Es evidente que la IA traerá consigo cambios, y las personas tenemos que adquirir nuevas habilidades para adaptarnos a ellos. En este contexto, es importante tener en cuenta que no se tratará solo de adquirir nuevos conocimientos, sino de desarrollar nuevas habilidades y métodos de trabajo para conseguir los mejores resultados, sacando lo mejor de la IA y lo mejor de nosotros mismos.
En este sentido, la gestión del cambio y la adaptabilidad son claves. Tener la capacidad de adaptarse a los cambios es fundamental para seguir evolucionando, y potenciar e impulsar el reskilling (reciclaje profesional) es uno de los objetivos que todas las compañías deberían de incluir en su plan de formación. No en un futuro, sino ahora mismo.
No olvidemos que las empresas tienen un papel fundamental en el futuro del empleo. Por tanto, deben ser ellas las que apuesten por una formación continua y personalizada de sus empleados, para estar preparadas ante los cambios y los avances del uso de la inteligencia artificial. Aquellas empresas que no inviertan en el reskilling de sus equipos corren el riesgo de no avanzar en un entorno donde la capacidad de adaptación es fundamental.
En nuestro caso, desde la división Gi Training, especializados en acompañar a las empresas en la elaboración de sus planes formativos, apostamos por la evaluación del impacto de las nuevas tecnologías en las funciones del personal y de los itinerarios formativos necesarios para adaptarse a las nuevas tecnologías que serán fundamentales.
En este contexto, es evidente que las nuevas tecnologías traen consigo muchos cambios en el mercado laboral, pero esto también implica que vendrá cargada de retos y oportunidades para seguir creciendo y mejorando profesionalmente. La IA tiene un gran potencial para impulsar la creación de nuevos puestos de trabajo, así como mejorar procesos de optimización interna.
Asimismo, la IA aplicada al mundo laboral es la herramienta perfecta para liberar a los empleados de las tareas más rutinarias y repetitivas de sus puestos de trabajo, permitiendo a estos potenciar ideas más creativas, donde realmente aportan su valor.
De lo que no cabe duda es que la incorporación de la inteligencia artificial generará diversos beneficios y mejoras en el mundo laboral, pero tanto empresas, empleados, como el sector de la educación deben estar preparados para hacer frente a todos los cambios y novedades.
Asimismo, es importante actuar con rapidez para desarrollar todas las infraestructuras que serán necesarias y así evitar grandes trastornos como la falta de adaptabilidad o los trabajadores poco preparados para los futuros puestos de trabajo que nacerán conforme vaya avanzando la tecnología.