La mayoría de las personas tienen claro lo que es un Instituto de Educación Secundaria (IES o IESO), pero ¿y un Centro Integrado de Formación Profesional (CIPFP, CIFP…). En algunas comunidades autónomas son los grandes desconocidos. Más de 20 años después de su regulación nacional, siguen sin tener una red de Centros Integrados de Formación Profesional.
Pero ¿qué es un Centro Integrado de FP? La clave está en la palabra "integrado". Para entenderlo de forma fácil, podríamos decir que la acreditación de que una persona esté formada profesionalmente puede venir por tres caminos relacionados entre sí, que permiten pasar de uno a otro sin dificultad.
Por un lado, está la Formación Profesional Inicial (los ciclos formativos de FP básica, FP de Grado Medio, FP de Grado Superior y Cursos de Especialización).
Por otro lado, está la Formación Profesional que se adquiere con la experiencia que te da un puesto de trabajo. Realmente, aunque no se tenga un título que lo acredite, los conocimientos adquiridos se poseen. En este caso, tenemos otro camino que es el de acreditación de las competencias por experiencia laboral o vías no formales de formación.
Un tercer camino, es la Formación Profesional en forma de acciones formativas o Certificados de Profesionalidad, que componen la formación para el empleo, destinada tanto a personas desempleadas como ocupadas.
Estos tres caminos no son excluyentes entre sí, por ejemplo, una persona puede acreditar parte de sus competencias a través de experiencia profesional, completarlas con acciones formativas para el empleo y finalmente, cursar parte de un Ciclo Formativo que le permita superar los módulos no convalidados, con el objetivo de obtener un título de Formación Profesional.
Por tanto, en los Centros Integrados se pueden impartir actualmente más de 170 Ciclos Formativos, 21 Cursos de Especialización, más de 580 Certificados de Profesionalidad y acreditar más de 2.200 unidades de competencia de las 26 familias profesionales existentes. Esto les convierte en el motor de la formación a lo largo de la vida.
Los Centros Integrados están especializados en FP y solo gestionan FP. Tienen representación empresarial y sindical en su propio Consejo Social, por lo que la empresa y trabajadores tienen la posibilidad de influir en la toma de decisiones, que afectan de manera significativa a la Formación Profesional. Este es el principal objetivo de la FP: formar profesionales para la empresa. Por lo tanto, es imperativo que la empresa (empresarios y trabajadores) esté representada dentro del centro educativo con voz y con voto.
Además, al estar centrados exclusivamente en la FP, los CIFP dan protagonismo a la formación del ciudadano durante toda su vida independientemente de su situación: ofrecen formación inicial para cualquiera que empiece a formarse sin experiencia, acciones formativas o certificados de profesionalidad para desempleados y trabajadores que quieran reciclarse o completar su formación, etc. También asesoran o evalúan en los procedimientos de acreditación de competencias.
Cualquier tipo de Formación Profesional es bienvenida en este tipo de centros, por lo que otro reto a superar es la orientación que se ofrece al alumnado: ya no vale simplemente con la orientación pedagógica y personal, sino que, además, se demanda una orientación profesional, entendida esta desde el punto de vista de la empresa.
Uno de los retos más importantes con que nos encontramos, es adaptar la oferta educativa a las necesidades de las empresas del entorno. No tiene por qué ser igual en todo el territorio nacional, incluso se puede adaptar en momentos puntuales para cubrir ciertas necesidades. Pero, aunque sea algo que la mayoría de los centros Integrados intentamos, a veces, desgraciadamente, nos encontramos con algunas dificultades, y hay formaciones muy demandadas por las empresas que no tienen suficiente alumnado interesado en cursarlas.
En ciertos sectores, encontrar ese punto de unión entre lo que la empresa demanda y lo que el o la estudiante quiere, resulta realmente difícil. Así que, nos encontramos con el desafío de hacer que esas profesiones, estudios, etc. sean más atractivas para que existan más matrículas y más trabajadores formados en ese sector. No es tan fácil como parece: decir simplemente "tienes trabajo seguro si terminas" ya no es el único aliciente para el alumnado.
