| Más candidatos para menos plazas
Un empleo fijo de por vida, un sueldo nada despreciable y unos horarios que se adaptan a la vida moderna son solo algunos de los principales atractivos que ofrece el puesto de funcionario de la administración pública en España. Las administraciones del estado, las comunidades autónomas, los ayuntamientos o las universidades públicas se erigen como el trabajo deseado para gran parte de los universitarios que salen de la facultad.
El temor a perder el empleo y la inestabilidad del mundo laboral actual son dos de los principales factores que provocan que el número de aspirantes a obtener un puesto dentro de la administración pública haya aumentado en más de un 40% en la primera mitad de 2009, según se desprende de una encuesta realizada por Adecco, siguiendo con la tendencia ascendente de los últimos años. Sin embargo, la recesión que azota la economía española ha motivado al gobierno central a reducir la oferta pública de 2009 un 70%, respecto al año anterior. También las comunidades autónomas y los ayuntamientos han tomado medidas para intentar sanear sus arcas, reduciendo el número de puestos que se ofertan y, en algunos casos, congelando la oferta de plazas públicas.
Motivación y tiempo
Con la reducción de las plazas y el aumento del número de aspirantes, el proceso selectivo de oposiciones en 2009 se ha vuelto más competitivo y exigente que nunca, hecho que requiere una dosis extra de preparación. Algunos expertos estiman que el plazo medio para preparar adecuadamente unas oposiciones es de nueve meses aproximadamente, dependiendo también de factores como son las exigencias de la plaza deseada, el volumen del temario y los exámenes.
El elevado número de afectados por los despidos masivos, que se han ido produciendo en los últimos meses, ha motivado que haya más opositores aspirantes a ocupar una plaza pública. Los expertos aconsejan que, antes de decidir presentarse, es imprescindible valorar el grado de motivación, conociendo exactamente a qué tipo de trabajo se aspira y cuales son los requisitos que se piden. También es recomendable tomárselo con calma, puesto que no todos los opositores van a obtener una plaza en la administración pública y con la cantidad de aspirantes actual es posible que aún sacando una nota muy alta, el opositor se quede fuera.
Elegir correctamente
A la hora de plantearse hacer unas oposiciones, es imprescindible elegir cual es la mejor opción. Una vez tomada la decisión, y siempre en función de la formación académica, el candidato debe determinar si aspira a trabajar para la administración estatal, la autonómica, la municipal u otros tipos como son el cuerpo de policía o los bomberos.
Para ayudarte a tomar esta decisión y prepararte adecuadamente para superar con éxito las oposiciones, te presentamos una selección de centros de formación especializados: | |
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En Formación Carpe Diem abogamos por una formación continuada, permanente y cada vez más especializada de todos y cada uno de nuestros alumnos. Contamos con cursos reconocidos como oficiales por la administración pública española / o acreditados por la consejería de salud. En Carpe Diem sabemos que tu formación es tu futuro.
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Global System es un centro dedicado a la formación de oposiciones (acceso al empleo público). Es nuestro objetivo primordial responder a las necesidades individuales de cada uno de nuestro alumnos, por lo que ponemos a su disposición material elaborado expresamente para cumplir los objetivos a corto y medio plazo, y una serie de servicios que de forma combinada nos ayuden a cumplir el objetivo final.
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| En educaweb.com se puede acceder a una serie de consejos sobre cómo preparar unas oposiciones y además, un decálogo de claves para escoger una oposición elaborado por el Centro de Estudios Financieros (CEF):
1. Buscar una oposición acorde con la preparación académica de cada cual. Si se es licenciado o diplomado, es más conveniente aspirar a oposiciones de grado A1 o A2, y no caer en la tentación de optar a una oposición de inferior categoría y en teoría más asequible.
2. Consultar el histórico. Antes de plantearse la realización de una oposición, es muy útil consultar el histórico de las distintas opciones a nuestro alcance. Esta breve labor de investigación nos puede ofrecer datos que nos servirán como indicadores de cara a decantarse por una u otra.
3. Cuidado con las grandes convocatorias (a no ser que se adecuen muy bien a nuestro perfil). En general, una oferta amplia de plazas no equivale a mayores oportunidades de aprobar. Al contrario, una convocatoria elevada normalmente también significa que concurren a esa oposición un gran número de aspirantes.
4. Escoger una oposición compatible con las circunstancias personales. No es lo mismo disponer de las condiciones idóneas para estudiar a tiempo completo que, por ejemplo, se pretende compatibilizar trabajo con estudios. Para este último caso, muchas de las oposiciones más exigentes quedan directamente excluidas.
5. No tener miedo a los temarios exigentes. Las oposiciones de nivel A1 o A2, sobre todo en las más duras, se cuenta con la ventaja de que no se compite tanto con los demás aspirantes como con el temario, con lo que con una buena planificación, constancia y la ayuda de un preparador, haya buenas posibilidades de aprobar.
6. Ratio de plazas/aspirantes. Suele ser un buen indicador de las posibilidades reales que se tienen de aprobar. Siempre y cuando la oposición se adecue a nuestro perfil, conviene optar por oposiciones con una razonable relación entre el número de plazas ofertadas y el número de aspirantes.
7. Destinos y retribución. El primer destino que nos asignen una vez aprobemos la oposición es importante, ya que determina la ubicación geográfica en la cual desarrollaremos nuestra labor como funcionario. En muchos casos este primer destino puede obligarnos a un cambio de localidad. Conviene saber de antemano el nivel retributivo del cuerpo al que aspiramos a acceder, saber si alcanza nuestras expectativas salariales.
8. Regularidad de convocatoria. No todas las oposiciones son convocadas con la misma regularidad. Es más prudente decantarse por unas cuya convocatoria sea regular y de la cual tengamos una expectativa real de cuándo volverán a ser convocadas.
9. Proyección profesional. Algunas oposiciones pueden servir de puente para realizar en el futuro otra oposición de grado equivalente, inferior o superior pero dentro de la misma categoría. Se puede aprovechar la preparación que se ha dedicado a una oposición determinada para, con la adaptación correspondiente, intentar aprobar otra distinta en el futuro.
10. Proyección formativa. Preparar una oposición nunca es una pérdida de tiempo. Ni siquiera cuando no se logra el objetivo de aprobarla, la formación que se adquiere siempre será de utilidad. | |
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