Francisco Mesonero Fernández de Córdoba es licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y actualmente es el director General de la Fundación Adecco y de sostenibilidad del Grupo Adecco en España, cargos que ocupa desde hace más de 24 años, entre otros.
Sus líneas de trabajo se centran en la gestión e implantación de programas de Gestión de la Diversidad e Inclusión en el marco de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y destaca por su especial interés en las personas más vulnerables y las políticas de diversidad, equidad e inclusión en el marco empresarial.
Recientemente, Mesonero, desde la Fundación Adecco, ha participado en la elaboración de estudios e informes, como Tecnología y Discapacidad, sobre la implantación de las herramientas de inteligencia artificial (IA) en el entorno laboral, retos y oportunidades, y cómo esta afectará a los procesos de selección y a la inclusión laboral de personas con diversidad funcional.
La inteligencia artificial está cambiando el panorama laboral. ¿Qué oportunidades representa la integración de la IA en el mundo laboral para los trabajadores y las empresas?
Siempre partiendo de la base de que la intervención humana es, y va a seguir siendo fundamental, el despegue y la democratización de la Inteligencia Artificial (IA) alumbra numerosas, y muy diversas, oportunidades en el ámbito del empleo.
En primer lugar, la IA tiene un inmenso potencial para facilitar el rendimiento de los profesionales, al permitir a los trabajadores desempeñar sus funciones de una forma más rápida y efectiva. Además, los sistemas inteligentes pueden ser aliados como palanca formativa, mediante programas de aprendizaje personalizados y adaptados a las necesidades de cada empleado. Pero sin duda, uno de los ámbitos más interesantes es el de la accesibilidad y la promoción del empleo de las personas que lo tienen más difícil, particularmente aquellas con discapacidad, eliminando barreras históricas que han frenado su acceso al empleo. Por ejemplo, desarrollando programas y equipos especializados para aumentar su movilidad, audición, visión o capacidades de comunicación. Todos estos avances, que son positivos para las personas, lo son también para las empresas, que mejoran sus estándares de desempeño y por tanto su competitividad.
¿Y qué desafíos comporta la implantación de la inteligencia artificial en el entorno laboral?
Junto a las citadas oportunidades, emergen también numerosos desafíos que es necesario conocer y evaluar. Hay que tener en cuenta que la IA puede tomar decisiones con amplias implicaciones sociales y éticas, por ejemplo, en los procesos de selección cuando se utilizan ATS o software inteligentes. Existe una alta posibilidad de que existan sesgos inconscientes en estos sistemas, si las muestras de datos utilizadas para su entrenamiento no son suficientemente inclusivas ni contienen ejemplos positivos de personas con discapacidad, en el caso que nos ocupa. De hecho, según nuestro XII informe Tecnología y Discapacidad, un 66% de las personas con discapacidad teme quedar excluida de los procesos de selección liderados por sistemas inteligentes.
Además, son todavía muchas las personas en riesgo de exclusión que no han superado la barrera digital, es decir, no están familiarizados con las nuevas tecnologías y este hecho puede ensanchar aún más la brecha de desigualdad y exclusión. En concreto, 4 de cada 10 personas con discapacidad encuentra barreras de diferente índole (económicas, de usabilidad o de accesibilidad) para interactuar con el uso y manejo de las tecnologías.
A todo ello se unen riesgos relacionados con la privacidad, la seguridad, la transparencia o la responsabilidad, que es necesario seguir regulando para asegurar que la IA cumple con todas las normativas y estándares exigidos. Hay que insistir, nuevamente, en la importancia de la intervención humana para hacer frente a estos desafíos y garantizar la seguridad, la protección y la no discriminación de las personas.
Sus líneas de trabajo se centran en la gestión e implantación de programas de Gestión de la Diversidad e Inclusión en el marco de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y destaca por su especial interés en las personas más vulnerables y las políticas de diversidad, equidad e inclusión en el marco empresarial.
Recientemente, Mesonero, desde la Fundación Adecco, ha participado en la elaboración de estudios e informes, como Tecnología y Discapacidad, sobre la implantación de las herramientas de inteligencia artificial (IA) en el entorno laboral, retos y oportunidades, y cómo esta afectará a los procesos de selección y a la inclusión laboral de personas con diversidad funcional.
La inteligencia artificial está cambiando el panorama laboral. ¿Qué oportunidades representa la integración de la IA en el mundo laboral para los trabajadores y las empresas?
Siempre partiendo de la base de que la intervención humana es, y va a seguir siendo fundamental, el despegue y la democratización de la Inteligencia Artificial (IA) alumbra numerosas, y muy diversas, oportunidades en el ámbito del empleo.
En primer lugar, la IA tiene un inmenso potencial para facilitar el rendimiento de los profesionales, al permitir a los trabajadores desempeñar sus funciones de una forma más rápida y efectiva. Además, los sistemas inteligentes pueden ser aliados como palanca formativa, mediante programas de aprendizaje personalizados y adaptados a las necesidades de cada empleado. Pero sin duda, uno de los ámbitos más interesantes es el de la accesibilidad y la promoción del empleo de las personas que lo tienen más difícil, particularmente aquellas con discapacidad, eliminando barreras históricas que han frenado su acceso al empleo. Por ejemplo, desarrollando programas y equipos especializados para aumentar su movilidad, audición, visión o capacidades de comunicación. Todos estos avances, que son positivos para las personas, lo son también para las empresas, que mejoran sus estándares de desempeño y por tanto su competitividad.
¿Y qué desafíos comporta la implantación de la inteligencia artificial en el entorno laboral?
