Los objetivos que perseguimos son:
- Intervenir con los alumnos más “desmotivados” (riesgo de exclusión social) de Educación Secundaria Obligatoria, para prevenir el Fracaso Escolar, el Absentismo Escolar, y como consecuencia más inmediata, evitar el Abandono Académico.
- Proyectar en las familias de estos menores, un poquito de ilusión, con respecto a las expectativas que tienen depositadas en sus hijos.
Alumnos y alumnas de 1º y 2º de E.S.O. de nuestro centro educativo seleccionados por el departamento de Orientación y los tutores de dichos cursos, siguiendo los siguientes criterios: desmotivación ante lo académico, malos resultados académicos y posibilidades de reincorporación al ritmo del grupo, e implicación familiar ante la situación socioeducativa del menor.
El individuo, aprende a interiorizar en el transcurso de su vida, los elementos socioculturales de su ambiente, los integra a la estructura de su persona bajo la influencia de experiencias y agentes sociales significativos, y se adapta así al entorno social en cuyo seno debe vivir (Guy Rocher: concepto de socialización en el individuo).
Partiendo de esta definición, y del modo de conseguir esa forma de integración en el Centro Educativo, podemos decir que los alumnos de E.S.O necesitan no solo adaptarse a ese entorno, les queremos dar un ámbito conceptual más amplio, como, ajustarse, acomodarse, adecuarse, relacionarse… y que todo ello, les sirva para percibir y sentir que” algo educativo” les puede gustar. Vamos a utilizar los diferentes contextos de intervención, haciendo especial hincapié en los no formales. Se favorecerá el aprendizaje en estos espacios creativos e innovadores, para conseguir generar capacidad de asombro en el alumnado, y no solo en los alumnos de E.S.O, también en los alumnos de Formación Profesional, a través de su acción complementaria a los currículos oficiales, donde la Creatividad juega un papel fundamental.
Este es el objetivo más representativo de la Ideología de trabajo de nuestros Animadores Socioculturales y Turísticos, que los alumnos de la ESO, reflejándose en ellos, adquieran las competencias necesarias para desenvolverse en su vida diaria. De una forma paralela, ellos mismos, los alumnos de los Ciclos Formativos, deben mantener una actitud emprendedora, que les lleve a convertir su creatividad en una realidad, es decir a desarrollar su competencia profesional, como una forma de afrontar los retos de la vida.
La complejidad del hecho educativo en la etapa de E.S.O es tal, que su análisis debe realizarse desde ángulos diversos y metodologías variadas, con la necesaria coordinación operativa entre los agentes educativos, con plena responsabilidad en cada una de las funciones en que intervienen.
Se proponen nuevos enfoques en el aprendizaje, que han de suponer un importante cambio en las tareas que han de resolver los alumnos, y planteamientos metodológicos innovadores.
Por un lado queremos conseguir la potenciación del aprendizaje por competencias, y por otro, la utilización y aplicación de metodologías con mucha pericia, para la consecución de sus aprendizajes, ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) y Aprendizaje –Servicio. Las Competencias suponen una combinación de habilidades prácticas, conocimientos, motivación, actitudes, emociones y otros componentes sociales y de comportamiento, que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz. Las competencias se pueden fortalecer con otro elemento viable de nuestro proyecto, la Autogestión del Aprendizaje.
Recursos Humanos: Coordinadoras del proyecto y colaboración de todo el claustro.
Recursos Materiales: Material fungible e inventariable existente en el centro (material de papelería y recursos TIC)
Presupuesto: El proyecto no ha supuesto ningún coste extra para el centro, puesto que se han aprovechado todos los recursos existentes disponibles para el desarrollo de las actividades del Departamento de Servicios Socioculturales y a la Comunidad.
Una evaluación de una forma Holística, teniendo en cuenta todos los elementos trabajados. Una evaluación que tenga un carácter globalizador y holístico, debe alcanzar a toda la personalidad del alumno. Esta pretensión de la evaluación se apoya en la implantación de una forma más humana de entender a los estudiantes, que se centra no solo en los aspectos intelectuales de la persona, sino también en otras dimensiones de tipo emocional, social y ético. Y una Rúbrica de Evaluación que establezca los criterios para un todo evaluable. Con el listado de criterios permite valorar el aprendizaje, los conocimientos y las competencias logrados por los alumnos.