Fotógrafo

Los fotógrafos captan imágenes con su equipo fotográfico. Dependiendo de la finalidad de sus producciones pueden llevar a cabo un trabajo de fotografía “social”, en eventos como bodas y realizando retratos familiares, mientras que otros hacen fotografía comercial, subministrando sus servicios a las empresas locales que necesitan fotografías para fines publicitarios o de marketing.

Gran parte del trabajo de un fotógrafo es la fotografía “social”, y se dedican a tomar fotografías en bodas o retratos, o en empresas locales, en este caso, realizando fotografías con fines publicitarios y de marketing, o un proyecto de construcción de la oficina de un arquitecto.

Muchos tienen un estudio de fotografía, o con frecuencia una tienda en la calle, pero cada vez es más común para los fotógrafos se desplacen a casa de un cliente para tomar las fotografías. Algunos fotógrafos establecen estudios temporales en centros comerciales o grandes almacenes para alentar a la gente a entrar y hacerse un retrato.

Los fotógrafos que trabajan solos o gestionan un estudio, pasan gran parte de su jornada laboral gestionando el negocio en lugar de tomar las fotos, lo que incluye tareas como el control de los pedidos de impresiones, el mantenimiento de registros, y la preparación y distribución de material publicitario.

Muchos fotógrafos llevan a cabo un trabajo para un periódico local cuando todos los fotógrafos del personal del periódico están ocupados.

Otras tareas incluyen la elección de las ubicaciones y la configuración de equipos como cámaras, iluminación y accesorios. Algunos fotógrafos de práctica general pueden especializarse en un área determinada, como bodas, retratos o publicidad.

Suelen utilizar cámaras digitales en su trabajo, pero algunos todavía utilizan cámaras tradicionales. Una vez que han tomado la foto, utilizan un software de edición de imagen para comprobar la calidad de imagen, así como para retocar y editar las fotos. También suelen procesar e imprimir fotografías y almacenar copias o imágenes tomadas en cada trabajo.

Puede que tengan que viajar dentro de un área local, nacional e incluso en el extranjero.

Para ser fotógrafo de práctica general se necesita:

• Creatividad y poner atención al detalle, la forma y el color.
• Capacidad de tranquilizar a la gente y hacerles sentir cómodos delante de la cámara.
• Habilidades sociales y de comunicación.
• Mantenerse al día sobre los cambios tecnológicos.
• Conocimientos sobre las técnicas fotográficas.
• La capacidad de utilizar una amplia gama de cámaras y lentes.
• Habilidades de organización.
• Ser capaz de llevarse bien con gente de distintos orígenes.
• La capacidad de trabajar a plazos.
• Estar seguro de sí mismo y ser lo suficientemente flexible para adaptarse cualquier cambio o imprevisto, por ejemplo, cuando las condiciones climatológicas no son favorables para hacer fotografías en el exterior durante una boda.
• Paciencia, ya que crear los equipos adecuados puede tomar un tiempo.
• Conocimientos de software de imagen digital y de tecnología digital.

Los fotógrafos autónomos necesitan tener habilidades comerciales y de marketing.

Un permiso de conducir puede resultar útil.

• Aptitud para la fotografía.
• Aptitud para utilizar y manejar cámaras y equipos fotográficos.
• Capacidad de arreglárselas con un trabajo y unos ingresos fluctuantes.
• Capacidad para trabajar durante muchas horas seguidas.
• Capacidades organizativas.
• Capaz de compaginar varias tareas.
• Capaz de emplear colores y formas de forma creativa.
• Capaz de encajar críticas y rechazo.
• Capaz de mantenerse al día sobre los nuevos medios de comunicación.
• Capaz de prestar atención al detalle.
• Capaz de seguir instrucciones.
• Capaz de trabajar con un presupuesto.
• Capaz de trabajar tanto solo como en equipo.
• Capaz de tranquilizar a la gente.
• Conocimientos de dibujo, diseño y edición.
• Conocimientos en software de escaneo.
• Crea imágenes atractivas para incrementar las ventas.
• Elabora propuestas para clientes.
• Establece y mantiene buenas relaciones con clientes y usuarios.
• Flexible en la realización de sus tareas.
• Habilidad para el marketing.
• Habilidad para los negocios.
• Habilidad para reaccionar rápidamente e improvisar si algo no sale como estaba previsto.
• Habilidades comunicativas.
• Habilidades sociales.
• Interés en fotografía.
• Ojo para el detalle.
• Paciente.
• Persistente.
• Planifica cómo debe llevarse a cabo el trabajo.
• Realiza investigación.
• Reescala y busca fotos e imágenes.
• Se asegura de que las necesidades del cliente están cubiertas.
• Se le ocurren nuevas y creativas ideas.
• Seguro.
• Sensibilidad visual.
• Toma decisiones sobre cómo utilizar imágenes, el espacio, el color y el estilo.
• Toma fotos que le encargan sus clientes.
• Trabaja bajo presión para cumplir con plazos de entrega justos.
• Trabaja con decorados.
• Trabaja para varios clientes.
• Viaja a diferentes lugares.

A continuación se relacionan algunos de los estudios que permiten ejercer esta profesión. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del ámbito de especialización, es posible que se tenga que complementar la formación con otros cursos más específicos del sector. La formación continua es un aspecto clave para la mejora profesional.

• Formación en Fotografía
• Grado en Arte
• Grado en Diseño, Animación y Arte Digital
• Grado en Fotografía
• Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño en Fotografía