Las nuevas tecnologías, junto con los continuos cambios socioeconómicos a nivel global, han aumentado y acelerado la complejidad en los entornos profesionales. El enfoque experimental para poder abordar este reto es esencial, tal y como desgrana Dave Snowden en su modelo Cynefin. El equilibrio entre personas, robots y algoritmos está cambiando rápidamente y una de las claves para actuar es conocer el sistema de relaciones que se produce entre ellos.
La celeridad actual con la que se producen los cambios tecnológicos y la lentitud con la que se modifican los programas educativos, provoca un desajuste entre la oferta y la demanda de ciertas profesiones. La empresa y la academia se preparan para estos cambios a ritmos diferentes y eso requiere un esfuerzo conjunto, al que deben sumarse los gobiernos y la misma población activa, para mejorar el sistema de una visión más holística. Los conocimientos y habilidades necesarios para los próximos años, como ya mostraba The Future of Jobs Report 2020 del World Economic Forum, están cambiando.
En un mundo global y cada vez más interconectado resulta inevitable pensar que el mundo de la docencia universitaria y el de los centros de formación, debe establecer un diálogo con el mundo empresarial. La revolución tecnológica de los últimos años ha permitido la aparición de herramientas de inteligencia artificial, que ya comienzan a formar parte de nuestro vocabulario, como son ChatGPT, Bart o LlaMa, entre otros ejemplos.
Desde el Gobierno de España, a través de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de la Nueva Economía de la Lengua, se trabaja en diferentes iniciativas que persiguen que la tecnología sea capaz de entendernos y hablarnos correctamente, en este caso en español. Uno de los más destacados en este campo, es el proyecto LEIA, que tiene como objetivo enseñar a las máquinas a hablar un correcto español. Se trata de una iniciativa impulsada por la Real Academia Española (RAE), que cuenta con el respaldo de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASELE), y que ha tenido el apoyo inicial de Telefónica y de grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Amazon, Google, Twitter y Facebook. Las puertas quedan abiertas para que otras entidades o empresas puedan participar y colaborar en él.
Para cumplir con este fin, LEIA se fija dos objetivos fundamentales: procurar que se enseñe un español correcto a las máquinas y trabajar en el desarrollo de herramientas y aplicaciones, que ayuden a los humanos a adquirir un buen uso del español. Además, como uno de los principales medios para garantizar el cumplimiento de estos dos objetivos, se va a crear un certificado que permita verificar que las empresas e instituciones se comprometen a esforzarse por emplear un español correcto en sus plataformas y tecnologías.
Debemos conseguir un entendimiento con la IA que nos permita trabajar, realizar trámites o resolver cualquier otra situación. De hecho, esta necesidad fue uno de los grandes temas de debate en el IX Congreso Internacional de Lengua (2023) celebrado recientemente en Cádiz. De tal manera que, si el español se fortalece en el ámbito tecnológico y digital, los beneficios que generará serán muy numerosos, tanto para las empresas como para los ciudadanos de a pie.
En esta misma línea, otra de las más destacadas lingüistas computacionales del país, Carmen Torrijos, manifestó durante su intervención en el Congreso de la Lengua, que "tenemos el reto de conseguir aprovechar todo el potencial que nos da la Inteligencia artificial", ya que los proyectos que saldrán de esta tecnología serán infinitos, por lo que "para ello necesitamos a personas que creen los modelos de lenguaje". Por tanto, es fundamental la formación de profesionales en aprendizaje tecnológico y digital, puesto que la IA será usada en todos los sectores y, como afirman los expertos en la materia, detrás de la inteligencia artificial siempre hay un humano.
Conscientes de la importancia de esta necesidad de aprendizaje que tienen la IA, y en línea con el objetivo del PERTE de la Lengua de fomentar la formación y la investigación en torno a la lengua y cultura en español e impulsar la red de colaboración con instituciones y empresas locales, nacionales e internacionales del mundo académico y profesional, desde la Fundación Comillas se lanza la Cátedra Fundación Comillas 2023, que promueve el desarrollo formal de proyectos de trabajo en Inteligencia Artificial y lenguaje (lingüística computacional), la digitalización de la cultura y la innovación tecnológica del proceso de enseñanza-aprendizaje del español de especialidades.
