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Cuando el juego se convierte en una herramienta eficaz para aprender y elegir carrera

Reportaje

Solo el 7% del profesorado ha recibido formación para gamificar la educación. Descubre los beneficios de aplicar esta metodología y los retos para implementarla

  • 27/02/2025
  • Tiempo de lectura 9 mins

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La gamificación es una estrategia educativa que utiliza elementos propios del juego en contextos no lúdicos con el objetivo de motivar y mejorar la experiencia de aprendizaje. Además, permite a las personas adquirir conocimientos mediante dinámicas participativas y experiencias inmersivas, coinciden los expertos consultados para el monográfico La gamificación en la formación y la orientación.

Según un estudio[1] basado en 21 investigaciones sobre gamificación en educación superior, esta metodología no solo motiva al alumnado, sino que también mejora su aprendizaje, aumenta el interés por lo que está aprendiendo y le permite desarrollar nuevas habilidades clave para su futuro profesional.

"Aprender debe sentirse como un camino en el que se avanza, se superan retos y se descubren nuevas posibilidades. Esta sensación de avance, en el fondo, es lo que genera diversión en un contexto de aprendizaje", explica Oriol Ripoll, experto en gamificación y diseño de juegos aplicados a la educación, la comunicación y la orientación.

No obstante, es importante no confundir la gamificación con el aprendizaje basado en juegos. "En los juegos, el objetivo está dentro del propio juego, en la gamificación el objetivo está fuera del juego", advierte Marisa Cotera, experta en gamificación aplicada a la orientación y creadora del juego de cartas Interexit, galardonado con un Premio Educaweb.

La gamificación en la orientación, una herramienta efectiva para la toma de decisiones

En el ámbito concreto de la orientación académica y profesional, la gamificación facilita la exploración personal, es decir, el autoconocimiento y la toma de decisiones a través de dinámicas que implican retos, narrativa y recompensas, concluyen investigadores alemanes en un estudio[2].

Herramientas como simulaciones virtuales o juegos de cartas han demostrado ser efectivos para ayudar a las personas a definir sus objetivos profesionales y tomar decisiones informadas sobre su futuro, según los autores de iniciativas de orientación gamificadas como Interexit, Nobel Run, The Future Time Traveller Projec, Pledge o Jobland, entre otros.

Los 5 beneficios de la gamificación en la formación y la orientación

La implementación de la gamificación en entornos educativos y de orientación ofrece múltiples beneficios respaldados por estudios y expertos, tales como:
 

1. Aumenta la motivación y el compromiso

La incorporación de elementos lúdicos en la formación incrementa la motivación de los estudiantes. Según un estudio[3] publicado en el marco del Congreso internacional virtual sobre las tecnologías del aprendizaje y del conocimiento, los cursos que integran gamificación son percibidos por los estudiantes como más motivadores e interesantes.

Asimismo, en la orientación los elementos lúdicos refuerzan el compromiso y la implicación de las personas en su propio proceso de toma de decisiones académicas y profesionales. "La gamificación mejora la experiencia de usuario tanto en la persona orientada como en la que asesora. Es divertido, motivante y útil a la vez", argumenta Cotera.
 

2. Mejora la retención de los conocimientos adquiridos

La gamificación facilita la asimilación y retención de información.

En 2011 se demostró que el alumnado que participaba en actividades de aprendizaje gamificadas mostraba un aumento del 9% en la retención de los conocimientos en comparación con los chicos y chicas que aprendían con métodos tradicionales, según una investigación[4] de Traci Sitzmann, profesora en la Universidad de Colorado (Estados Unidos) y experta en el impacto de la gamificación y los juegos de simulación en el aprendizaje.

Por su parte, Ripoll enfatiza que la gamificación ayuda a que los estudiantes no memoricen mecánicamente, sino que vivan experiencias en las que "lo aprendido se vuelve relevante en su contexto". Esto facilita la interiorización del conocimiento y una comprensión más profunda y duradera.
 
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Las formaciones cortas permiten a empresas y trabajadores actualizar sus conocimientos rápidamente. Imagen: Freepik.

3. Contribuye al desarrollo de habilidades cognitivas y sociales

Las dinámicas de juego promueven el pensamiento crítico, la resolución de problemas y el trabajo en equipo. La Universidad Internacional de La Rioja[5] destaca que, desde la infancia, la gamificación estimula la creatividad y mejora las habilidades sociales al fomentar la colaboración entre los estudiantes.

En etapas más adultas, la gamificación en la orientación y la formación ayuda a mejorar las soft skills claves para el desarrollo profesional.

Por ejemplo, "la realidad virtual permite practicar habilidades como la comunicación o el liderazgo en escenarios inmersivos y controlados, ayudando a que las personas se enfrenten a situaciones que podrían no ser fáciles de practicar en un entorno convencional"?, explica Beatriz Ricci, Project Manager del Grupo neoCK, creador de neoSKILLS, una herramienta de realidad virtual ganadora de un Premio Educaweb, que permite diagnosticar y entrenar las competencias transversales del alumnado.
 

4. Fomenta la autonomía del alumnado

La gamificación convierte al estudiante en protagonista de su propio aprendizaje, asumiendo un rol activo en su proceso formativo.

Al diseñar experiencias gamificadas, se fomenta la autonomía, permitiendo que los alumnos exploren y tomen decisiones a su ritmo, explica Cotera.
 

5. Brinda un aprendizaje basado en la experimentación

La gamificación facilita que el alumnado aprenda mediante la experimentación, explorando distintas estrategias y enfrentando retos. "Mientras juegas, aprendes, desarrollas y descubres", añade Cotera.
 

