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¿Qué es un Terapeuta hortícola?
Los terapeutas hortícolas usan la jardinería para ayudar a las personas a mejorar su salud, y a desarrollar su autoconfianza y sus propias habilidades. Por ejemplo, trabajan con personas con discapacidades, pacientes con enfermedades o lesiones, ancianos, exdelincuentes y personas con una drogadicción.
Funciones de un Terapeuta hortícola
Los terapeutas hortícolas crean y ofrecen programas de jardinería que mejoran la salud y el bienestar de las personas. También les permiten desarrollar confianza y habilidades. Por ejemplo, la horticultura y terapéutica social puede beneficiar a:
Aprendiendo habilidades prácticas de jardinería, los pacientes pueden desarrollar habilidades sociales, al hacer amigos y trabajar en equipo. Pueden crear un sentimiento de autoestima mediante la consecución de objetivos junto con otras personas, ya que pueden aprender a apreciar que su contribución es valiosa.
Los pacientes pueden aprender o volver a aprender habilidades de cálculo y de lectura, por ejemplo, a través del recuento y etiquetaje de plantas. Las personas con problemas de aprendizaje también pueden beneficiarse de la estimulación sensorial, por ejemplo, a través del trabajo con diferentes colores y olores.
Los terapeutas hortícolas también animan a la gente a disfrutar de la jardinería como actividad en sí misma. La terapia puede ofrecer a la gente una oportunidad para relajarse, reflexionar sobre sus vidas, y disfrutar del entorno natural.
En primer lugar, los terapeutas hortícolas tienen que averiguar el máximo de información posible sobre el paciente. Esto les ayudará a planificar las actividades que mejor respondan a las necesidades del paciente. Para evaluar el paciente, los terapeutas pueden trabajar en colaboración con otros profesionales, por ejemplo, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, enfermeras discapacidad de aprendizaje y psicólogos.
Dependiendo de las necesidades y las capacidades de los pacientes, los terapeutas hortícolas pueden trabajar con ellos de forma individualizada o en grupos pequeños.
Mientras que algunos proyectos pueden ser muy informales, otros son muy estructurados, ya que su realización pueden permitirles encontrar un empleo. Los pacientes pueden asistir al proyecto un número de horas determinado al día, y más de un día a la semana.
Los terapeutas trabajan estrechamente con sus pacientes día a día. Planean sus actividades y tareas diarias, por ejemplo, el corte o eliminación de malas hierbas, la siembra de semillas, aprender a utilizar nuevos equipos, el riego, la poda, la excavación, la construcción, etc.
Es importante que el terapeuta controle el trabajo del paciente de cerca y que mantenga registros precisos de su evolución, que pueden incluir hojas de trabajo, horarios y pruebas de trabajo del paciente. Si es necesario, el terapeuta debe revisar y modificar el trabajo del paciente para que pueda obtener los mejores resultados del programa.
Los terapeutas evalúan regularmente y animan a los pacientes, aumentando su niveles de responsabilidad. Les enseñan habilidades y les dan la oportunidad de probar nuevas actividades, por lo que su participación en el proyecto es muy variada.
A veces, los pacientes ayudan a comercializar y vender lo que han producido. Esto desarrolla en gran medida su sentido de autoestima. Los terapeutas hortícolas permiten a los pacientes su contribución a la ejecución del proyecto, por ejemplo, a través de reuniones formales.
Los terapeutas son responsables de la salud y la seguridad de los pacientes. Por este motivo deben capacitar a los pacientes en el uso de herramientas de horticultura, equipos, fertilizantes, etc.
Antes de entregar un proyecto de horticultura, los terapeutas tienen que negociar con organizaciones gubernamentales o de voluntarios, por ejemplo, para asegurarse de que tiene financiamiento. A continuación, podrían ser responsables del presupuesto del proyecto.
La horticultura social y terapéutica tiene lugar en distintos lugares, en jardines de hospitales, por ejemplo, en la prisión, en huertos y granjas de la ciudad. Además de la horticultura, los proyectos pueden incluir actividades tales como manualidades, reciclaje, y la conservación de la fauna silvestre.
- Las personas con discapacidades físicas y de aprendizaje.
- Los ancianos.
- Las personas que se recuperan de enfermedades y lesiones.
- Los exdelincuentes.
- Las personas con problemas de salud mental.
- Las personas con adicción a las drogas y al alcohol.
Aprendiendo habilidades prácticas de jardinería, los pacientes pueden desarrollar habilidades sociales, al hacer amigos y trabajar en equipo. Pueden crear un sentimiento de autoestima mediante la consecución de objetivos junto con otras personas, ya que pueden aprender a apreciar que su contribución es valiosa.
Los pacientes pueden aprender o volver a aprender habilidades de cálculo y de lectura, por ejemplo, a través del recuento y etiquetaje de plantas. Las personas con problemas de aprendizaje también pueden beneficiarse de la estimulación sensorial, por ejemplo, a través del trabajo con diferentes colores y olores.
