Orientar a las personas trabajadoras: clave para mejorar la economía

Ofrecer orientación profesional a las personas trabajadoras resulta crucial para que puedan afrontar los desafíos de un mercado laboral cambiante, y para que las empresas, la economía y la sociedad progresen. Este es uno de los principales mensajes del nuevo estudio Investing in Career Guidance. The Case for Workers, elaborado por 8 organismos internacionales.

La tercera edición de este informe dedicado a la orientación de los trabajadores ha sido publicada en conjunto por el Banco Mundial, el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop), la Comisión Europea, la Fundación Europea de Formación (ETF), el Grupo de Trabajo Interinstitucional sobre Orientación Profesional (IAG Career Guidance), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la UNESCO.
 
En esta publicación, dada a conocer recientemente, las entidades internacionales comparten su visión de por qué es importante la orientación tanto para los trabajadores como para sus empresas, y cuáles son las claves para mejorarla y que más personas accedan a ella. 
 
Coinciden en que esta es fundamental para que los trabajadores "desarrollen todo su potencial, progresen vertical y horizontalmente, alcancen la satisfacción y encuentren sentido a sus decisiones profesionales", especialmente en un contexto en el que el mercado de trabajo se transforma continuamente y presiona a las personas para que se reciclen y se formen continuamente, según el estudio.
 

Los beneficios de orientar permanentemente a las personas que trabajan

La nueva edición de Investing in Career Guidance. The case of workers afirma que la orientación profesional es necesaria porque hace más conscientes a los trabajadores sobre sus aspiraciones, las competencias con las que cuentan y las que necesitan adquirir. Además, "mejora su comprensión de las oportunidades y del valor del aprendizaje permanente, y les capacita para tomar decisiones bien informadas".  
 
Asimismo, acceder a servicios orientadores de calidad y de manera permanente contribuye a que las personas que trabajan puedan desempeñar nuevas funciones o cambiar de empleo u ocupación.  Además, al orientarse, tienen mayor facilidad para formarse y adaptarse a la introducción de nuevas tecnologías y procesos en sus trabajos, argumentan estos organismos internacionales.
 
El informe hace hincapié en que la orientación es especialmente beneficiosa para quienes se encuentran en las últimas etapas de su carrera profesional, las mujeres y los trabajadores desplazados o migrantes, ya que les facilita el reciclaje y la mejora de las cualificaciones, y contribuye a garantizar la igualdad de oportunidades y de género.
 
Desde la perspectiva de las empresas, orientar a los trabajadores permite que puedan hacer un mejor uso de sus capacidades, lo que contribuye a su productividad. Asimismo ayuda a que las organizaciones puedan "encontrar, desarrollar y retener el talento, y aplicar estrategias de gestión de la edad, aumentando así la motivación del personal y creando un entorno de trabajo positivo", sostienen los organismos internacionales.

Asimismo, la economía y la sociedad se pueden beneficiar de la orientación profesional de las personas porque esta tiene el potencial de dirigirlas desde sectores en declive hacia ocupaciones emergentes, "apoyando transiciones verdes y digitales más fluidas e inclusivas", afirma el informe.
 

8 propuestas para mejorar la orientación profesional de las personas trabajadoras

Si bien en los últimos años en la Unión Europea se le ha dado mayor importancia a la orientación de las personas trabajadoras, aún hay diversas acciones por realizar para mejorarla y aprovechar su potencial, según la publicación. Por ello, los organismos internacionales proponen:
 

1. Establecer una estrategia nacional de orientación permanente

Las administraciones deben establecer estrategias nacionales de orientación permanente e integrarlas en las políticas públicas de aprendizaje permanente, empleo, educación, juventud, igualdad de género, inclusión social y ecosistemas digitales nacionales, según el estudio.
 

2. Mayor inversión pública y privada en la orientación

Asimismo, se requiere más apoyo financiero público y privado para que toda la ciudadanía tenga acceso a la orientación profesional, independientemente de su situación económica y social.

En este sentido, el estudio aboga por que tanto los gobiernos, como las empresas, los centros formativos y los propios sindicatos y organizaciones de trabajadores inviertan en los servicios de orientación y faciliten que la sociedad acceda a ellos sin ningún tipo de coste.

