| | En este especial te damos las claves para que comprendas la nueva selectividad.
A partir de ahora, las pruebas se estructura en dos fases: una general y una específica.
- La fase general consta de 4 ejercicios obligatorios (uno más en las comunidades autónomas con lenguas cooficiales). El alumno deberá examinarse de las materias comunes (lengua castellana y literatura, lengua extranjera, historia o filosofía y, en su caso, lengua cooficial), más un examen de una asignatura de modalidad elegida por el alumno. Cada examen se puntuará del 0 al 10. Para poder acceder a la universidad el alumno necesitará sacar al menos un 5 de media en esta primera fase de la selectividad. Excepcionalmente, se mantiene el actual aprobado con un 4 pero sólo si el alumno tiene una calificación de 6 o más en Bachillerato.
- La fase específica constituye la principal novedad. El alumnado tendrá la opción de subir nota haciendo exámenes sobre materias de modalidad diferentes a la ya examinada, que deberán estar relacionadas con la carrera a la que se aspira, aunque no tienen por qué haberse cursado durante el Bachillerato. Cada uno de los dos exámenes voluntarios permitirá sumar hasta un punto a la nota final del alumno, dos si la Universidad ha señalado esa asignatura como una de las prioritarias.
De esta forma, para la admisión a las enseñanzas universitarias de Grado se realizará el acceso teniendo en cuenta el siguiente cálculo:
Nota de admisión = 0.6*(media bachillerato) + 0.4*(nota fase general) + las dos mejores calificaciones de la fase específica (la calificación se multiplicará por 0.1 o 0.2 siempre que el ejercicio supere el 5). Así, con la nueva selectividad los alumnos podrán tener una nota de admisión de entre 5 y 14 puntos.
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