Otro de los grandes retos, es contar con profesores especialistas en Formación Profesional. En el caso del CIPFPD de La Rioja, donde toda la Formación Profesional se realiza a distancia, hay que añadirle además los conocimientos digitales. El docente de FP debe de estar actualizado, y no perder el hilo de lo que está ocurriendo en el sector empresarial, esto le supone un esfuerzo adicional y constante, que muchas veces resulta difícil compatibilizar con la situación personal de cada uno. También, en los últimos años, se están detectando ciertas familias profesionales donde el número de docentes disponibles es inferior al necesario, lo que supone un esfuerzo adicional a los Centros Integrados, que intentan cubrir dichas vacantes lo antes posible, ya sea con nuevo profesorado o mediante la contratación de expertos.
Sin embargo, a pesar de estos inconvenientes, en España tenemos grandes ejemplos de Centros Integrados y, aunque no todos, algunos de ellos ya forman parte de la recién creada red estatal de centros de excelencia de FP. Estos centros actuarán como creadores de entornos de innovación, sostenibilidad y emprendimiento en el ámbito de la Formación Profesional. Cabe destacar, que, pese a que la mayoría de los centros que imparten Formación Profesional en España son IES, una gran parte de los centros de excelencia concedidos en 2022 son Centros Integrados de FP.
Debido a las múltiples virtudes de los Centros Integrados cada vez se están creando más en las distintas comunidades autónomas, y están cobrando la importancia que se merecen. Esperemos que esa red estatal de centros de excelencia pueda extenderse a nuevos centros y nuevas especialidades. Y que todos intercambiemos experiencias e inquietudes por el bien común de la Formación Profesional.
Cada vez más estudios revelan la importancia de la Formación Profesional para el mercado laboral, esto nos augura un futuro prometedor a los Centros Integrados. Es por ello, que debemos ser capaces de reaccionar a los cambios en el menor tiempo posible. Así como estar a la altura de lo que el mercado requiere: una Formación Profesional variada y de calidad.
Pero ¿qué es un Centro Integrado de FP? La clave está en la palabra "integrado". Para entenderlo de forma fácil, podríamos decir que la acreditación de que una persona esté formada profesionalmente puede venir por tres caminos relacionados entre sí, que permiten pasar de uno a otro sin dificultad.
Por un lado, está la Formación Profesional Inicial (los ciclos formativos de FP básica, FP de Grado Medio, FP de Grado Superior y Cursos de Especialización).
Por otro lado, está la Formación Profesional que se adquiere con la experiencia que te da un puesto de trabajo. Realmente, aunque no se tenga un título que lo acredite, los conocimientos adquiridos se poseen. En este caso, tenemos otro camino que es el de acreditación de las competencias por experiencia laboral o vías no formales de formación.
Un tercer camino, es la Formación Profesional en forma de acciones formativas o Certificados de Profesionalidad, que componen la formación para el empleo, destinada tanto a personas desempleadas como ocupadas.
Estos tres caminos no son excluyentes entre sí, por ejemplo, una persona puede acreditar parte de sus competencias a través de experiencia profesional, completarlas con acciones formativas para el empleo y finalmente, cursar parte de un Ciclo Formativo que le permita superar los módulos no convalidados, con el objetivo de obtener un título de Formación Profesional.
Por tanto, en los Centros Integrados se pueden impartir actualmente más de 170 Ciclos Formativos, 21 Cursos de Especialización, más de 580 Certificados de Profesionalidad y acreditar más de 2.200 unidades de competencia de las 26 familias profesionales existentes. Esto les convierte en el motor de la formación a lo largo de la vida.
Los Centros Integrados están especializados en FP y solo gestionan FP. Tienen representación empresarial y sindical en su propio Consejo Social, por lo que la empresa y trabajadores tienen la posibilidad de influir en la toma de decisiones, que afectan de manera significativa a la Formación Profesional. Este es el principal objetivo de la FP: formar profesionales para la empresa. Por lo tanto, es imperativo que la empresa (empresarios y trabajadores) esté representada dentro del centro educativo con voz y con voto.
