¿Qué le llevó a participar en los programas de Zurich y Junior Achievement?
El Col·legi Badalonès desde siempre ha entendido que la formación que debe recibir nuestro alumnado no se debe limitar única y exclusivamente al aula. Por ello solemos participar en aquellos programas de emprendimiento, de transmisión de conocimientos técnicos, de potenciación del trabajo en equipo y de empoderamiento personal, que nos sirven para acompañar a nuestros estudiantes en sus procesos de formación técnica y en valores. Salir del aula puntualmente para participar en este tipo de retos para nosotros es muy importante.
¿Cuáles han sido los principales retos a los que se ha enfrentado?
Transmitir la ilusión y la pasión a un equipo de más de 10 docentes, haciéndoles partícipes de los éxitos y de los desafíos necesarios para superar los inconvenientes. Si somos capaces de transmitir pasión a los profesores que día a día se enfrentan a la tarea de formar a generaciones futuras, el alumnado receptor de esta formación vivirá con pasión y esfuerzo la superación de retos de este tipo que no dejan de ser aprendizajes para afrontar con garantías la vida profesional y personal que les espera. Los programas de Junior Archievement son un excelente instrumento para conseguir parte de estos objetivos.
¿De qué resultados se siente más orgulloso?
Estamos muy agradecidos por la contribución al desarrollo personal y profesional de nuestro alumnado. Es una oportunidad para aprender de la experiencia de personas que tienen una enorme trayectoria profesional y personal, enriqueciendo a los estudiantes con sus opiniones y conocimientos. El alumno es transmisor de la información que recibe y así lo hace llegar a sus compañeros y docentes, haciéndoles partícipes de su experiencia, por lo que los proyectos van mucho más allá del alumno que lo vive personalmente.
¿Qué le ha aportado participar en el programa, personal y profesionalmente?
Acercamiento y proximidad con las empresas y con los profesionales que las integran, que de otra forma habría sido muy difícil por no decir imposible. Los centros de formación somos un engranaje más de la sociedad, donde todo o prácticamente todo culmina en la empresa, por lo que este programa nos permite palpar la realidad laboral de forma muy directa y trasladar esa realidad al aula de forma prácticamente inmediata.
¿Recomendaría la experiencia a otros docentes?
Sin duda, afrontar nuevos retos para aquellos docentes que no han tenido la oportunidad de hacerlo, les resultará enormemente enriquecedor. El formador y el alumno deben salir del aula y las empresas deben acercarse a los centros de formación que es donde se encuentran los profesionales del futuro y quienes los forman. Los programas de Junior Archievement son una excelente razón para hacerlo, que ni empresas, ni centros educativos deberían obviar.
El Col·legi Badalonès desde siempre ha entendido que la formación que debe recibir nuestro alumnado no se debe limitar única y exclusivamente al aula. Por ello solemos participar en aquellos programas de emprendimiento, de transmisión de conocimientos técnicos, de potenciación del trabajo en equipo y de empoderamiento personal, que nos sirven para acompañar a nuestros estudiantes en sus procesos de formación técnica y en valores. Salir del aula puntualmente para participar en este tipo de retos para nosotros es muy importante.
¿Cuáles han sido los principales retos a los que se ha enfrentado?
Transmitir la ilusión y la pasión a un equipo de más de 10 docentes, haciéndoles partícipes de los éxitos y de los desafíos necesarios para superar los inconvenientes. Si somos capaces de transmitir pasión a los profesores que día a día se enfrentan a la tarea de formar a generaciones futuras, el alumnado receptor de esta formación vivirá con pasión y esfuerzo la superación de retos de este tipo que no dejan de ser aprendizajes para afrontar con garantías la vida profesional y personal que les espera. Los programas de Junior Archievement son un excelente instrumento para conseguir parte de estos objetivos.
¿De qué resultados se siente más orgulloso?
Estamos muy agradecidos por la contribución al desarrollo personal y profesional de nuestro alumnado. Es una oportunidad para aprender de la experiencia de personas que tienen una enorme trayectoria profesional y personal, enriqueciendo a los estudiantes con sus opiniones y conocimientos. El alumno es transmisor de la información que recibe y así lo hace llegar a sus compañeros y docentes, haciéndoles partícipes de su experiencia, por lo que los proyectos van mucho más allá del alumno que lo vive personalmente.
¿Qué le ha aportado participar en el programa, personal y profesionalmente?
Acercamiento y proximidad con las empresas y con los profesionales que las integran, que de otra forma habría sido muy difícil por no decir imposible. Los centros de formación somos un engranaje más de la sociedad, donde todo o prácticamente todo culmina en la empresa, por lo que este programa nos permite palpar la realidad laboral de forma muy directa y trasladar esa realidad al aula de forma prácticamente inmediata.
¿Recomendaría la experiencia a otros docentes?
Sin duda, afrontar nuevos retos para aquellos docentes que no han tenido la oportunidad de hacerlo, les resultará enormemente enriquecedor. El formador y el alumno deben salir del aula y las empresas deben acercarse a los centros de formación que es donde se encuentran los profesionales del futuro y quienes los forman. Los programas de Junior Archievement son una excelente razón para hacerlo, que ni empresas, ni centros educativos deberían obviar.
Imágenes: Zurich España