Esto es necesario porque "la prestación privada de servicios de orientación puede ser costosa y corre el riesgo de excluir a quienes más la necesitan", indica el documento. 
 

3. Promover la colaboración y coordinación entre diversos agentes para ofrecer orientación

Además de invertir en la orientación, las organizaciones de empresarios, trabajadores y de la sociedad civil, así como los centros formativos privados y públicos, deben coordinarse para orientar a las personas trabajadoras que lo requieran, destaca el informe.

Así, en la orientación de los trabajadores han de implicarse múltiples actores. Por ejemplo, se pueden establecer asociaciones público-privadas o acuerdos de cooperación entre proveedores, que además tendrán que determinar estándares de calidad compartidos.

4. Mayor implicación del sector empresarial en la orientación de los trabajadores

Las empresas tienen un papel fundamental a la hora de facilitar a sus empleados el acceso a los servicios de orientación, según los organismos internacionales. Por ello recomiendan que las compañías contraten a orientadores y orientadoras independientes para ayudar a su personal en momentos de cambio en las necesidades de cualificación.

Asimismo, el estudio señala que las organizaciones empresariales, en especial las que representan sectores industriales o las pymes, deben ser más activas a la hora de orientar a las personas que trabajan, ya sea implantando estos servicios en sus entidades o dando difusión a los que ofrecen otras organizaciones.
 

5. Ofrecer tanto orientación en línea como presencial

El informe destaca la importancia de facilitar a los trabajadores el acceso a la orientación, por lo que el uso de la tecnología puede ser un gran aliado en esta tarea. No obstante, resulta fundamental equilibrar los servicios de orientación en línea con los presenciales.

Para utilizar adecuadamente las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el proceso orientador es indispensable formar a los orientadores y a las personas trabajadoras en competencias digitales, así como invertir en las infraestructuras que permitan llevar a cabo la orientación a distancia, sostienen las entidades internacionales.
 

6. Ampliar los servicios de orientación existentes y difundirlos

Generalmente la ciudadanía se orienta a través de los servicios públicos de empleo, sin embargo, estos suelen poner el foco en las personas que buscan trabajo. Por ello, los organismos internacionales que firman el informe recomiendan ampliar la orientación a todas las personas independientemente de su situación laboral.

Asimismo, el estudio señala que la mayoría de los trabajadores desconocen los beneficios que la orientación puede aportarles, ni tampoco sabe cómo acceder a ella, por lo que es necesario llevar a cabo campañas de difusión tanto por parte de las administraciones como de las empresas.
 

7. Evaluar la orientación proporcionada para determinar lo que funciona

El informe hace hincapié en la necesidad de evaluar y dar seguimiento a las acciones de orientación que se ofrecen a las personas trabajadoras, con el fin de mejorarlas y establecer indicadores de calidad.
 

8. Proporcionar más orientación a las personas con trabajos informales

Los trabajadores informales, es decir, quienes trabajan por cuenta propia en la economía informal o sumergida constituyen más de la mitad de la mano de obra mundial y, sin embargo, mayoritariamente no tienen acceso a servicios de orientación, según el estudio.

Por ello, los 8 organismos internacionales autores del informe abogan por que estas personas reciban orientación e información sobre ocupaciones, tendencias del mercado laboral y ayudas a la formación a través de otros canales, como los medios de comunicación.

Buenas prácticas de orientación para los trabajadores

En el informe se dan a conocer algunos ejemplos de iniciativas de orientación dedicadas especialmente a las personas trabajadoras, que favorecen su desarrollo profesional, y que han sido desarrolladas por diferentes entidades tanto públicas como privadas:
 

• España. El sindicato Comisiones Obreras de Castilla y León cuenta con la iniciativa FOREMCyL, que imparte formación y orientación profesional, con el fin de contribuir a la mejora de la cualificación profesional e inserción laboral de las personas con o sin empleo de Castilla y León.
   
• Sudáfrica. El servicio público de empleo de este país lleva a cabo un programa de radio semanal en el que se ofrece orientación profesional en directo y en los 10 idiomas oficiales, para así poder llegar a una población mayoritariamente rural de 15 a 65 años.
   
• Austria. La Cámara de Comercio regional de Tirol apoya a las empresas en el desarrollo de su personal ofreciendo orientación a los empleados y llevando a cabo su evaluación y planes de desarrollo profesional.