Entrena tu mente aprendiendo idiomas

Dominar un idioma mejora la empleabilidad y añade valor al currículum. Esta es la principal motivación de la mayoría de estudiantes de idiomas, pero, las ventajas no se acaban aquí. ¿Eres de los que piensa que estudiar una lengua extranjera no es para ti? Aquí tienes 5 razones diferentes que te animarán a aprender:
 
1. Desarrollan la capacidad cognitiva
 
Un estudio publicado en The Journal of Neuroscience y recogido por el periódico Huffingtonpost, investigó la capacidad cognitiva en adultos bilingües. Los datos mostraron que aquellos que hablaban dos o más lenguas desde la infancia tenían más flexibilidad cognitiva que los que sólo hablaban una. Es decir, los bilingües tenían más facilidad de adaptación en un contexto nuevo o imprevisto, resolviendo los problemas con más rapidez y eficacia.
 
1. Los idiomas como prevención a largo plazo
 
El Alzheimer es una enfermedad degenerativa, pero diversos estudios afirman que tanto las personas bilingües como aquellas que habían ido aprendiendo y desarrollando sus aptitudes lingüísticas a lo largo de su vida, desarrollaban la enfermedad hasta 5 años más tarde que la media.
 
3. El bilingüismo mejora la capacidad de aprendizaje
 
Se han realizado muchos estudios que afirman que los niños bilingües tienen una capacidad de  aprendizaje, análisis, matemática y creativa más desarrollada que la media de niños que no lo son. En una publicación del Intenational Journal of Bilingualism, una investigación dónde participaron 121 niños de unos 9 años (la mitad bilingües) se concluyó que éstos resolvían los problemas matemáticos con más facilidad y rapidez, tenían más capacidad de atención y un vocabulario más rico.
 
4. Poder ver las películas en versión original
 
¿No te gustaría poder escuchar la voz real de Harrison Ford en La Guerra de las Galaxias? Ver las películas en versión original aporta muchos beneficios. Además  de ser una manera fácil y divertida de aprender un idioma, una vez tengas un nivel más avanzado puedes incluso diferenciar los acentos de los actores, entender los juegos de palabras y bromas (que muchas veces se pierden en la traducción) y descubrir diferentes formas de expresarte.
 
5. Viaja, conoce, aprende
 
Este es uno de los consejos que más se dan, pero tiene su motivo. No hay mejor manera de aprender un idioma que viajando a un lugar donde se habla y a ser posible, quedándose una temporada. Aprender un idioma comporta también aprender su cultura, sus costumbres, tradiciones y la forma de pensar. Si tus estancias en el extranjero se limitan a breves periodos de vacaciones, no te desanimes, aprovecha cualquier oportunidad para poner en práctica el idioma aprendido, aunque sea pidiendo el menú en un restaurante.