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¿Qué es un Director?
Los directores son responsables del funcionamiento de equipos, departamentos y empresas. Su trabajo suele implicar supervisar a los demás; también pueden dirigir actividades, procesos, recursos materiales e información. Los directores definen la línea a seguir y la ponen en práctica, y a veces toman decisiones sobre compras y ventas.
Funciones de un Director
Los directores trabajan en cualquier lugar donde se deban tomar decisiones sobre el desarrollo, cuidado y rendimiento más eficiente tanto del personal como de los recursos materiales.
Aunque sus funciones puedan ser muy diferentes, por lo general los directores tienen entre sí ciertas cosas en común. Por ejemplo, la mayoría de los directores se hacen responsables de otras personas. Los directores tratan de maximizar las capacidades de su personal y por lo tanto su contribución a la empresa.
Los directores pueden alcanzar este objetivo motivando y guiando a sus subordinados. Así, pueden fomentar que mejore la comunicación y el trabajo en equipo entre el personal en todos los niveles de una empresa. Los directores seleccionan los nuevos miembros del personal, forman equipos y organizan los sistemas para evaluar y mejorar el rendimiento tanto del equipo como individual.
También pueden ocuparse de que estén implementados los sistemas para que los empleados identifiquen sus necesidades de formación y de recursos, y para que hablen abiertamente sobre cualquier preocupación que puedan tener.
Mantienen la disciplina y toman decisiones estrictas. Sin embargo, la dirección no se limita a la planificación y la asignación de trabajo y a decirles a los empleados lo que deben hacer. También consiste en ayudar a crear un equipo de personas cuyas capacidades y conocimientos se complementen entre sí.
Los directores deben asegurarse de que los miembros del personal tengan una idea clara de por qué son importantes para la empresa.
No necesariamente tienen que mandar directamente al resto del personal; de los que sí lo hacen suele decirse que tienen "responsabilidad de control”. Sin embargo, casi todos los tipos de gestión implican trabajar con otras personas para lograr los objetivos de la empresa.
Los directores pueden tener un papel bastante general, coordinando el trabajo de varios departamentos, o bien pueden especializarse en un tipo de gestión, por ejemplo en gestión de procesos operativos, contabilidad, recursos humanos, comercialización, ventas, TIC o estrategia.
Los “Procesos operativos” se refiere a las actividades diarias de la empresa, como la producción de la pieza de una máquina, o la exposición y venta de alimentos a los clientes.
En una planta de producción, por ejemplo, la gestión operativa puede implicar supervisar al personal y ser responsable de la distribución de los productos a los clientes.
Encargarse de los procesos operativos supone la gestión de recursos materiales, que, según sea el papel del director y el volumen y actividades de la empresa, pueden ir desde el material de oficina más pequeño hasta ordenadores o flotas de vehículos.
Los directores suelen ser responsables de las finanzas, por ejemplo, asegurándose de que se puedan alcanzar los objetivos dentro del presupuesto. Posiblemente sean responsables del rendimiento económico de la empresa, o bien deban preparar solicitudes de financiación, como por ejemplo subvenciones.
A menudo, los directores tienen que ser capaces de tomar decisiones basadas en informes financieros y cuentas, escuchando y entendiendo los consejos de los contables o directores financieros.
En comercialización, los directores toman decisiones para mejorar la relación entre la empresa y los clientes, por ejemplo, en cuestiones como nivel de precios, publicidad, distribución y análisis de las cifras de ventas.
En los niveles directivos superiores, los directores suelen participar en la planificación estratégica, lo que implica reflexionar sobre en qué dirección avanza la empresa, con sus puntos fuertes y sus debilidades.
Los directores también consideran la amenaza de los servicios o productos de la competencia, y de qué modo las decisiones pueden afectar a la empresa en el futuro inmediato y a largo plazo. Como consecuencia de estas decisiones, planifican y gestionan cambios en los métodos de trabajo.
En todos los niveles, los directores habitualmente deben tener presente un número considerable de normas y directrices, que afectan a cuestiones como la prevención de riesgos laborales, la gestión ambiental y los métodos de trabajo.
Aunque sus funciones puedan ser muy diferentes, por lo general los directores tienen entre sí ciertas cosas en común. Por ejemplo, la mayoría de los directores se hacen responsables de otras personas. Los directores tratan de maximizar las capacidades de su personal y por lo tanto su contribución a la empresa.
Los directores pueden alcanzar este objetivo motivando y guiando a sus subordinados. Así, pueden fomentar que mejore la comunicación y el trabajo en equipo entre el personal en todos los niveles de una empresa. Los directores seleccionan los nuevos miembros del personal, forman equipos y organizan los sistemas para evaluar y mejorar el rendimiento tanto del equipo como individual.
También pueden ocuparse de que estén implementados los sistemas para que los empleados identifiquen sus necesidades de formación y de recursos, y para que hablen abiertamente sobre cualquier preocupación que puedan tener.
Mantienen la disciplina y toman decisiones estrictas. Sin embargo, la dirección no se limita a la planificación y la asignación de trabajo y a decirles a los empleados lo que deben hacer. También consiste en ayudar a crear un equipo de personas cuyas capacidades y conocimientos se complementen entre sí.
Los directores deben asegurarse de que los miembros del personal tengan una idea clara de por qué son importantes para la empresa.
No necesariamente tienen que mandar directamente al resto del personal; de los que sí lo hacen suele decirse que tienen "responsabilidad de control”. Sin embargo, casi todos los tipos de gestión implican trabajar con otras personas para lograr los objetivos de la empresa.
Los directores pueden tener un papel bastante general, coordinando el trabajo de varios departamentos, o bien pueden especializarse en un tipo de gestión, por ejemplo en gestión de procesos operativos, contabilidad, recursos humanos, comercialización, ventas, TIC o estrategia.
