Reforzar la orientación en los centros educativos constituye una buena herramienta para reducir los índices de abandono escolar temprano. Esta es una de las propuestas que recoge el informe Propuesta para un Plan de Acción para reducir el Abandono Escolar Temprano en España, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en colaboración con el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y la Dirección General de Apoyo a la Reforma Estructural de la Comisión Europea.
Y es que España es uno de los países con la tasa de Abandono Escolar Temprano (AET) más elevada de la Unión Europea y la OCDE. Ahora bien, se han logrado avances significativos en esta materia en los últimos años: en 2022 la tasa de AET era de un 13,9%, casi la mitad que una década atrás. Pero a pesar de esta reducción, las cifras de AET en el país continúan muy por encima de la meta del 9% fijada por la Comisión Europea.
Además, el país también presenta el mayor porcentaje de repetidores por curso de los territorios que forman parte de la OCDE, con unas cifras de repetición de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) por encima del 8%, frente al 2% de la media de la OCDE.
El estudio constata que la repetición de curso supone un aumento de los costes educativos para los países, reduce la motivación de los y las jóvenes, menoscaba el rendimiento escolar y posteriormente desemboca en el abandono de los estudios. Esta salida temprana del sistema educativo conllevará en un futuro a mantener las desigualdades en el mercado laboral.
En este sentido, la OCDE propone intensificar la orientación para reducir las altas cifras de repetidores de curso y por ende de fracaso escolar. Además, aumentarla en los institutos deberá ser una realidad antes de que finalice el curso 2023/24, pues la Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE), que entró en vigor en enero de 2021, garantiza que todo el alumnado haya recibido, al final del 2º y del 4º curso de la ESO, orientación escolar y profesional con perspectiva de género.
Sin embargo, el informe constata que "en algunos centros y regiones falta un enfoque global de la orientación escolar y profesional". Asimismo, se hace difícil llevar a cabo un acompañamiento personalizado con la elevada ratio de alumnos por orientador que hay actualmente en España. En esta línea la OCDE propone apoyar a los centros educativos para que cuenten con un número suficiente de orientadores y orientadoras competentes.
Incorporar materias relacionadas con la orientación laboral
Implementar la orientación laboral en las asignaturas del currículo escolar de los estudiantes es también una herramienta poderosa para reducir la tasa de AET.
Sin embargo, no solo se trata de incluir la orientación en las asignaturas ya existentes, sino que también podrían añadirse materias y experiencias relacionadas con el entorno laboral y la orientación profesional en el plan de estudios, pues actualmente "solo aparece al final del 4º curso de la Educación Secundaria Obligatoria como una opción", remarca la OCDE.
En esta línea, el informe propone que centros y autoridades implanten un "sistema de acompañamiento laboral", que consistiría en un seguimiento del alumnado, de una semana de duración, en administraciones y empresas locales, con el fin de que los chicos y chicas obtengan su primer contacto con el mundo del trabajo y reflexionen sobre sus intereses y posibles itinerarios formativos futuros.
Por ejemplo, según el informe, en Finlandia, alumnos de 13 a 16 años deben completar 76 horas de formación sobre orientación profesional. Este país escandinavo tiene uno de los índices de repetición de curso más bajos de la OCDE, por debajo del 1% tanto en la primera como en la segunda etapa de secundaria.
La OCDE también ha lanzado este año el Observatory on Digital Technologies in Career Guidance for Youth (ODiCY) (Observatorio de Tecnologías Digitales para la Orientación Académica y Profesional de la Juventud), que pretende ser un repositorio de buenas prácticas de orientación digital donde toda la comunidad educativa pueda compartir proyectos, en los cuales la tecnología facilite y enriquezca este proceso de acompañamiento del alumnado. El ODiCY quiere ser un espacio de aprendizaje en constante actualización para preparar mejor a los jóvenes para la vida laboral.
