| Hay que preocuparse, pero no por las noticias que aparecen en los periódicos, ya conocidas, sino por la falta de reacción presupuestaria, de valentía política y el exceso de defensa corporativa o funcionarial ante los retos que tenemos en el ámbito de la educación, es decir, en nuestra sociedad del presente y, sobre todo, del futuro. |