María del Mar Sánchez Vera es profesora titular en el Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Murcia y miembro del Grupo de Investigación en Tecnología Educativa. Licenciada en Pedagogía y doctora en Tecnología Educativa.
Su labor investigadora se centra en la integración de las tecnologías digitales en contextos educativos, con especial énfasis en la formación del profesorado en competencias digitales, el pensamiento computacional y la inteligencia artificial en la educación.
Ha participado en diversos proyectos de investigación nacionales e internacionales relacionados con la innovación educativa y el uso de tecnologías en la enseñanza.
En el EdTech Congress 2025 presentó la conferencia titulada El debate sobre el uso de la tecnología en las aulas: aportaciones desde la tecnología educativa, donde abordó los retos y oportunidades de la digitalización en la educación.
1. En el debate sobre la tecnología en el aula y específicamente los móviles, hay posturas a favor y en contra. Desde su experiencia, ¿qué beneficios y qué riesgos considera más relevantes?
Creo que el tema de los móviles es muy controvertido porque se tiende a generalizar, pero depende de muchos factores: la edad a la que se tiene acceso al dispositivo, el tipo de dispositivo, la formación que tengan los estudiantes en torno a un uso seguro, etc. Es una herramienta que permite hacer muchas cosas, y estas pueden ser positivas o negativas. Podemos trabajar con Octostudio (que es una aplicación móvil gratuita para aprender a programar) o podemos estar apostando y ser partícipes de otras situaciones de grave riesgo.
La decisión de si dar o no un móvil es algo que ha de pensarse muy cuidadosamente en función de muchas variables, pero si hablamos de la educación, los centros ya disponían de autonomía pedagógica para regular el uso que se hacía de los dispositivos móviles. Entiendo que pudiera hacer falta regulación y respaldo de las comunidades autónomas que diera un poco de marco a las instituciones, pero creo que el debate se ha enfocado mal, porque solo se habla de prohibición.
Tenemos que regular, pero, sobre todo, educar. Podemos prohibir los móviles en la escuela, pero los malos usos y los riesgos siguen existiendo, y para ellos lo que debemos hacer es educar y desarrollar la competencia digital.
2. Se habla mucho de que la tecnología puede mejorar el aprendizaje, pero también de que puede ser una distracción. ¿Cómo se puede integrar sin afectar la concentración de los estudiantes?
Partimos de marcos erróneos en el que asumimos que la tecnología es de por sí mala. La tecnología no es neutra, por supuesto, y puede favorecer o dificultar determinadas tareas, sí, e incluso promover determinados valores y actitudes, y todo eso es clave saberlo para seleccionar bien las herramientas que utilizamos. Pero en las aulas, una de las claves es la didáctica.
Si incorporamos libros de texto dentro de un portátil o tablet para hacer lo mismo de siempre (memorizar y hacer un examen) lo que estamos haciendo es sustituir un recurso por otro, pero para hacer lo mismo, y no tiene mucho sentido. Eso no es innovación didáctica. La clave es diseñar tareas adecuadas con tecnología y promover estrategias metodológicas eficaces.
Su labor investigadora se centra en la integración de las tecnologías digitales en contextos educativos, con especial énfasis en la formación del profesorado en competencias digitales, el pensamiento computacional y la inteligencia artificial en la educación.
Ha participado en diversos proyectos de investigación nacionales e internacionales relacionados con la innovación educativa y el uso de tecnologías en la enseñanza.
En el EdTech Congress 2025 presentó la conferencia titulada El debate sobre el uso de la tecnología en las aulas: aportaciones desde la tecnología educativa, donde abordó los retos y oportunidades de la digitalización en la educación.
1. En el debate sobre la tecnología en el aula y específicamente los móviles, hay posturas a favor y en contra. Desde su experiencia, ¿qué beneficios y qué riesgos considera más relevantes?
Creo que el tema de los móviles es muy controvertido porque se tiende a generalizar, pero depende de muchos factores: la edad a la que se tiene acceso al dispositivo, el tipo de dispositivo, la formación que tengan los estudiantes en torno a un uso seguro, etc. Es una herramienta que permite hacer muchas cosas, y estas pueden ser positivas o negativas. Podemos trabajar con Octostudio (que es una aplicación móvil gratuita para aprender a programar) o podemos estar apostando y ser partícipes de otras situaciones de grave riesgo.
La decisión de si dar o no un móvil es algo que ha de pensarse muy cuidadosamente en función de muchas variables, pero si hablamos de la educación, los centros ya disponían de autonomía pedagógica para regular el uso que se hacía de los dispositivos móviles. Entiendo que pudiera hacer falta regulación y respaldo de las comunidades autónomas que diera un poco de marco a las instituciones, pero creo que el debate se ha enfocado mal, porque solo se habla de prohibición.
Tenemos que regular, pero, sobre todo, educar. Podemos prohibir los móviles en la escuela, pero los malos usos y los riesgos siguen existiendo, y para ellos lo que debemos hacer es educar y desarrollar la competencia digital.
2. Se habla mucho de que la tecnología puede mejorar el aprendizaje, pero también de que puede ser una distracción. ¿Cómo se puede integrar sin afectar la concentración de los estudiantes?
Partimos de marcos erróneos en el que asumimos que la tecnología es de por sí mala. La tecnología no es neutra, por supuesto, y puede favorecer o dificultar determinadas tareas, sí, e incluso promover determinados valores y actitudes, y todo eso es clave saberlo para seleccionar bien las herramientas que utilizamos. Pero en las aulas, una de las claves es la didáctica.
