Las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de impulsar la formación de sus equipos en todos los ámbitos productivos de sus corporaciones. En esta línea, 9 de cada 10 compañías ya han puesto en marcha iniciativas de reskilling y upskilling, o las tienen planificadas a medio-corto plazo, según datos del Informe Caminos que convergen: jóvenes y empresas ante el reto del talento, elaborado por KPMG y la Fundación Princesa de Girona, en colaboración con Fundación Universitaria San Pablo CEU y Enagás.
Las empresas tienen como objetivo que sus plantillas puedan desarrollar nuevas habilidades propias y necesarias para sus funciones dentro de la compañía (reskilling), y por otro lado también están buscando la forma de actualizar aquellas competencias que ya poseen sus trabajadores (upskiling). Con estas iniciativas las organizaciones empresariales quieren ponerse al día en cuanto a la actualización y adquisición de soft skills (competencias transversales) entre sus empleados, que son aquellas que tienen que ver con la resolución de problemas, el pensamiento analítico, la autogestión y las habilidades creativas entre otros.
Y es que el talento se erige como el eje estratégico de las compañías en el corto-medio plazo, donde las soft skills ganarán cada vez más protagonismo. Como sociedad, saber "capitalizar y activar" las competencias de las personas es una de las claves que ha dado Francisco Belil, presidente de la Fundación Princesa de Girona, para el éxito empresarial.
"Hoy las empresas valoran, más allá de las competencias tecnológicas de los trabajadores, cada vez más, sus habilidades cognitivas, su capacidad de pensamiento crítico y creativo, de comunicación, de innovación, de autogestión y de trabajo en equipo o su habilidad para resolver problemas. Todo ello son disciplinas que no se adquieren en la universidad", ha remarcado Belil, durante la presentación de esta primera edición del informe, que ha tenido en cuenta la opinión de 106 empresas y 117 jóvenes.
Además de las soft skills mencionadas por Belil, las empresas también están demandando jóvenes con pensamiento analítico, liderazgo y con dominio de idiomas. En conclusión, las compañías están evolucionando hacia modelos basados en habilidades y capacidades propias del ser humano.
Las habilidades que serán más requeridas en el futuro
Las compañías encuestadas prevén, que para 2030, aumente el requerimiento de aquellas competencias que son clave para su sostenibilidad y transformación. En este sentido, anticipan que tendrán una mayor demanda de ciertas capacidades como el pensamiento analítico y la innovación (93%), el uso de tecnología, monitorización y control (87%), y la creatividad, originalidad e iniciativa (86%).
Por otro lado, las nuevas generaciones de jóvenes presentan mayores habilidades en competencias transversales como el aprendizaje continuo (77%), el razonamiento, la resolución de problemas y la generación de ideas (69%) y el análisis y pensamiento crítico (67%).
La falta de talento aumentará todavía más para 2030
Pese a que las empresas son conocedoras de sus necesidades futuras no consiguen cerrar la brecha de talento que ya existe actualmente y que prevén que aumentará todavía más de aquí a 2030.De entre las más de 100 empresas recogidas en el informe, 3 de cada 4 tiene dificultades para encontrar el talento que necesita. Además, este desencuentro entre las capacidades y las necesidades de las corporaciones se hace más presente en el sector tecnológico, donde el 93% no consigue cubrir sus exigencias productivas.
En este sentido, 8 de cada 10 encuestados considera la falta de talento como uno de los principales riesgos para la sostenibilidad del negocio. Y pese a que perciben el crecimiento de nuevos roles y capacidades, 1 de cada 3 no dedica esfuerzo a la tarea de detección de esas necesidades de forma sistemática, según el informe.
Las compañías auguran que la escasez de talento será especialmente notoria en especialistas en Inteligencia Artificial (IA) y aprendizaje automático (70%), expertos en ciberseguridad (69%), científicos y analistas de datos (66%), y desarrolladores de software y transformación digital (60%).
La orientación a edades tempranas ayuda a reducir el gap de talento
Reducir la falta de talento pasa por una "revisión profunda" del sistema educativo, orientada siempre hacia las necesidades cambiantes del mercado laboral. "Los proyectos educativos siguen manteniendo el foco en lo memorístico. Debemos evolucionar hacia el foco en lo competencial, pasar del repetir al hacer", ha mencionado, Xavier Bertolín, director Corporativo de Educación y Marketing de la Fundación La Caixa, poniendo el punto de mira en la experimentación durante el aprendizaje.
