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¿Qué es un Asesor de imagen?
Los asesores de imagen ayudan a sus clientes a sacar el máximo provecho de su aspecto, para que se sientan bien y seguros de sí mismos. También muestran a la gente cómo crear una buena impresión a partir de su forma de hablar o de comportarse, por ejemplo.
Funciones de un Asesor de imagen
Los clientes suelen acudir a un asesor de imagen en un momento de su vida determinado, cuando quieren ayuda o consejo sobre su imagen. Por ejemplo, es posible que deseen crear una buena impresión con el fin de conseguir un nuevo trabajo o ganar un ascenso, quizá acuden al consultor antes de casarse o porque quieren encontrar una nueva pareja, o cuando han perdido peso y no saben qué ropa usar.
El asesor de imagen analiza la imagen del cliente, incluyendo:
El asesor de imagen debe aconsejar al cliente para que se vista de acuerdo con las últimas tendencias, sino mostrarle qué tipo de ropa y estilo le favorece más en función de su altura, constitución y la edad, por ejemplo.
Además del aspecto de la persona, el asesor de imagen también le aconseja sobre cómo relacionarse con otras personas, a través de su comunicación verbal (por ejemplo, el tipo de registro y vocabulario que debe utilizar) y la comunicación no verbal (por ejemplo, la forma de estar de pie o de caminar). También puede aconsejarle sobre la etiqueta social que le permita encajar mejor en su trabajo, como el tipo de teléfono móvil que más le conviene, los restaurantes donde debería acudir, etc.
Los asesores de imagen normalmente trabajan con los clientes de forma individualizada, pero a veces también trabajan con grupos, haciendo demostraciones de maquillaje, por ejemplo.
Algunas empresas contratan asesores de imagen para mejorar la imagen de su negocio, por ejemplo, ayudando a crear un nuevo código de vestir de los trabajadores que refleje la marca de la empresa, o enseñando al personal cómo pueden mejorar sus habilidades de comunicación en reuniones de negocios.
Los asesores de imagen también pueden ejecutar programas de formación, entrenamiento, talleres o seminarios, cubriendo aspectos como la imagen en el lugar de trabajo, la primera impresión, el lenguaje corporal y la etiqueta empresarial.
Los clientes provienen de distintos entornos, y cada vez hay más hombres que utilizan los servicios de un asesor de imagen.
Los asesores de imagen también dedicar parte de su tiempo a tarea administrativas, a la promoción de su negocio a través mediante técnicas de marketing, a las relaciones públicas y a su desarrollo profesional.
Por lo general, se encargan de mantener una base de datos de sus clientes, con información referente a sus compras, gustos y preferencias, así como de sus características físicas, para atenderles con mayor eficacia y para hacer los ajustes necesarios de una temporada a otra.
Los asesores de imagen también deben mantener una lista de contactos para poder derivar a sus clientes a los profesionales pertinentes, tales como peluqueros, maquilladores, entrenadores personales, entrenadores de voz, asesores personales cirujanos plásticos, nutricionistas, etc.
El asesor de imagen analiza la imagen del cliente, incluyendo:
- La ropa.
- Su apariencia personal en general.
- Su cabello, los ojos y el tono de la piel.
- Su cara y la forma del cuerpo.
- Estilo y color de pelo.
- Tonos de maquillaje.
- Accesorios y tipos de jersey (con o sin cuello alto, por ejemplo).
- Tipo de zapato y altura del talón.
- Longitud de las chaquetas.
El asesor de imagen debe aconsejar al cliente para que se vista de acuerdo con las últimas tendencias, sino mostrarle qué tipo de ropa y estilo le favorece más en función de su altura, constitución y la edad, por ejemplo.
Además del aspecto de la persona, el asesor de imagen también le aconseja sobre cómo relacionarse con otras personas, a través de su comunicación verbal (por ejemplo, el tipo de registro y vocabulario que debe utilizar) y la comunicación no verbal (por ejemplo, la forma de estar de pie o de caminar). También puede aconsejarle sobre la etiqueta social que le permita encajar mejor en su trabajo, como el tipo de teléfono móvil que más le conviene, los restaurantes donde debería acudir, etc.