En el campo de la formación, desde la Universidad de Cantabria, a la que está vinculada el CIESE, centro universitario de la Fundación Comillas, se solicitó un ajuste de la oferta académica con el ánimo de garantizar la calidad y robustecer la empleabilidad de todos los títulos y facilitar a los egresados una inserción laboral digna y de calidad. En este sentido desde el CIESE-Fundación Comillas se está haciendo un rediseño de los cursos de posgrado online y se ha incluido el reto de la transformación digital, para cumplir así con los requerimientos planteados por el ente universitario.
En resumen, la adaptación de la demanda y la oferta laboral en un mundo cada vez más cambiante y especializado pasa por unos planes formativos más ágiles y menos rígidos que permitan ser adaptados a los cambios, un diálogo fluido entre el mundo empresarial y académico y una voluntad de colaboración entre las diferentes disciplinas (científicas y humanistas) que sea capaz de formar profesionales polivalentes.
La celeridad actual con la que se producen los cambios tecnológicos y la lentitud con la que se modifican los programas educativos, provoca un desajuste entre la oferta y la demanda de ciertas profesiones. La empresa y la academia se preparan para estos cambios a ritmos diferentes y eso requiere un esfuerzo conjunto, al que deben sumarse los gobiernos y la misma población activa, para mejorar el sistema de una visión más holística. Los conocimientos y habilidades necesarios para los próximos años, como ya mostraba The Future of Jobs Report 2020 del World Economic Forum, están cambiando.
IA: un crecimiento exponencial
Un claro ejemplo de esta carrera a dos velocidades lo encontramos en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA). Una disciplina con un crecimiento exponencial, en la que es necesario no solo perfiles técnicos, como ingenieros o informáticos, sino también perfiles humanísticos formados en IA. La aparición de esta nueva disciplina ha supuesto y supondrá sin duda una auténtica revolución para la sociedad en general, pero, también ha supuesto una auténtica revolución en el panorama laboral de los graduados o licenciados en carreras de humanidades, como hispanistas, filólogos, lingüistas o filósofos, entre otros.En un mundo global y cada vez más interconectado resulta inevitable pensar que el mundo de la docencia universitaria y el de los centros de formación, debe establecer un diálogo con el mundo empresarial. La revolución tecnológica de los últimos años ha permitido la aparición de herramientas de inteligencia artificial, que ya comienzan a formar parte de nuestro vocabulario, como son ChatGPT, Bart o LlaMa, entre otros ejemplos.
"Serán necesarios no solo perfiles técnicos, como ingenieros o informáticos, sino también perfiles humanísticos formados en IA".
Desde el Gobierno de España, a través de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de la Nueva Economía de la Lengua, se trabaja en diferentes iniciativas que persiguen que la tecnología sea capaz de entendernos y hablarnos correctamente, en este caso en español. Uno de los más destacados en este campo, es el proyecto LEIA, que tiene como objetivo enseñar a las máquinas a hablar un correcto español. Se trata de una iniciativa impulsada por la Real Academia Española (RAE), que cuenta con el respaldo de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASELE), y que ha tenido el apoyo inicial de Telefónica y de grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Amazon, Google, Twitter y Facebook. Las puertas quedan abiertas para que otras entidades o empresas puedan participar y colaborar en él.
Más de 585 millones de hablantes
LEIA tiene como fin principal cuidar el uso de un correcto español en los medios tecnológicos y así evitar que se pierda la unidad que permite que más de 585 millones de personas puedan comunicarse en nuestra lengua sin dificultades.Para cumplir con este fin, LEIA se fija dos objetivos fundamentales: procurar que se enseñe un español correcto a las máquinas y trabajar en el desarrollo de herramientas y aplicaciones, que ayuden a los humanos a adquirir un buen uso del español. Además, como uno de los principales medios para garantizar el cumplimiento de estos dos objetivos, se va a crear un certificado que permita verificar que las empresas e instituciones se comprometen a esforzarse por emplear un español correcto en sus plataformas y tecnologías.
