Los objetivos de esta propuesta pretenden:
- Descubrir en qué consiste la habilidad creativa.
- Aportar diversas metodologías que fomenten la puesta en práctica de esta habilidad.
- Incorporar la creatividad como elemento motivador en el aula.
- Mostrar herramientas de evaluación de la habilidad creativa.
- Incorporar los diferentes elementos en un plan de entrenamiento de la habilidad creativa.
Proponemos aquí un programa de intervención para entrenar la habilidad creativa entre los jóvenes (es aplicable a la ESO y también a la educación postobligatoria).
Pero este documento quiere ser una pauta de trabajo para el profesorado que quiera aplicarlo en sus aulas.
La habilidad creativa entendida como la capacidad de observar, de preguntar, de provocar, de experimentar, de relacionarse, de asociar, de convencer y de experimentar, se convierte en clave en una sociedad que cambia tan rápidamente y que reclama actitudes despiertas y abiertas.
Es evidente que hay jóvenes que de forma natural y casi podríamos decir que innata actúan de este modo, pero es evidente que no se trata de una habilidad ampliamente extendida. Es por esta razón por lo que, de forma explícita, nos hace falta un método y unas herramientas para poder trabajarla en el aula.
Habitualmente la educación pone mucho énfasis en el pensamiento reproductivo (reproducir cosas, hechos … que otros han pensado) y mucho menos en el pensamiento productivo (el que busca maneras diferentes, alternativas y originales de resolver una situación o de enfrentarse a un problema).
Partimos del planteamiento de que la creatividad es una capacidad que todos tenemos que nos permite generar nuevas ideas y nuevas maneras de enfrentarnos a un reto. Nos permite conectar todo nuestro conocimiento con el entorno que nos rodea para encontrar soluciones, para plantear desafíos, para mirar la realidad de maneras infinitas.
Pero para poder hacerlo es necesario que los alumnos tengan tiempo, método y motivación.
Esta propuesta quiere aportar método y motivación. Si lo consigue, encontraremos el tiempo para aplicarlo.
Cada vez son más los pensadores de la educación que ponen un énfasis especial en la importancia y necesidad de educar y entrenar la creatividad en el entorno educativo. J.A. Marina, en su libro sobre el aprendizaje de la creatividad , explica que si lo que buscamos en la escuela es generar talento, hay que enseñar a resolver rutinariamente los problemas rutinarios y a resolver creativamente los problemas creativos (que cada vez son más). Hay que tender cada vez más hacia una formación que fomente la actividad frente a la pasividad, la expresividad frente al mutismo, la invención frente a la repetición, el descubrimiento de posibilidades frente al síndrome de impotencia adquirida, la apertura mental frente a la cerrazón, la independencia crítica frente a la sumisión intelectual y la autonomía frente a la independencia.
Y todo ello se puede conseguir educando la personalidad creadora de nuestros alumnos para hacerles capaces de ir más allá y engendrar ideas nuevas e interesantes.
Para explicar la lógica de funcionamiento de esta propuesta, utilizaremos la metáfora del aprendizaje y entrenamiento en cualquier deporte.
No nos equivocamos si partimos del planteamiento de que buena parte de los jóvenes que tenemos en nuestras aulas hoy saben nadar. Algunos con más gracia que otros y algunos con más profesionalidad que otros, pero la inmensa mayoría han aprendido la técnica básica para mantenerse a flote en una piscina o en el mar. ¿Cómo es posible? ¿Qué es lo que hace que un porcentaje que llega prácticamente al 100% de los jóvenes de hoy dominen esta habilidad? La respuesta es que este porcentaje han entrenado expresamente esta habilidad desde que son pequeños, posiblemente en el entorno escolar y algunos, además, en el extraescolar. No nos extraña, por lo tanto, que sean tantos los que nadan sin dificultad.
Y entrenar significa aprender, corregir, repetir, volver a corregir, volver a repetir y de forma reiterada durante mucho tiempo. Cuanto más tiempo, más habilidad.
Siguiendo esta lógica, no debe extrañarnos que ni nosotros ni nuestros alumnos muestren en su mayoría una habilidad creativa. ¿La hemos y la han entrenado de forma reiterada y expresa desde que son pequeños hasta convertirla en un hábito? La respuesta es no.
Podríamos decir que esta metodología es una pauta de entrenamiento, como si de la práctica de un deporte se tratase. Los elementos esenciales de este entrenamiento son:
- OBJETIVO
- REPETICIÓN
- HÁBITO
- APRECIAR MEJORA
- RETO, ESFUERZO, MOTIVACIÓN CON UN BUEN ENTRENADOR.
Humanos:
Familias, Ex alumnos, Profesores, AMPA, Docentes, Monitores de libre y extraescolares
Materiales:
Instalaciones de la escuela, Ayuntamiento, Huerto de la escuela, Cocina, Aulas, Salas polivalentes, Sala de actos, Polideportivo/gimnasio, Laboratorios, Comedor, Puerta de entrada y de salida, Fachada, Intranet, Despacho de dirección, Patio, Biblioteca.
Hablar de entrenamiento lleva implícito la necesidad de evaluar el progreso. Y esta evaluación debemos realizarla no con herramientas que midan el resultado (o no solo el resultado), sino con herramientas que permitan valorar la evolución.
Necesitamos entender la evaluación como una herramienta que acompañe, que proponga mejoras, que corrija, que se fije más en cómo aprende el alumno que en lo que sabe.
En este apartado proponemos dos herramientas de evaluación: una es la rúbrica y otra es el porfolio.