Los asesores de imagen normalmente trabajan con los clientes de forma individualizada, pero a veces también trabajan con grupos, haciendo demostraciones de maquillaje, por ejemplo.
Algunas empresas contratan asesores de imagen para mejorar la imagen de su negocio, por ejemplo, ayudando a crear un nuevo código de vestir de los trabajadores que refleje la marca de la empresa, o enseñando al personal cómo pueden mejorar sus habilidades de comunicación en reuniones de negocios.
Los asesores de imagen también pueden ejecutar programas de formación, entrenamiento, talleres o seminarios, cubriendo aspectos como la imagen en el lugar de trabajo, la primera impresión, el lenguaje corporal y la etiqueta empresarial.
Los clientes provienen de distintos entornos, y cada vez hay más hombres que utilizan los servicios de un asesor de imagen.
Los asesores de imagen también dedicar parte de su tiempo a tarea administrativas, a la promoción de su negocio a través mediante técnicas de marketing, a las relaciones públicas y a su desarrollo profesional.
Por lo general, se encargan de mantener una base de datos de sus clientes, con información referente a sus compras, gustos y preferencias, así como de sus características físicas, para atenderles con mayor eficacia y para hacer los ajustes necesarios de una temporada a otra.
Los asesores de imagen también deben mantener una lista de contactos para poder derivar a sus clientes a los profesionales pertinentes, tales como peluqueros, maquilladores, entrenadores personales, entrenadores de voz, asesores personales cirujanos plásticos, nutricionistas, etc.
Perfil profesional de un Asesor de imagen
Para ser asesor de imagen se necesita:
- Conocimientos e interés por la moda, la ropa y las últimas tendencias y estilos.
- Una buena visión en color.
- Ser capaz de relacionarse con una amplia variedad de personas.
- Energía y entusiasmo.
- Interés a la hora de ayudar a otras personas.
- Una imagen y aspecto profesionales.
- La capacidad de inspirar confianza.
- Ser discreto y diplomático.
- Excelentes habilidades de comunicación.
- Un ojo para el detalle.
- Imaginación.
- Habilidades de negociación y técnicas de comercialización.
- Saber escuchar a los clientes.
- Buenas habilidades de presentación.
Competencias y habilidades de un Asesor de imagen
- Aconseja a los clientes sobre estilo.
- Aconseja a los clientes sobre etiqueta social o de negocios.
- Aconseja a los clientes sobre qué ropa llevar que encaje con su tipo.
- Aptitudes para la escucha.
- Aptitudes para los negocios obtenidos mediante el autoempleo.
- Ayuda a la gente a mejorar su imagen personal o profesional.
- Capaz de inspirar confianza a los demás.
- Capaz de trabajar con personas a distintos niveles.
- Conocimientos sobre combinación de colores.
- De aspecto inteligente.
- Diplomático.
- Dispuesto a cuidar de su imagen.
- Dispuesto a trabajar con varios tipos de personas.
- Dispuesto a trabajar por las noches y en fin de semana.
- Enérgico.
- Entusiasta.
- Está al día de las tendencias en moda.
- Habilidad para el marketing.
- Habilidades comunicativas.
- Habilidades para presentar.
- Imaginativo.
- Interés en moda y tendencias.
- Le gusta el trato con la gente.
- Lleva a los clientes de visita a las tiendas.
- Lleva registros con precisión.
- Mantiene una lista de contactos importantes.
- Ojo para el detalle.
- Organiza demostraciones de maquillaje y fiestas del color.
- Prepara el "ropero de boda".
- Prepara y conduce programas de formación.
- Profesional.
- Promueve el ofrecimiento de servicios.
- Realiza el mantenimiento de sistemas informáticos de registro de datos.
- Realiza trabajo de oficina.
- Se interesa por ayudar a otras personas.
- Sentido de la moda.
Estudios para ser Asesor de imagen
A continuación se relacionan algunos de los estudios que permiten ejercer esta profesión. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del ámbito de especialización, es posible que se tenga que complementar la formación con otros
cursos
más específicos del sector. La formación continua es un aspecto clave para la mejora profesional.