Además, al estar centrados exclusivamente en la FP, los CIFP dan protagonismo a la formación del ciudadano durante toda su vida independientemente de su situación: ofrecen formación inicial para cualquiera que empiece a formarse sin experiencia, acciones formativas o certificados de profesionalidad para desempleados y trabajadores que quieran reciclarse o completar su formación, etc. También asesoran o evalúan en los procedimientos de acreditación de competencias.
"Los CIFP dan protagonismo a la formación del ciudadano durante toda su vida independientemente de su situación".
Cualquier tipo de Formación Profesional es bienvenida en este tipo de centros, por lo que otro reto a superar es la orientación que se ofrece al alumnado: ya no vale simplemente con la orientación pedagógica y personal, sino que, además, se demanda una orientación profesional, entendida esta desde el punto de vista de la empresa.
Uno de los retos más importantes con que nos encontramos, es adaptar la oferta educativa a las necesidades de las empresas del entorno. No tiene por qué ser igual en todo el territorio nacional, incluso se puede adaptar en momentos puntuales para cubrir ciertas necesidades. Pero, aunque sea algo que la mayoría de los centros Integrados intentamos, a veces, desgraciadamente, nos encontramos con algunas dificultades, y hay formaciones muy demandadas por las empresas que no tienen suficiente alumnado interesado en cursarlas.
En ciertos sectores, encontrar ese punto de unión entre lo que la empresa demanda y lo que el o la estudiante quiere, resulta realmente difícil. Así que, nos encontramos con el desafío de hacer que esas profesiones, estudios, etc. sean más atractivas para que existan más matrículas y más trabajadores formados en ese sector. No es tan fácil como parece: decir simplemente "tienes trabajo seguro si terminas" ya no es el único aliciente para el alumnado.
Otro de los grandes retos, es contar con profesores especialistas en Formación Profesional. En el caso del CIPFPD de La Rioja, donde toda la Formación Profesional se realiza a distancia, hay que añadirle además los conocimientos digitales. El docente de FP debe de estar actualizado, y no perder el hilo de lo que está ocurriendo en el sector empresarial, esto le supone un esfuerzo adicional y constante, que muchas veces resulta difícil compatibilizar con la situación personal de cada uno. También, en los últimos años, se están detectando ciertas familias profesionales donde el número de docentes disponibles es inferior al necesario, lo que supone un esfuerzo adicional a los Centros Integrados, que intentan cubrir dichas vacantes lo antes posible, ya sea con nuevo profesorado o mediante la contratación de expertos.
Sin embargo, a pesar de estos inconvenientes, en España tenemos grandes ejemplos de Centros Integrados y, aunque no todos, algunos de ellos ya forman parte de la recién creada red estatal de centros de excelencia de FP. Estos centros actuarán como creadores de entornos de innovación, sostenibilidad y emprendimiento en el ámbito de la Formación Profesional. Cabe destacar, que, pese a que la mayoría de los centros que imparten Formación Profesional en España son IES, una gran parte de los centros de excelencia concedidos en 2022 son Centros Integrados de FP.
Debido a las múltiples virtudes de los Centros Integrados cada vez se están creando más en las distintas comunidades autónomas, y están cobrando la importancia que se merecen. Esperemos que esa red estatal de centros de excelencia pueda extenderse a nuevos centros y nuevas especialidades. Y que todos intercambiemos experiencias e inquietudes por el bien común de la Formación Profesional.
Cada vez más estudios revelan la importancia de la Formación Profesional para el mercado laboral, esto nos augura un futuro prometedor a los Centros Integrados. Es por ello, que debemos ser capaces de reaccionar a los cambios en el menor tiempo posible. Así como estar a la altura de lo que el mercado requiere: una Formación Profesional variada y de calidad.