¿Por qué no darle la vuelta al asunto? Sin dogmatismos religiosos ni laicos. El aprendizaje de las religiones, con un énfasis especial en la cristiana, no tiene por qué ser sólo patrimonio del ámbito privado, de las familias. ¿Por qué en los centros públicos no podría ser de interés la perspectiva religiosa, desde los distintos puntos de vista?. ¿Por qué en los centros católicos no se puede incorporar el conocimiento de otras religiones?
Europa va a generar 100 millones de empleos hasta el 2020 debido a la jubilación de cohortes muy amplias y a nuevas ocupaciones derivadas de nuevas necesidades sociales. El crudo panorama laboral debe afrontarse con una adecuación de la oferta formativa y un actitud favorable a recuperar el tiempo perdido entre los que abandonaron el instituto o la universidad y a reciclarse permanentemente a través de la formación continua .
Hay recursos humanos de sectores directamente en crisis. Lo tienen mal. Hay profesionales que están comprobando en sus propias carnes si sus competencias eran valoradas y su empresa cree en el futuro. Los mejor preparados y los que trabajan en sectores no afectados por la coyuntura deberían ser el motor de un nuevo crecimiento sostenible, responsable socialmente y, a poder ser, no basado en el cemento y la subvención sino en el conocimiento y la innovación.
En el primer mundo, vivimos en una sociedad que no actúa como habla y, cuando lo hace, parece que lo haga más por interés particular que no por convicción en unos valores fuertes y positivos. No sólo sucede en el ámbito educativo. También nos sucede en el plano económico, cultural y político.
Desde hace 10 años, hemos apostado por la orientación como mecanismo preventivo y como paliativo de los desajustes en la elección de las opciones educativas y laborales. Los retos, pues, son viejos y nuevos. Viejos porque ya existían. Nuevos porqué la sociedad y su altavoz más potente -los medios de comunicación- los han situado en la primera página de los periódicos y en los telediarios.
Aparece la necesidad de una política de becas potente de verdad, ambiciosa y que estimule a aquellos que demuestren un interés en seguir formándose y un esfuerzo acreditado con los resultados académicos y actitudinales. Una política que discrimine también en función del poder adquisitivo, favoreciendo, obviamente a los que más lo necesiten. Una política de becas muchísimo más dotada económicamente.
La incomodidad de los estudiantes expresa inseguridad ante la apertura del espectro universitario. En lugar de valorar las oportunidades académicas y laborales que se pueden dar, se imaginan los problemas de la desregulación. Muchos colectivos que han quedado protegidos tradicionalmente por una legislación decimonónica y por unos colegios profesionales excesivamente corporativistas se asustan ante lo que pueda llegar.
La sociedad y la economía requieren profesionales TIC. La escuela y la universidad, además, necesitan docentes y personal administrativo y de dirección con competencias TIC.
Aunque han cambiado los valores, se mantienen demasiado las diferencias reales en las ocupaciones según género, en la distribución de responsabilidades en el trabajo y en los salarios. Y también, en la asunción de las tareas del hogar y en el tiempo dedicado a la educación de los hijos.
Hay quien señala que la poca movilidad geográfica laboral lastra la productividad de Europa y la competitividad de sus empresas respecto a otros continentes. Hay quien sugiere que la poca predisposición al cambio de lugar de trabajo dificulta la progresión profesional de las personas. Pero también es cierto que el modelo socioeconómico hasta hoy imperante en los distintos países europeos, ha sido más humano, más equitativo y más estable que por ejemplo, en EEUU.
Coordinemos los esfuerzos públicos, eliminemos trabas burocráticas y "cortoplacistas” y aceptemos que para recoger primero hay que sembrar. No tenemos que crear funcionarios de la ciencia, sino mujeres y hombres que se arriesgan por que dedicarán una parte importante de su vida profesional a algo en lo que creen y para lo que se han preparado concienzudamente durante largos años.
No estoy convencido que a los programas de postgrado de mayor prestigio internacional o local les interese someterse a la disciplina pública, si con su prestigio y notoriedad tienen suficiente para llenar sus aulas con matriculados dispuestos a pagar lo que haga falta. Tampoco tengo claro que todas aquellas universidades que puedan homologar sus cursos según los criterios de la ANECA tengan la misma calidad, ni que la acreditación sea garantía de la mejora permanente.
Opositar no sólo debe ser un acto para conseguir estabilidad laboral. Opositar debería ser un proceso en el que se acredite que una persona tiene las competencias específicas y transversales, las habilidades y las actitudes para prestar un servicio público de forma adecuada y a lo largo del tiempo, pensando en el bien común y no en los privilegios corporativos.
Si Educaweb tiene futuro es por qué nos sentimos útiles. Con esfuerzo, valentía, independencia, convicción y rigor nos vemos capaces de seguir adelante ilusionados y, ya podemos decirlo, con experiencia.
Internet se ha desarrollado de forma espectacular en la última década en el ámbito de la selección e intermediación de los recursos humanos. Ello ha afectado directamente a los usuarios que buscan empleo y a los empleadores. Pero también a quien pretenden intermediar, es decir, la administración competente en empleo y sus oficinas y a las empresas y profesionales de la intermediación.