| | La importancia del rol del docente en la aplicación de las TIC
La progresiva introducción de las TIC en el contexto educativo supone una redefinición de las funciones docentes y del proceso de enseñanza aprendizaje. Y no sólo eso, también afecta a la organización del centro y sus recursos, la dinámica del aula, la comunicación con la comunidad educativa y la relación con las familias, el rol del alumnado en clase, la innovación en las metodologías didácticas, etc.
Ante esta situación, el profesorado ha de ser capaz de manejar de forma adecuada y pedagógica las TIC y combinar las metodologías tradicionales con formas innovadoras de enseñanza. Además debe asumir que no es un simple transmisor, sino que actúa como conductor del conocimiento, gestionando todos los recursos a su alcance y la forma de administrarlos.
Precisamente, una de las prioridades en la actualidad es resolver de qué forma se aplican las nuevas tecnologías en el aula y cómo se dirige la formación del profesorado para que resulte eficaz en este sentido. Los expertos consultados coinciden en afirmar que la formación del profesorado es fundamental para el desarrollo del Plan Escuela 2.0.
Desde el Ministerio de Educación ya se contempla esta necesidad y se prevén acciones para lograr una mejora en las competencias digitales del profesorado. Pero, tal y como afirma Pere Marqués, la formación debe ser más actitudinal que tecnológica, es decir, el profesorado debe ser consciente que la aplicación de las TIC implica un cambio en la metodología didáctica.
Las nuevas tecnologías implican un cambio en la forma de impartir clase; ya no sirve un profesor que se centra en una metodología magistral y un alumno receptor que se limita a memorizar; las TIC suponen la llegada del trabajo colaborativo en el aula, la participación activa del alumnado y un nuevo rol para el profesorado.
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