Desafíos de implementar la gamificación en la educación y la orientación

Si bien la gamificación ha demostrado ser una herramienta eficaz para motivar y mejorar el aprendizaje y la toma de decisiones académicas y profesionales de las personas, algunas fuentes y expertos consultados coinciden en que su implementación conlleva desafíos, tales como:
  • Resistencia al cambio en los equipos docentes y de orientación

Uno de los principales obstáculos para aplicar la gamificación en la enseñanza es la reticencia de algunos profesionales a adoptar metodologías innovadoras.

Y es que solamente un tercio del profesorado de Educación Primaria afirma utilizar técnicas de juego para el aprendizaje, según un estudio[6] de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

"En muchas ocasiones, la gamificación es vista con escepticismo, ya que la idea de utilizar el juego o herramientas tecnológicas para los procesos formativos o de orientación genera dudas e inseguridad por el desconocimiento de su funcionamiento", señala por su parte Ricci, del Grupo neoCK.
 
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Las formaciones cortas permiten a empresas y trabajadores actualizar sus conocimientos rápidamente. Imagen: Freepik.
  • Falta más formación sobre gamificación para el profesorado y orientadores

Una de las claves para que los docentes y orientadores quieran y puedan implementar la gamificación en la enseñanza-aprendizaje es proporcionarles formación específica sobre esta metodología, ya que, según los resultados de la investigación realizada por la UNED, solo el 7% del profesorado en España ha recibido capacitación sobre este tema en su formación inicial.

No obstante, 7 de cada 10 docentes manifiesta sentirse atraído por la gamificación, y el 87% expresó que consideraba necesaria la formación continua en esta materia.

El profesorado y los profesionales de la orientación pueden encontrar cursos y másteres sobre gamificación en la educación en el buscador de cursos de Educaweb.
 
  • Escasez de tiempo para diseñar experiencias formativas gamificadas

Uno de los mayores retos de la gamificación en la enseñanza es el tiempo necesario para hacerlo correctamente, señala Ripoll. Y es que crear una experiencia formativa gamificada requiere tiempo, ya que no se limita a incorporar mecánicas de juego, sino a reflexionar cuidadosamente sobre los objetivos a alcanzar y cómo organizar el proceso de aprendizaje de manera efectiva.

"Esto supone un esfuerzo adicional para el profesorado, que muchas veces ya trabaja con una gran carga de responsabilidades", indica el experto, quien recomienda diseñar las experiencias en equipo para superar este desafío.
  • Dificultad para integrar la gamificación en los sistemas educativos

La implementación de metodologías gamificadas se enfrenta a estructuras burocráticas y normativas establecidas que dificultan la flexibilidad en el uso de estos recursos.

Cotera explica que "las actividades de orientación están muy determinadas por la normativa y la territorialidad, lo que hace que muchas veces se conviertan en procesos estructurados y poco lúdicos".

Para abordar este reto, se recomienda incluir estrategias gamificadas en los planes formativos oficiales y en las políticas de orientación, permitiendo su aplicación dentro del marco educativo.

Ejemplos como Jobland, un proyecto financiado por Erasmus+, han demostrado que la gamificación puede integrarse en el sistema educativo con éxito si se desarrolla un marco metodológico sólido adaptado a los planes formativos existentes.
 
  • Ausencia de herramientas de evaluación de la efectividad de la gamificación

Medir el impacto real de la gamificación en el aprendizaje y la orientación profesional es un desafío constante.

Desarrollar evaluaciones gamificadas de calidad puede requerir un tiempo considerable de planificación y recursos tecnológicos que no todas las instituciones educativas tienen, destaca un estudio[7] realizado por expertos de la Universidad Nacional De Trujillo (Perú).
 
  • Diseñar experiencias gamificadas en equipo y pensando en el alumnado

Para que la gamificación sea efectiva, debe estar alineada con las motivaciones y necesidades del alumnado.

Sin embargo, en muchas ocasiones, los docentes diseñan experiencias gamificadas basándose en sus propios intereses, sin considerar qué elementos resultan realmente atractivos para los estudiantes, señala Ripoll.

Además, que el equipo docente y de orientadores comparta las inquietudes que observan en los chicos y chicas, ideas, experiencias y objetivos, puede beneficiar el diseño de estas metodologías gamificadas.
 
Para encontrar formación sobre gamificación en la orientación y la educación, te recomendamos explorar el buscador de cursos de Educaweb.
 

Fuentes de Información


[1] Prieto Andreu, J. M. (2020). Una revisión sistemática sobre gamificación, motivación y aprendizaje en universitarios. Teoría De La Educación. Revista Interuniversitaria32(1), 73–99. https://doi.org/10.14201/teri.20625
[2] Brandenburger, J., & Janneck, M. (2023). A gamified career guidance platform with the potential to motivate young people intrinsically. CEUR Workshop Proceedings, 3405, 24-35. https://ceur-ws.org/Vol-3405/paper3.pdf
[3] Sánchez Pacheco, Carlos Luis (2019). Gamificación en la educación: ¿Beneficios reales o entretenimiento educativo?. Revista Internacional Docentes 2.0 Tecnología.
Noelia Carmona Núñez Redactora
Soy periodista, redactora y editora de contenidos en Educaweb, donde también gestiono las redes sociales corporativas.

Estudié el Grado en Periodismo en la Universitat Autònoma de Barcelona con Mención en Periodismo Especializado en Cultura y Sociedad. Trabajo en Educaweb con la ilusión de informar a las personas para que tomen decisiones sobre su futuro académico y profesional a través de nuestras publicaciones sobre formación, educación y empleo.
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