Y es que, según el informe, el 52% de los jóvenes y el 42% de las empresas consideran que la preparación académica de las generaciones que se están incorporando al mercado laboral no se ajusta lo suficiente a las necesidades del mercado.
Una de las herramientas para ayudar a los jóvenes, a dar el salto a la empresa y emprender una vida laboral satisfactoria, es la orientación a edades tempranas y no solo al finalizar los estudios.
"Comenzamos a trabajar con jóvenes en segundo de carrera, porque si empezamos antes a trabajar la parte emocional conseguiremos que tengan esa parte competencial más desarrollada. Con una actuación temprana conseguimos que el éxito sea mayor y con una inserción laboral más rápida y de mayor calidad", ha indicado Gema Guzmán, directora de Programas de Talento de la Fundación Princesa de Girona, donde trabajan con estudiantes de ciclos formativos de grado superior.
También es importante que los estudiantes conozcan todas las opciones formativas y cuáles tienen más salidas profesionales a la hora de elegir sus estudios. En este aspecto, más de la mitad de los jóvenes ha respondido que "no contaba con suficiente información" en este ámbito. Además, 4 de cada 10 desconoce cuáles son los roles más demandados en el mercado laboral. La falta de información y el desconocimiento son las razones que, un mayor porcentaje de estudiantes (76%), apunta como la causa principal del gap de talento.
Para Francisco Belil la solución a la falta de talento entre las empresas pasa por "encontrar más y mejores" políticas de orientación académica y profesional. "Tenemos que replantear nuestro sistema educativo, reforzando sus fortalezas y cubriendo sus carencias, y tenemos que escuchar lo que necesitan las empresas".
La creación y evolución de marcos que impulsen la colaboración entre administraciones públicas, empresas, centros educativos y sociedad favorecerá a la reducción del gap de talento entre los jóvenes y las empresas, según el informe.
Los jóvenes se sienten frustrados al dar el salto al mundo laboral
Durante la presentación del informe también se ha contado con la voz de varios jóvenes, entre ellos la de Sergio Madero, graduado en Biología, quién echando la vista atrás, ha mencionado que sintió "mucha frustración" al finalizar sus estudios y ver que no estaban conectados con el mundo laboral, a pesar de estar muy formado. "¿Qué habría necesitado? En mi caso concreto me faltó orientación laboral en etapas muy tempranas, es decir, antes de terminar la carrera. Siento que hay, por parte de los jóvenes, una especie de frustración, porque hemos hecho todo lo que nos han dicho y no estamos consiguiendo lo que esperábamos", ha indicado.
Tanto para el conjunto del tejido empresarial como para los jóvenes es importante poder experimentar de forma práctica el mundo del trabajo, con el objetivo de que los estudiantes pueden comprobar de primera mano "si les gusta ese fin laboral", ha concluido Madero.
En esta línea, recientemente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha presentado un repositorio de buenas prácticas de orientación llamado Observatory on Digital Technologies in Career Guidance for Youth (ODiCY) (Observatorio de Tecnologías Digitales para la Orientación Académica y Profesional de la Juventud), con el fin de compartir proyectos de orientación innovadores a nivel mundial, que ayuden a empresas, centros educativos y estudiantes a reducir el gap de talento.
Ficha técnica
El informe Caminos que convergen: jóvenes y empresas ante el reto del talento, elaborado por KPMG y la Fundación Princesa de Girona en colaboración con Fundación Universitaria San Pablo CEU y Enagás tiene por objetivo analizar la opinión de empresas y jóvenes sobre los desafíos que afronta el talento.El estudio está basado en las respuestas obtenidas en una encuesta en la que han participado 106 empresas y 117 jóvenes, además de completarse con entrevistas a directivos.
El 31% de las empresas encuestadas tiene menos de 100 empleados, el 19% de 100 a 1.000, y el 50% cuenta con una plantilla de más de 1.000 trabajadores.
De entre los jóvenes encuestados el 41% cuenta con un Grado universitario, el 40% con un Máster, el 13% con Bachillerato, el 3% con un título de Formación Profesional y el 2% con un Doctorado.