Crear un índice de vulnerabilidad escolar común
Este informe, que detalla 15 recomendaciones para hacer frente al alto porcentaje de abandono escolar temprano que hay en España, también remarca la urgencia por identificar aquellos centros educativos más vulnerables para fomentar la equidad e igualdad de los jóvenes, sobre todo, entre aquellos chicos y chicas que se encuentran en entornos socioeconómicos más desfavorables.
Para ello, la OCDE propone desarrollar un "índice de vulnerabilidad escolar" común para todo el territorio bajo unas variables que puedan medir e identificar aquellos centros donde la tasa de AET es más elevada, con el fin de asignar recursos adicionales a los institutos que más lo necesiten en base a indicadores socioeconómicos, culturales, geográficos, de absentismo o rendimiento académico y de repetición de curso, entre otros.
El índice estaría dividido en dos componentes: uno básico con indicadores comunes para todo el país, y uno discrecional, con otros indicios adicionales establecidos por cada comunidad autónoma.
El objetivo de esta propuesta es poder identificar a aquellos jóvenes con alto riesgo de abandono de sus estudios antes de finalizar la segunda etapa postobligatoria y proporcionarles una orientación adecuada para que consigan finalizar la escolarización secundaria.
Fomentar el aprendizaje basado en competencias
Otro factor importante que propone la OCDE para España es flexibilizar el currículo escolar y el aprendizaje basado en competencias, orientando al alumno para que descubra aquellas habilidades y ámbitos que más le motiven.
Entre las propuestas descritas en el informe se recomienda promover la Formación Profesional (FP) con la puesta en marcha de una campaña nacional de concienciación sobre la calidad de la FP y conseguir que los Centros de Educación para Personas Adultas sean más atractivos para los jóvenes.
Desde las instituciones españolas, centros y empresas, ya se está promoviendo la FP con la entrada en vigor recientemente de la Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional con la que se pretende formar al alumnado con una mirada clara hacia las necesidades del tejido empresarial y también con una enseñanza más práctica.
En la siguiente infografía puedes observar las 15 recomendaciones agrupadas en cinco ámbitos de acción, que propone la OCDE para prevenir la salida prematura del sistema educativo de los y las jóvenes.
¿Sabías qué…?
- El MEFP ha puesto en marcha el Programa para la orientación, avance y enriquecimiento educativo (PROA+), con el fin de ofrecer apoyo y orientación al alumnado en situación de vulnerabilidad educativa. PROA+ está destinado a los centros sostenidos con fondos públicos con al menos el 30% de estudiantes en dificultad. Este programa cofinanciado por la Unión Europea cuenta con un presupuesto de 360 millones de euros para el periodo 2021-2024 y está implantado actualmente en casi 3.700 centros de todo el país.
- Otra iniciativa impulsada por el MEFP, el Programa de Cooperación Territorial de Unidades de Acompañamiento y Orientación, presta apoyo a los alumnos más vulnerables y en riesgo de repetición de curso y abandono escolar, para prevenir fracasos y promover su aprendizaje y éxito. Este programa, que cuenta con una dotación económica de 124 millones de euros, se extiende desde la Educación Primaria hasta finales de la ESO y Bachillerato en centros sostenidos con fondos públicos en el periodo 2021-2024.
Ficha técnica
El informe Propuesta para un Plan de Acción para reducir el Abandono Escolar Temprano en España, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en colaboración con el Ministerio de Educación y Formación Profesional y la Dirección General de Apoyo a la Reforma Estructural de la Comisión Europea, analiza el abandono escolar temprano y propone soluciones para reducirlo.
El documento detalla 15 recomendaciones, desgranadas en 44 propuestas y repartidas en cinco ámbitos de acción, para prevenir la salida prematura del sistema educativo de los y las jóvenes.
La tasa de Abandono Escolar Temprano es el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que no han completado la educación secundaria postobligatoria, principalmente Bachillerato o FP de Grado Medio.
