En España no hay escasez de profesionales, hay una brecha importante entre lo que el mercado ofrece y lo que buscan las empresas. La dificultad para poder incorporar a los perfiles que una compañía necesita se ha convertido en uno de los grandes retos en la gestión. Las organizaciones se enfrentan a un desajuste de talento sin precedentes en la última década. Tal es así, que, actualmente, 8 de cada 10 empresas españolas tienen problemas para encontrar y sumar a sus equipos los perfiles que requieren para cubrir sus necesidades. Y todo ello mientras el país tiene en torno a 3 millones de personas situación de desempleo.Se trata de un dato preocupante, que se mantienen por segundo año consecutivo en máximos históricos, tras un crecimiento disparado, pues en 2013, esta brecha apenas era de un 3%. Y, además, como apunta esta media nacional del 80%, el desajuste de talento afecta a todas las regiones, sectores y tipologías de empresa.
No obstante, es un fenómeno complejo que no obedece a un solo factor y requiere de un análisis más profundo. Cada sector tiene su realidad y nos podemos encontrar con que en algunos realmente faltan profesionales; en otros, en cambio, falta desarrollar ciertas competencias o habilidades; y, finalmente, también hay industrias en las que lo que las empresas intentan incorporar no se ajusta a la realidad, bien sea porque se pide demasiado o porque la compensación no está alineada con el mercado.
De manera habitual, se tiende a pensar en el sector tecnológico como el máximo exponente de este fenómeno. Y es cierto que la formación STEM sigue sin ser una de las opciones más elegidas, a pesar de las grandes oportunidades profesionales que ofrece. Por ello, podemos decir que, efectivamente, en el sector IT este desajuste -de un 84%- se debe a una falta real de profesionales.
En este acaso, se hace necesario impulsar medidas que permitan obtener resultados a corto plazo -como puede ser el reskilling o reorientación de carrera; a la vez que se realiza una revisión estructural del sistema educativo que permita corregir la desviación en el medio y largo plazo, impulsando vocaciones técnico-científicas desde edades tempranas, que lleve a despertar el interés en estas áreas por los profesionales del futuro.
"8 de cada 10 empresas españolas tienen problemas para encontrar y sumar a sus equipos los perfiles que requieren para cubrir sus necesidades".
Sin embargo, el sector más afectado por el desajuste de talento en España, por delante incluso de la tecnología, es el de la publicidad y comunicación, con un 91%. En este caso, la brecha está marcada por varios fenómenos, como la sofisticación de las tareas que se les demandan a estos profesionales, que la propuesta de valor de algunas empresas no sea atractiva para potenciales candidatos o las oscilaciones en la compensación entre las distintas empresas del mercado.
Cada sector tiene, como decíamos, sus particularidades, pero dado que el fenómeno es transversal, hay algunas medidas para afrontar ese desajuste que sí son comunes para poder incorporar y fidelizar a los profesionales que necesitan. Entre las estrategias que ponen en marcha las empresas españolas, la flexibilidad se posiciona como el principal recurso, lo emplean más de la mitad de las compañías. En cuanto a mejoras económicas, el incremento de salarios (24%) y los signing bonus o primas por cambiar de empleo (21%) son los más habituales.
Por otro lado, como ya decíamos, otra de las herramientas clave para abordar este problema es la creciente necesidad de articular programas de reskilling y upskilling orientados a adquirir las competencias y habilidades que son necesarias. En este sentido, lo más requerido a nivel de competencias técnicas son: IT y data, ingeniería, atención al público, manufactura, ventas y marketing. Por otro lado, si hablamos de habilidades blandas, que se han vuelto especialmente relevantes en los últimos años, destacan la resiliencia y adaptabilidad, la capacidad de trabajar en equipo, la fiabilidad, la habilidad para resolver problemas y la proactividad.
Desde ManpowerGroup llevamos tiempo advirtiendo de la necesidad de actuar en los distintos ámbitos y niveles de formación para progresivamente ir cerrando la brecha existente. Para ello, es fundamental contar con la visión de las empresas, para que ayuden a poner el foco en el tipo de perfiles y habilidades que se necesitan y, de este modo, impulsar la empleabilidad y reducir ese desajuste.