Los terapeutas hortícolas también animan a la gente a disfrutar de la jardinería como actividad en sí misma. La terapia puede ofrecer a la gente una oportunidad para relajarse, reflexionar sobre sus vidas, y disfrutar del entorno natural.
En primer lugar, los terapeutas hortícolas tienen que averiguar el máximo de información posible sobre el paciente. Esto les ayudará a planificar las actividades que mejor respondan a las necesidades del paciente. Para evaluar el paciente, los terapeutas pueden trabajar en colaboración con otros profesionales, por ejemplo, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, enfermeras discapacidad de aprendizaje y psicólogos.
Dependiendo de las necesidades y las capacidades de los pacientes, los terapeutas hortícolas pueden trabajar con ellos de forma individualizada o en grupos pequeños.
Mientras que algunos proyectos pueden ser muy informales, otros son muy estructurados, ya que su realización pueden permitirles encontrar un empleo. Los pacientes pueden asistir al proyecto un número de horas determinado al día, y más de un día a la semana.
Los terapeutas trabajan estrechamente con sus pacientes día a día. Planean sus actividades y tareas diarias, por ejemplo, el corte o eliminación de malas hierbas, la siembra de semillas, aprender a utilizar nuevos equipos, el riego, la poda, la excavación, la construcción, etc.
Es importante que el terapeuta controle el trabajo del paciente de cerca y que mantenga registros precisos de su evolución, que pueden incluir hojas de trabajo, horarios y pruebas de trabajo del paciente. Si es necesario, el terapeuta debe revisar y modificar el trabajo del paciente para que pueda obtener los mejores resultados del programa.
Los terapeutas evalúan regularmente y animan a los pacientes, aumentando su niveles de responsabilidad. Les enseñan habilidades y les dan la oportunidad de probar nuevas actividades, por lo que su participación en el proyecto es muy variada.
A veces, los pacientes ayudan a comercializar y vender lo que han producido. Esto desarrolla en gran medida su sentido de autoestima. Los terapeutas hortícolas permiten a los pacientes su contribución a la ejecución del proyecto, por ejemplo, a través de reuniones formales.
Los terapeutas son responsables de la salud y la seguridad de los pacientes. Por este motivo deben capacitar a los pacientes en el uso de herramientas de horticultura, equipos, fertilizantes, etc.
Antes de entregar un proyecto de horticultura, los terapeutas tienen que negociar con organizaciones gubernamentales o de voluntarios, por ejemplo, para asegurarse de que tiene financiamiento. A continuación, podrían ser responsables del presupuesto del proyecto.
La horticultura social y terapéutica tiene lugar en distintos lugares, en jardines de hospitales, por ejemplo, en la prisión, en huertos y granjas de la ciudad. Además de la horticultura, los proyectos pueden incluir actividades tales como manualidades, reciclaje, y la conservación de la fauna silvestre.
Perfil profesional de un Terapeuta hortícola
Para ser terapeuta hortícola se necesita:
- Conocimientos y habilidades en horticultura.
- Paciencia, tacto y sensibilidad.
- Capacidad de inspirar confianza y animar a la gente.
- Gran capacidad de comunicación para trabajar con pacientes y profesionales, como enfermeras, trabajadores sociales y psicólogos.
- Habilidades de enseñanza.
- Habilidades de evaluación.
- Habilidades en cálculos financieros, por ejemplo, para administrar presupuestos.
- Planificación y organización, para crear programas para los pacientes.
Competencias y habilidades de un Terapeuta hortícola
- Afectuoso.
- Aptitudes para gestionar presupuestos.
- Aptitudes para la enseñanza.
- Capacidades organizativas.
- Capaz de dar ánimos.
- Capaz de establecer relaciones constructivas con delincuentes.
- Capaz de estimular y motivar a los demás.
- Comprensivo.
- Escribe solicitudes de financiación
- Establece y mantiene buenas relaciones con clientes y usuarios.
- Evalúa el progreso de los clientes.
- Habilidad para evaluar.
- Habilidades comunicativas.
- Habilidades de horticultura.
- Habilidades prácticas.
- Habilidades sociales.
- Imparte conocimientos de horticultura.
- Lleva registros con precisión.
- Paciente.
- Prepara y dirige programas de formación de salud y seguridad.
- Se encarga de la gestión presupuestaria.
- Trabaja con personas con discapacidades del aprendizaje.
- Trabaja con personas con minusvalías físicas.
- Trabaja con personas con problemas de salud mental.
- Trabaja con personas drogodependientes o alcohólicas.
- Trabaja estrechamente con diferentes profesionales de la salud.
Estudios para ser Terapeuta hortícola
A continuación se relacionan algunos de los estudios que permiten ejercer esta profesión. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del ámbito de especialización, es posible que se tenga que complementar la formación con otros
cursos
más específicos del sector. La formación continua es un aspecto clave para la mejora profesional.