3 aportaciones clave de la FP

La Formación Profesional (FP) está ganando prestigio y notoriedad en los últimos años y así lo demuestran los diversos estudios nacionales e internacionales al respecto, con un aumento significativo del número de alumnado matriculado y con un tejido empresarial cada vez más necesitado de técnicos y técnicos superiores en sus plantillas.

Y es que los estudios de FP pueden reportar diversos beneficios para las personas trabajadoras, las empresas y la sociedad. Sin embargo, aún queda recorrido por hacer para que sus titulados estén más presentes en todos los sectores productivos del país, asegura el Observatorio de la Formación Profesional en su Informe 2023. La Formación Profesional ante los retos sociales.

De hecho, el estudio elaborado por CaixaBank Dualiza, con la colaboración de Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad, asegura que, durante los últimos 8 años, solo el 11,1% de las empresas en España contrató a titulados de FP, cuando, de media, el 32,4% de las compañías pertenecientes al conjunto de países de la UE27 empleó a técnicos y técnicos superiores. No obstante, augura que esta diferencia se reducirá con la creación de 3,8 millones de oportunidades laborales para la FP entre 2023 y 2035 en España.  

Conocer las ventajas que pueden aportar los estudios de FP ayudará a disminuir, entre otros, el porcentaje de pobreza, el número de desempleados y la tasa de abandono escolar temprano (AET), indicadores que actualmente todavía están por encima de la media de la UE27, pese a haber conseguido reducciones significativas en la última década, según el informe.
 

1. La FP es una herramienta de inclusión social y laboral

Uno de los beneficios que reporta la Formación Profesional es el de actuar como un elemento de inclusión social y de disminución de las desigualdades sociales en España. "La FP cuenta con herramientas para servir de escudo social frente al riesgo de pobreza a medio plazo y para impulsar la mejora de indicadores de bienestar personal y social", sostiene el informe.
 
En este sentido, uno de los retos laborales a los que se enfrenta el país en materia de inclusión laboral es volver a integrar en el mercado de trabajo a los parados de larga duración. En esta línea, los estudios de FP, eminentemente "prácticos, ágiles, escalables y con un retorno a corto plazo, actúan como herramienta integradora beneficiosa para este colectivo", afirma el informe. Y es que, en España, los parados de larga duración suponen el 28% del total de desempleados. Además, el 40% de ellos tiene un nivel educativo bajo, añade.
 
"El sistema de FP va más allá de proporcionar una formación inicial a los jóvenes, sino que prevé de formación y recualificación a las personas a lo largo de la vida, independientemente de su nivel de estudios previo. Esta opción formativa posibilita el desarrollo profesional de forma continuada, lo cual es fundamental para aquellas personas cuya cualificación es inferior a la del resto", indica el estudio. 
 

2. La FP permite la integración de la población migrante

Los estudios de Formación Profesional también actúan como integradores entre la población inmigrante. "Los extranjeros están más presenten en la FP (8,3%), que en el Bachillerato (6,7%) y que en el grado universitario (6%)", detalla el estudio.
 
Además, un tercio de los estudiantes extranjeros de FP optan por matricularse en familias profesionales de los ámbitos tecnológico e industrial, que precisamente son sectores con "más demanda de personal y donde más opciones de empleo y desarrollo profesional pueden encontrar", argumenta el informe.
 

3. La FP contribuye a reducir la brecha de género en el mercado laboral

Otro de los aportes que pueden ofrecer los estudios de FP es su contribución para reducir la brecha de género en las esferas laborales, formativas y sociales, señala el estudio.  
 
Sin embargo, actualmente las mujeres están infrarrepresentadas en las familias profesionales que precisamente ofrecen una inserción laboral más rápida y con mejores condiciones laborales, como son las relacionadas con la industria y las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). "Solo 1 de cada 10 estudiantes son mujeres, a pesar de que estas familias tienen mejores salidas profesionales y de mayor calidad en el corto, medio y largo plazo", señala el informe.
 
De hecho, los datos de matriculación entre ambos géneros están muy desequilibrados. En estudios industriales las mujeres suponen solo el 6%, en el ámbito STEM el 14,7%, en las TIC el 11,4%, y en los estudios relacionados con las profesiones verdes el 7,5%, detalla el estudio.
 
Además, "ellas están más presentes en familias profesionales orientadas al servicio como pueden ser Sanidad y Servicios Socioculturales y a la Comunidad", aclara el informe.
 
Como medida para reducir la brecha de género asociada a los estudios y profesiones científico-técnicos e industriales, es clave proporcionar orientación desde las primeras etapas educativas. "Esta matriculación sesgada de familias profesionales ha de trabajarse desde etapas tempranas en el marco del sistema educativo y del entorno familiar, donde la orientación juega un papel fundamental", recomienda el estudio.