Los “Procesos operativos” se refiere a las actividades diarias de la empresa, como la producción de la pieza de una máquina, o la exposición y venta de alimentos a los clientes.
En una planta de producción, por ejemplo, la gestión operativa puede implicar supervisar al personal y ser responsable de la distribución de los productos a los clientes.
Encargarse de los procesos operativos supone la gestión de recursos materiales, que, según sea el papel del director y el volumen y actividades de la empresa, pueden ir desde el material de oficina más pequeño hasta ordenadores o flotas de vehículos.
Los directores suelen ser responsables de las finanzas, por ejemplo, asegurándose de que se puedan alcanzar los objetivos dentro del presupuesto. Posiblemente sean responsables del rendimiento económico de la empresa, o bien deban preparar solicitudes de financiación, como por ejemplo subvenciones.
A menudo, los directores tienen que ser capaces de tomar decisiones basadas en informes financieros y cuentas, escuchando y entendiendo los consejos de los contables o directores financieros.
En comercialización, los directores toman decisiones para mejorar la relación entre la empresa y los clientes, por ejemplo, en cuestiones como nivel de precios, publicidad, distribución y análisis de las cifras de ventas.
En los niveles directivos superiores, los directores suelen participar en la planificación estratégica, lo que implica reflexionar sobre en qué dirección avanza la empresa, con sus puntos fuertes y sus debilidades.
Los directores también consideran la amenaza de los servicios o productos de la competencia, y de qué modo las decisiones pueden afectar a la empresa en el futuro inmediato y a largo plazo. Como consecuencia de estas decisiones, planifican y gestionan cambios en los métodos de trabajo.
En todos los niveles, los directores habitualmente deben tener presente un número considerable de normas y directrices, que afectan a cuestiones como la prevención de riesgos laborales, la gestión ambiental y los métodos de trabajo.
Perfil profesional de un Director
Para ser un director eficaz, debe tener:
- Gran capacidad comunicativa y aptitudes para las relaciones interpersonales; saber escuchar, entender y responder a las necesidades y preocupaciones de la gente le ayudará a formar y desarrollar su equipo.
- Capacidad de organización para la gestión de los recursos humanos y materiales.
- Buenas aptitudes para la redacción.
- Gran capacidad de gestión del tiempo.
- Grandes capacidades de presentación y negociación.
- Buenos conocimientos generales de cálculo.
- Ciertos conocimientos de los sistemas de tecnología de la información; es muy probable que incluso necesite tener conocimientos a nivel de usuario.
- Analizar los problemas y utilizar criterios objetivos para tomar decisiones rápidas.
- Pensar estratégicamente, con perspectiva amplia, teniendo en cuenta los posibles efectos a largo plazo de sus decisiones.
- Delegar; eso hará que aumente en los demás la confianza en sí mismos, la motivación y el sentido de responsabilidad y de participación.
- Reaccionar ante los cambios y saber gestionarlos; se necesitará ser flexible y adaptable, con la capacidad de revisar los planes cuando resulte preciso.
- Establecer metas a nivel tanto personal como de empresa, priorizar tareas y trabajar con plazos.
- Asignar y gestionar presupuestos.
- Comprender y tal vez redactar, informes financieros.
Competencias y habilidades de un Director
- Aptitud para tomar decisiones.
- Aptitudes para delegar.
- Aptitudes para gestionar el tiempo.
- Aptitudes para gestionar presupuestos.
- Aptitudes para la comunicación escrita.
- Aptitudes para la escucha.
- Aptitudes para la gestión de cambios.
- Aptitudes para la gestión financiera.
- Aptitudes para la planificación.
- Aptitudes para redactar informes.
- Bien organizado.
- Capacidad de análisis.
- Capacidad para priorizar tareas.
- Capacidades organizativas.
- Capaz de pensar estratégicamente.
- Capaz de tomar la iniciativa.
- Capaz de trabajar con vencimientos.
- Coordina el trabajo de varios departamentos.
- Crea equipos.
- Destrezas en informática.
- Distribuye el trabajo entre los empleados.
- Enfoque flexible.
- Escoge a nuevos empleados.
- Flexible.
- Habilidad para crear equipos.
- Habilidad para la negociación.
- Habilidad para los números.
- Habilidad para realizar presentaciones.
- Habilidades comunicativas.
- Habilidades interpersonales.
- Idea métodos para mejorar el rendimiento de las personas.
- Identifica formación profesional y qué recursos se requieren.
- Implicado en planeamiento estratégico.
- Lleva a cabo valoraciones de los empleados.
- Motiva y dirige a otras personas.
- Planifica y gestiona cambios en la práctica laboral.
- Realiza procedimientos disciplinarios.
- Realiza y supervisa presupuestos.
- Resistente.
- Responsable del equipo, departamento u organización de dirección.
- Se asegura de que el trabajo se lleva a cabo.
- Seguro.
- Sensato.
- Toma decisiones.
- Tranquilo.
Estudios para ser Director
A continuación se relacionan algunos de los estudios que permiten ejercer esta profesión. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del ámbito de especialización, es posible que se tenga que complementar la formación con otros
cursos
más específicos del sector. La formación continua es un aspecto clave para la mejora profesional.
- Grado en Administración y Dirección de Empresas (ADE)
- Grado en Dirección y Gestión de Empresas en el Ámbito Digital
- Máster Oficial en Administración y Dirección de Empresas (MBA)
- Máster Oficial en Creación y Gestión de Empresas Innovadoras
- Máster Oficial en Dirección de Negocios Internacionales
- Máster Oficial en Dirección y Gestión de Centros Educativos
- Máster Oficial en Dirección y Gestión Deportiva