Cada vez se demandan más profesionales de la educación física deportiva

El acceso a la carrera de CAFyD tradicionalmente ha sido vocacional. Si te quieres dedicar al deporte es porque tienes una vinculación especial con él. Antes, el estudiantado que entraba a estos estudios no solo tenía a sus espaldas una trayectoria como deportista durante su infancia y su juventud, sino que también tenía una aptitud física extraordinaria para superar las pruebas selectivas cuando existían pocos centros y mucha demanda. Esto se está cambiando poco a poco, debido a que en la mayoría de las universidades ya no es necesario superar las famosas pruebas físicas que caracterizaban a los Institutos Nacionales de Educación Física.
 
Existe un debate sobre si es adecuado el acceso a esta carrera sin pruebas físicas iniciales, pero lo que está claro es que la competencia motriz del estudiantado debe estar por encima de la media para superar las prácticas de diversas asignaturas. Al final y al cabo, se dediquen a lo que se dediquen, el movimiento va a ser su herramienta de trabajo.
  En un principio, gran parte de las personas que finalizaban los estudios se han orientado a la docencia de la asignatura de Educación Física escolar. Es la ocupación que puede ofrecer mayor estabilidad, mejores condiciones laborales y reconocimiento social, pero que requiere del Máster Oficial de Formación del Profesorado.
 
Los ámbitos de la gestión deportiva y del entrenamiento físico-deportivo de equipos y deportistas han sido dos principales yacimientos de trabajo, y de forma menos prioritaria el mantenimiento y salud y las actividades recreativas extraescolares.
 
Sin embargo, esta situación ha ido evolucionando de manera que los resultados preliminares del estudio que realiza el grupo de investigación GISDOR de la Universidad de Sevilla para el Consejo COLEF indican que está creciendo exponencialmente el número de personas con esta titulación que se dedican a la dirección técnica de servicios deportivos y a la preparación física orientada a la promoción de la salud.

Con la puesta en marcha de los Planes de Prescripción de Actividad y Ejercicio Físico, implantando Unidades Activas de Ejercicio Físico, cada vez se demandan más profesionales de la educación física deportiva, inclusive incorporándose en los centros sanitarios. El gran reto de la educación física, la actividad física y el deporte pasa por la correcta ordenación del espacio profesional. La inminente reserva de actividad que exige la nueva Ley del Deporte abre la puerta a puestos de trabajo más dignos, mejores condiciones laborales y mayor prestigio social para las personas que tienen como misión el conseguir mediante la Educación Física, no solo en la etapa escolar, una sociedad más activa.
 
Como ya se ha comentado, aquellas personas que quieran dedicarse al ámbito de la salud deben tener en mente que deben especializarse en aquellas patologías y poblaciones especiales en las que vayan a intervenir con programas de ejercicio físico. La sociedad nos necesita altamente especializados, porque la ciencia está demostrando lo importante que es el ejercicio físico como herramienta coadyuvante a los tratamientos sanitarios.
 
Como tendencia emergente, están los avances tecnológicos y la inteligencia artificial. El apoyo en estas herramientas al conocimiento e intervención de los profesionales de la Educación Física y Deportiva es una de las inminentes ventajas competenciales en el sector científico del deporte. Para las educadoras y educadores físico-deportivos sin lugar a dudas la asignatura pendiente es la responsabilidad profesional desde una perspectiva deontológica en cada una de sus actuaciones profesionales. El Código Deontológico de la profesión debe estar en el ADN de quienes se dedican a la educación física y deportiva en sus especialidades de dirección, docencia o preparación física, y debe ser la colegiación el instrumento para garantizar un correcto servicio profesional seguro y de calidad en beneficio de la protección de los intereses de los consumidores y usuarios.
 
La vocación inicial del estudiantado debe transformarse en una profesión que requiere adoptar un compromiso para servir a la sociedad. No solo son necesarios los conocimientos de carácter intelectual, sino la actitud de realizar el acto profesional de manera responsable.  Se trata de una profesión que afecta a los derechos de la ciudadanía y hay que ser conscientes de que el ejercicio profesional conlleva responsabilidades, como la del deber de estar sujeto al control del colegio profesional para garantizar el respeto a las normas deontológicas.
  Existe un habitual ciclo de vida en esta profesión y tiende a iniciarse en labores interactivas de intervención directa y asciende la responsabilidad hasta finalizar en cargos de coordinación, dirección técnica o dirección y gestión.
 
La gestión de la edad es uno de los retos que tiene el sector deportivo para con sus trabajadores, especialmente con las y los profesionales técnicos. Muchas veces es el correcto dominio de los recursos metodológicos los que suplen el nivel de rendimiento físico. Al igual que otras profesiones, parece lógico que la edad ordinaria de jubilación debería ser rebajada o anticipada dada la potencial siniestralidad de las condiciones del trabajo y los requerimientos físicos exigidos para el desarrollo de la actividad.

Una de las asignaturas pendientes es actualizar la gestión de la prevención de los riesgos laborales en esta profesión.
  Para las educadoras y educadores físico-deportivos es una obligación, tal y como aparece recogido en su Código Deontológico. Para un correcto desarrollo de su actividad profesional, constituye un deber ético, un derecho y una responsabilidad ineludible la actualización de su formación y conocimientos profesionales a lo largo de su vida profesional activa.
 
Las evidencias científicas están creciendo de forma masiva en relación con la educación física, la actividad física y el deporte, por lo que es totalmente necesario que estas y estos profesionales de las CAFyD amplíen sus conocimientos durante el ejercicio de su profesión, manteniéndose informados y conociendo los avances que se vayan realizando en su campo de actividades.
 
Por supuesto, la formación continua también es una necesidad que debe ser asumida por el personal técnico del deporte, porque es un sector en constante evolución. Este personal, además de formarse en las novedades que vayan surgiendo, especialmente deben actualizarse en materia de seguridad, protección de los abusos, prevención de la violencia e intervención deportiva basada en el respeto a los derechos humanos.