Debemos conseguir un entendimiento con la IA que nos permita trabajar, realizar trámites o resolver cualquier otra situación. De hecho, esta necesidad fue uno de los grandes temas de debate en el IX Congreso Internacional de Lengua (2023) celebrado recientemente en Cádiz. De tal manera que, si el español se fortalece en el ámbito tecnológico y digital, los beneficios que generará serán muy numerosos, tanto para las empresas como para los ciudadanos de a pie.
Perfiles humanistas y lingüistas computacionales
Cada vez más empresas e instituciones necesitan incorporar a perfiles humanistas a sus plantillas para desarrollar asistentes virtuales, chatbots y otras tecnologías que procesan el lenguaje natural por medio de la inteligencia artificial. Uno de los perfiles más demandados en los últimos años son los lingüistas computacionales. La experta Marta Guerrero, lingüista Computacional y Coordinadora en Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), ha puesto de manifiesto en diferentes intervenciones la importancia del trabajo previo y humano que requiere el desarrollo de los corpus y los modelos del lenguaje denominados fundacionales. De tal manera, cuanto mejores sean estos recursos, mejor hablará español la IA.En esta misma línea, otra de las más destacadas lingüistas computacionales del país, Carmen Torrijos, manifestó durante su intervención en el Congreso de la Lengua, que "tenemos el reto de conseguir aprovechar todo el potencial que nos da la Inteligencia artificial", ya que los proyectos que saldrán de esta tecnología serán infinitos, por lo que "para ello necesitamos a personas que creen los modelos de lenguaje". Por tanto, es fundamental la formación de profesionales en aprendizaje tecnológico y digital, puesto que la IA será usada en todos los sectores y, como afirman los expertos en la materia, detrás de la inteligencia artificial siempre hay un humano.
Conscientes de la importancia de esta necesidad de aprendizaje que tienen la IA, y en línea con el objetivo del PERTE de la Lengua de fomentar la formación y la investigación en torno a la lengua y cultura en español e impulsar la red de colaboración con instituciones y empresas locales, nacionales e internacionales del mundo académico y profesional, desde la Fundación Comillas se lanza la Cátedra Fundación Comillas 2023, que promueve el desarrollo formal de proyectos de trabajo en Inteligencia Artificial y lenguaje (lingüística computacional), la digitalización de la cultura y la innovación tecnológica del proceso de enseñanza-aprendizaje del español de especialidades.
El español de los negocios
Uno de los proyectos más ambiciosos de esta Cátedra es el Proyecto de investigación CORPEN-Comillas, para la creación del Corpus del español de los Negocios. Este CORPEN busca convertirse en una herramienta para cubrir las necesidades del español de los negocios, cuyo desarrollo permitirá ofrecer soluciones educativas y empresariales pensadas en español.En el campo de la formación, desde la Universidad de Cantabria, a la que está vinculada el CIESE, centro universitario de la Fundación Comillas, se solicitó un ajuste de la oferta académica con el ánimo de garantizar la calidad y robustecer la empleabilidad de todos los títulos y facilitar a los egresados una inserción laboral digna y de calidad. En este sentido desde el CIESE-Fundación Comillas se está haciendo un rediseño de los cursos de posgrado online y se ha incluido el reto de la transformación digital, para cumplir así con los requerimientos planteados por el ente universitario.
En resumen, la adaptación de la demanda y la oferta laboral en un mundo cada vez más cambiante y especializado pasa por unos planes formativos más ágiles y menos rígidos que permitan ser adaptados a los cambios, un diálogo fluido entre el mundo empresarial y académico y una voluntad de colaboración entre las diferentes disciplinas (científicas y humanistas) que sea capaz de formar profesionales polivalentes.