Si incorporamos libros de texto dentro de un portátil o tablet para hacer lo mismo de siempre (memorizar y hacer un examen) lo que estamos haciendo es sustituir un recurso por otro, pero para hacer lo mismo, y no tiene mucho sentido. Eso no es innovación didáctica. La clave es diseñar tareas adecuadas con tecnología y promover estrategias metodológicas eficaces.
"Podemos prohibir los móviles en la escuela, pero los malos usos y los riesgos siguen existiendo, y para ellos lo que debemos hacer es educar".
3. El rol del docente ha cambiado con la digitalización de las aulas. ¿Qué competencias necesita actualmente el profesorado para aprovechar la tecnología de manera efectiva?
La competencia digital docente está definida y legislada actualmente. Tras la pandemia se vio la necesidad de formar a los docentes. Vino bastante dinero de Europa y las CCAA se encuentran formando y acreditando en competencia digital.
Es cierto que hay bastante margen de mejora (porque en algunos lugares se percibe todavía de una manera demasiado instrumental), pero todo esto es un punto de partida importante, que entiende la importancia de que los docentes desarrollen determinadas habilidades en seis áreas clave:
Esto implica también abordar el uso seguro y crítico de la tecnología actual.
4. Algunos centros han prohibido los móviles en clase, mientras que otros los usan como herramienta educativa. ¿Cuál cree que es el enfoque más adecuado?
El mejor enfoque para mí es el que parte de confiar en la autonomía de los centros. Esto para mí es clave. Puede que haya centros que necesiten ser más restrictivos hasta tener más recursos y formación para solventar algunas situaciones, y otros que puedan trabajar de otra manera. El contexto es fundamental y las instituciones deberían tomar las decisiones partiendo de las necesidades reales que les plantean en los distintos centros, de tal manera que se les ofrezcan los recursos que necesiten.
La competencia digital docente está definida y legislada actualmente. Tras la pandemia se vio la necesidad de formar a los docentes. Vino bastante dinero de Europa y las CCAA se encuentran formando y acreditando en competencia digital.
Es cierto que hay bastante margen de mejora (porque en algunos lugares se percibe todavía de una manera demasiado instrumental), pero todo esto es un punto de partida importante, que entiende la importancia de que los docentes desarrollen determinadas habilidades en seis áreas clave:
- El compromiso profesional
- El uso de recursos digitales
- La integración de la tecnología en la enseñanza
- La evaluación,
- El empoderamiento del alumnado
- El desarrollo de su competencia digital.
Esto implica también abordar el uso seguro y crítico de la tecnología actual.
4. Algunos centros han prohibido los móviles en clase, mientras que otros los usan como herramienta educativa. ¿Cuál cree que es el enfoque más adecuado?
El mejor enfoque para mí es el que parte de confiar en la autonomía de los centros. Esto para mí es clave. Puede que haya centros que necesiten ser más restrictivos hasta tener más recursos y formación para solventar algunas situaciones, y otros que puedan trabajar de otra manera. El contexto es fundamental y las instituciones deberían tomar las decisiones partiendo de las necesidades reales que les plantean en los distintos centros, de tal manera que se les ofrezcan los recursos que necesiten.
"Hay poca o ninguna evidencia concluyente de que las prohibiciones generales de teléfonos móviles en las escuelas mejoren el rendimiento académico".
5. ¿Existe evidencia clara sobre si el uso del móvil en el aula mejora o perjudica el rendimiento académico?
Es muy complejo de medir eso. A veces pensamos que las aulas son como laboratorios en los que podemos controlar todas las variables y eso es muy complejo, es decir, ¿cómo sabemos que el rendimiento en una prueba se debe al uso del móvil específicamente?
Esto no quiere decir que la investigación experimental no sea importante, es fundamental, pero en muchas ocasiones la malinterpretamos porque queremos recetas y soluciones claras que nos resuelvan problemas complejos. En todo caso, sobre el tema hay evidencia en ambos sentidos y es interesante profundizar en cada artículo y aprender sobre ello.
Por plantear algunos estudios que hay tras las prohibiciones que se han extendido en Europa y el mundo, Campell y Edwards indican que en su estudio encontraron poca o ninguna evidencia concluyente de que las prohibiciones generales de teléfonos móviles en las escuelas mejoren el rendimiento académico.
El estudio de Rahai, Kidron y Livingstone explica que han encontrado que se extiende la palabra "prohibición", pero que no hay suficiente investigación ni evidencia que pueda justificar algunas decisiones que se están tomando.
6. Las distracciones y la hiperconectividad preocupan a docentes y familias. ¿Qué estrategias pueden ayudar a que el alumnado use el móvil con responsabilidad en clase y fuera de ella?
Es fundamental desarrollar la competencia digital en todas las etapas educativas y en toda su amplitud, no solo en la parte instrumental. No es solo el móvil, es entender cómo funcionan los algoritmos, es saber cómo combatir las fake news, como crear tecnología, cómo comunicarse a través de las herramientas… Todo esto es fundamental en el mundo en el que vivimos y no es incompatible con otros recursos. La complementariedad de medios es la clave.
7. Con el auge de la inteligencia artificial y la personalización del aprendizaje, ¿cómo cree que evolucionará la educación en los próximos años?
Dependerá mucho de si somos capaces el alfabetizarnos y entender cómo utilizar la IA de forma adecuada, y también de qué consideramos que es aprender y qué rol tiene el docente.
Aunque algunos y algunas piensan que la IA podrá sustituir al profesorado, en realidad, el rol docente se hace más importante que nunca. Últimamente digo que la IA no personaliza, la IA puede proporcionar contenido individualizado, pero el que personaliza es el docente.
Imagen: Cortesía EdTech Congress 2025
