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La educación para la paz: cómo promoverla en las aulas

Reportaje

En el Día Internacional de la Educación, voces expertas indican que el alumnado puede aprender una cultura de paz fomentando en clase el pensamiento crítico y la empatía

  • 24/01/2024
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Noelia Carmona. Redacción de Educaweb.
En un mundo marcado por una oleada de conflictos violentos, la intolerancia y el discurso del odio, el papel de la educación en la construcción de una paz duradera adquiere más protagonismo. La UNESCO, en su esfuerzo por abordar esta problemática, ha designado el Día Internacional de la Educación 2024, que se celebra cada 24 de enero, bajo el lema Aprender para una Paz Duradera.
 
Según este organismo internacional, la paz debe ir más allá de las medidas de seguridad y defensa que toman los países para detener los conflictos, ya que esta se debe lograr manteniendo bases sólidas de gobernanza inclusiva, democrática y participativa; así como alimentando la solidaridad, el diálogo, el entendimiento mutuo, el desarrollo sostenible, la igualdad y las libertades fundamentales.
 
En este sentido la educación desempeña un papel clave en la consecución y consolidación de la cultura de paz. "Un sistema educativo transformado y bien dotado de recursos puede ser una herramienta preventiva y eficaz a largo plazo que proteja, construya y sostenga la paz antes, durante y después de los conflictos", afirma la UNESCO en un comunicado.
 
"Si el odio empieza con las palabras, la paz empieza con la educación. Lo que aprendemos cambia nuestro modo de ver el mundo e influye en nuestra forma de tratar a los demás. Por tanto, debemos situar la educación en el centro de nuestros esfuerzos por alcanzar y mantener la paz mundial", menciona Audrey Azoulay, directora General de la UNESCO, en un comunicado con motivo del Día Internacional de la Educación 2024.

 
paz y corazones
La educación desempeña un papel fundamental en la cultura de paz y en el alcance de sociedades más pacíficas. Imagen: Freepik.

Educar para la paz a edades tempranas

 "Aunque hace años que el número de conflictos armados en el mundo ronda los 30, parece que la crudeza de la violencia en Ucrania y en Palestina, ambas muy mediatizadas, nos ha interpelado desde más cerca", explica Cécile Barbeito, investigadora de la Escola de Cultura de Pau de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), en entrevista a Educaweb.
 
Abordar los conflictos armados en el entorno educativo y educar en la paz desde edades tempranas es fundamental para que se construya una sociedad consolidada en los valores de paz, detalla la UNESCO. Sin embargo, las noticias sobre las guerras y la violencia llegan a los niños y niñas por múltiples canales y no resulta fácil para los docentes abordar temas sensibles en las aulas.
 
Por ello, Barbeito recomienda que "a poco que se sepa que parte del alumnado está expuesto a este tema (a menudo a partir de los 7-8 años), se aborde. Siempre con sensibilidad, y velando por la pluralidad de puntos de vista, especialmente si directa o indirectamente, pueden afectar a alumnos y alumnas del centro".
 
Igualmente es clave que se aborden educando en competencias clave para conseguir sociedades más pacíficas, como educar en la escucha activa, en la empatía y en la cooperación. "La cultura de paz se puede aprender, pero no por generación espontánea ni por inercia. Aprenderla requiere una práctica sostenida", afirma Barbeito.
 

¿Cómo abordar los conflictos y fomentar la cultura de paz en las escuelas?

Una manera de tratar estas temáticas es estudiando figuras históricas inspiradoras de humanidad y perdón, explica Antonio Milán Fitera, director del Departamento de Educación de la Universidad CEU San Pablo, en declaraciones a Educaweb.
 
"Cualquiera que descubra la figura histórica de Nelson Mandela, por ejemplo, entenderá que el perdón es necesario para el progreso de los pueblos y las civilizaciones. Y que, para descubrir el valor de la amistad y de las relaciones afectivas, es necesario aprender a pedir perdón y a perdonar", argumenta Milán.
 
En esta línea, trabajar con el alumnado, a través de actividades que requieren la cooperación de los demás, ayuda a integrar estos valores. "El aprendizaje que supone trabajar en equipo permite desarrollar la apertura a los demás y, sobre todo, descubrir y valorar las diferencias", detalla Milán, quien además opina que la educación emocional debería estar presente en el currículum educativo de todas las asignaturas.
 
Asimismo, cuando se aborden los conflictos armados y la paz en los centros educativos, Barbeito, investigadora de la Escola de Cultura de Pau de la UAB, recomienda "evitar la exposición a imágenes demasiado explícitas en edades tempranas, aportar una diversidad de voces y de puntos de vista, tratar los intereses geopolíticos y a la vez poniendo a las víctimas y los derechos humanos en el centro, y denunciar a los actores que se benefician de las guerras".
 
educar para la paz en el aula
Abordar los conflictos desde edades tempranas con pluralidad, sensibilidad, respeto, empatía y pensamiento crítico contribuye a la consecución de la paz duradera. Imagen: Freepik.

Potenciar las humanidades y el pensamiento crítico favorece la cultura de paz

Las ciencias sociales, las humanidades y la lectura favorecen la integración de los valores de cultura de paz. "Leer, comprender y estudiar el origen y las consecuencias de la violencia permite a los niños y adolescentes aprender de los errores. Además, a través de la lectura se desarrollan otras habilidades como la empatía, y te entrena para aprender a ponerte en el lugar del otro", explica Milán.
 
Igualmente, importante es fomentar el pensamiento crítico entre el alumnado. Sin embargo, para lograrlo "necesitamos formar y apoyar mejor a los docentes que están en primera línea", alerta Audrey Azoulay.
 
"Una persona con pensamiento crítico está mucho mejor preparada para solucionar problemas de modo creativo sin tener que recurrir a la violencia", añade Milán.
 

Contribuciones de la educación de paz para lograr una mejor convivencia

En escenarios de conflictos de gran magnitud como las guerras, la educación para la paz no consigue tener un efecto ni suficiente, ni sostenido en el tiempo, lamenta Barbeito, pues "un solo día de bombardeos como los de Gaza o de ataque a Israel dinamitan 30 años de esfuerzos de educación para la paz".
 
En cambio, en contextos más pacíficos las aportaciones de la educación para la paz son más evidentes y logran mejorar la convivencia, reducir el odio y aumentan la capacidad de afrontar los conflictos.
 
Desde la Escola de Cultura de Pau de la UAB han recogido algunas aportaciones de una educación para la paz en entornos cercanos:
 
  • Conseguir que el alumnado exprese más sus emociones.
  • Lograr que en las clases no haya alumnos marginados, consiguiendo que sean escuchadas y no ignoradas por el resto.
  • Reducir el absentismo escolar en centros de alta complejidad, porque el alumnado se siente más acogido.
  • Lograr que los centros escolares tengan una cultura menos autoritaria y más democrática, y que se haya extendido la educación emocional.

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