Junto a las citadas oportunidades, emergen también numerosos desafíos que es necesario conocer y evaluar. Hay que tener en cuenta que la IA puede tomar decisiones con amplias implicaciones sociales y éticas, por ejemplo, en los procesos de selección cuando se utilizan ATS o software inteligentes. Existe una alta posibilidad de que existan sesgos inconscientes en estos sistemas, si las muestras de datos utilizadas para su entrenamiento no son suficientemente inclusivas ni contienen ejemplos positivos de personas con discapacidad, en el caso que nos ocupa. De hecho, según nuestro XII informe Tecnología y Discapacidad, un 66% de las personas con discapacidad teme quedar excluida de los procesos de selección liderados por sistemas inteligentes.
Además, son todavía muchas las personas en riesgo de exclusión que no han superado la barrera digital, es decir, no están familiarizados con las nuevas tecnologías y este hecho puede ensanchar aún más la brecha de desigualdad y exclusión. En concreto, 4 de cada 10 personas con discapacidad encuentra barreras de diferente índole (económicas, de usabilidad o de accesibilidad) para interactuar con el uso y manejo de las tecnologías.
A todo ello se unen riesgos relacionados con la privacidad, la seguridad, la transparencia o la responsabilidad, que es necesario seguir regulando para asegurar que la IA cumple con todas las normativas y estándares exigidos. Hay que insistir, nuevamente, en la importancia de la intervención humana para hacer frente a estos desafíos y garantizar la seguridad, la protección y la no discriminación de las personas.
"La IA permite un mayor acceso a trabajos remotos y flexibles, beneficiando a aquellos trabajadores que encuentran barreras para desplazarse o trabajar en entornos tradicionales".
¿Qué formación y/o habilidades requerirán las personas que busquen empleo para afrontar un mercado laboral impactado por la IA?Más allá de competencias técnicas en ámbitos como la programación, la ciberseguridad y otras áreas tecnológicas que están liderando la creación de empleo, hay que destacar soft skills imprescindibles para prácticamente cualquier empleo. Las más importantes, la capacidad de adaptación o la disposición para adecuarse a los cambios que plantea el mercado laboral, así como el aprendizaje permanente, que exige a los profesionales adquirir conocimientos y competencias en tiempo real. Además, las habilidades que son más difíciles de automatizar van a cotizar al alza: empatía, toma de decisiones éticas, liderazgo inclusivo para supervisar y dirigir equipos multidisciplinares o pensamiento crítico.
¿Cómo puede la inteligencia artificial ayudar a eliminar barreras y facilitar la inclusión de personas con diversidad funcional en los puestos de trabajo?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la IA avanza a un ritmo exponencial, que no deja de desencadenar innovaciones ni de abrir nuevas posibilidades y oportunidades.
A día de hoy, podemos decir que la IA tiene un gran potencial para eliminar barreras en el empleo, en primer lugar, adaptando los entornos laborales y personalizando las herramientas de trabajo para satisfacer las necesidades individuales de los empleados con discapacidad. Además, la IA puede emplearse como recurso para automatizar tareas repetitivas o físicamente exigentes, permitiendo a las personas con discapacidad centrarse en tareas más creativas o cognitivas.
La formación es fundamental para el éxito de cualquier iniciativa inclusiva. ¿Cómo se puede utilizar la IA para ofrecer oportunidades de formación y desarrollo profesional adaptadas a los colectivos más vulnerables?
Una de las claves más interesantes es la posibilidad que tienen los sistemas inteligentes para personalizar el aprendizaje, adaptando el programa formativo a las necesidades específicas de cada persona. Esto se traduce en contenido accesible que favorece la comprensión y el acceso a los recursos formativos, así como en materiales y procedimientos que se ajustan al ritmo y estilo de aprendizaje de cada persona. Además, el desarrollo tecnológico y la IA permiten un mayor acceso a trabajos remotos y flexibles, beneficiando a aquellos trabajadores que encuentran barreras para desplazarse o trabajar en entornos tradicionales. En este sentido, la IA también puede facilitar la colaboración en línea y la adaptación de tareas y horarios, según las necesidades individuales.
"La clave es conectar tus intereses profesionales con las demandas de un mercado laboral cambiante y profundamente impactado por la Inteligencia Artificial".
¿Qué ejemplos concretos de aplicaciones exitosas de IA en el ámbito laboral le parecen más interesantes para conseguir una mayor inclusión e igualdad de oportunidades?En el informe mencionado, que elaboramos junto a Keysight, exponemos algunas de las herramientas de IA más usadas actualmente en el ámbito de la búsqueda de empleo. Estas son:
- Kickresume, el creador de currículums más poderoso del mundo: permite crear currículums profesionales a través de diferentes plantillas, y sin necesidad de habilidades gráficas.
- Vmock: es una aplicación que utiliza algoritmos que comparan nuestro currículum con aquellos más exitosos.
- ChatGPT: la herramienta de IA más conocida y que puede tener aplicación en la búsqueda de empleo, ofreciendo orientación profesional, asesoramiento para el currículum o para la preparación de entrevistas de trabajo.
¿Qué puede aportar la orientación profesional a las personas que inician la búsqueda de su primer empleo y a las que cambian de trabajo para adaptarse al impacto de la IA?
La orientación laboral es un recurso imprescindible para que las personas en desempleo puedan tomar decisiones informadas sobre su futuro profesional, así como desarrollar las habilidades y competencias necesarias para conectar con las ofertas de empleo actuales.
En un mercado laboral eminentemente digitalizado, competitivo y que evoluciona a un ritmo vertiginoso, resulta fundamental acompañar a los desempleados con más dificultades, identificando oportunidades reales de empleo y planificando su carrera a largo plazo. La clave es conectar sus intereses profesionales con las demandas de un mercado laboral cambiante y profundamente impactado por la Inteligencia Artificial.
