Actuario

Los actuarios tratan de resolver problemas financieros complejos analizando los eventos pasados, evaluando el riesgo actual y modelando lo que puede suceder en el futuro.
Trabajan en áreas como seguros, inversiones, pensiones, atención sanitaria y banca.

Los actuarios aplican técnicas matemáticas, como teorías de probabilidad, interés compuesto y estadísticas, para solucionar problemas financieros a largo plazo y administrar riesgos financieros.

Están vinculados con campos como:

• Seguros
• Inversiones
• Salud
• Política gubernamental
• Pensiones

Al generar pronósticos y modelos financieros, los actuarios predicen los riesgos probables y los posibles resultados de varias medidas, lo que les ayuda a diseñar nuevas pólizas de seguros o resolver una política gubernamental, por ejemplo.

Los actuarios toman en consideración los efectos de un cambio en las tasas de natalidad o la esperanza de vida en el futuro para, por ejemplo, para calcular cosas como las compensaciones de los seguros de vida o la política de pensiones. También pueden analizar las reclamaciones de seguros actuales para predecir la cantidad de dinero que una compañía de seguros deberá ingresar en el futuro para cubrir las supuestas reclamaciones.

Los actuarios que trabajan para el gobierno predicen como pueden las cotizaciones a la Seguridad Social ingresadas equilibrar los costes proyectados de las pensiones, la sanidad pública y las asignaciones. También responden a cuestiones expuestas en el parlamento.

Los actuarios también recomiendan cómo invertir los activos de una empresa y aconsejan sobre financiamiento y la gestión de planes de pensiones. Algunos actuarios trabajan en áreas no vinculadas a los seguros de vida, y aconsejan a empresas del sector automovilístico o aeronáutico, por ejemplo.

Los actuarios se están diversificando, paulatinamente, en varias áreas de negocio.

Como actuario deberá ser capaz de:

• Resolver complejos problemas financieros con grandes cantidades de dinero y muchas variables.
• Prestar mucha atención a los detalles.
• Expresar y comunicar sus ideas con claridad, tanto verbalmente como por escrito.
• Administrar su tiempo correctamente.

Deberá tener:

• Gusto por las matemáticas
• Un interés en el análisis práctico de problemas empresariales.
• Buen juicio
• Buenas habilidades de TIC.
• Autodisciplina y determinación
• Seguridad y habilidades interpersonales.

• Aptitudes matemáticas.
• Aptitudes para gestionar el tiempo.
• Aptitudes para redactar informes.
• Autodisciplinado.
• Capaz de prestar atención al detalle.
• Destrezas en informática.
• Elabora predicciones y modelos financieros.
• Emplea teorías de probabilidad.
• Habilidad para la estadística.
• Habilidad para resolver problemas.
• Habilidades comunicativas.
• Habilidades interpersonales.
• Interés por el análisis práctico de problemas empresariales.
• Redacta informes.
• Resuelto.
• Se sirve de técnicas matemáticas para hallar soluciones a problemas financieros a largo plazo.
• Seguro.
• Utiliza herramientas de análisis estadísticas.

A continuación se relacionan algunos de los estudios que permiten ejercer esta profesión. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del ámbito de especialización, es posible que se tenga que complementar la formación con otros cursos más específicos del sector. La formación continua es un aspecto clave para la mejora profesional.

• Doble Grado en Derecho y en Economía
• Grado en Economía
• Grado en Economía Financiera y Actuarial
• Grado en Economía y Finanzas
• Máster Oficial en Ciencias Actuariales y Financieras