y mejorar. Enric Renau. Editor

Europa puede ser como un terremoto para la Universidad. Pero después del temblor de los cimientos en aspectos como el acceso o la movilidad interuniversitaria, llegará la gran ola que lo cubrirá todo, si en lugar de moverse y actuar, el sistema político y gestor universitario, se queda quieto y pasmado. Enric Renau. Editor

Quizás el Plan Extraordinario de Orientación, Formación Profesional e Inserción Laboral del Ministerio de Trabajo no sea suficiente para evitar las consecuencias laborales del cambio de ritmo económico que ya ha llegado. Pero la reacción ha sido rápida y certera, digna de nuevos dirigentes públicos que conocen el percal y puede paliar algunos efectos y anticipar algunas soluciones. Enric Renau. Editor

Si las escuelas y universidades de verano no existiesen, tendríamos que inventarlas, más o menos igual. Hay una importante oferta de formación para el que quiera especializarse, para quien quiera escuchar puntualmente a alguien que le estimula o le atrae. También sirven como escaparate para toda la fauna que alimenta y se alimenta de los medios.