Luis García es presidente de la Asociación de Centros de Formación Profesional FPEmpresa, una entidad sin ánimo de lucro que reúne a Centros de Formación Profesional públicos, concertados y privados de toda España, y que este año celebra su décimo aniversario.
Desde 2012, FPEmpresa trabaja con la finalidad de impulsar y fomentar la Formación Profesional a través del intercambio de experiencias y buenas prácticas entre los centros que la componen. Asimismo, FPEmpresa tiene el propósito de contribuir al impulso de la FP generando sinergias e impulsando proyectos que consoliden un modelo de profesionalización basado en el conocimiento, la innovación y el talento.
Recientemente, la entidad ha organizado el VIII Congreso de FPEmpresa y CaixaBank Dualiza, en colaboración con el Gobierno Vasco y la Fundación Orange, donde más de 600 docentes han analizado el futuro de la FP y de los centros educativos. A continuación, el presidente de FPEmpresa comparte en entrevista los principales logros de la asociación, las conclusiones del evento y su visión sobre el futuro de la FP, entre otros asuntos.
FPEmpresa cumple una década como asociación ¿En qué aspectos ha cambiado la Formación Profesional en todo este tiempo?
Creo que, en estos 10 años de vida de la asociación, la Formación Profesional se ha transformado de manera radical. Ha habido una mayor concienciación por parte de las administraciones, de las empresas y también por parte de las familias en considerar a la Formación Profesional como un elemento clave para el éxito, tanto a nivel personal para quienes apuestan por ella, como a nivel lo económico o en el desarrollo del país.
Al mismo tiempo, la nueva visión de los departamentos de talento de las empresas mirando de frente a los titulados de FP y demandando técnicos de FP, junto con la normativa general que regula tanto la Formación Profesional del sistema educativo como la formación profesional para el empleo, ha traído consigo una mayor coherencia a todo el sistema.
Aún tenemos retos pendientes para que los indicadores del sistema de Formación Profesional se aproximen a nuestros homólogos tanto de la Unión Europea como de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), pero estamos por el buen camino.
¿Qué conclusiones destacaría del reciente 8º Congreso de FP que han organizado FPEmpresa y CaixaBank Dualiza, y que se tituló "Construyendo el centro de FP del futuro"?
Entre las conclusiones más importantes del octavo Congreso de Formación Profesional destacaría el convencimiento que poseemos los diferentes actores de la FP sobre la importancia que tienen algunas líneas estratégicas y de pensamiento: en primer lugar, sabemos que hay que poner el foco centrado en el estudiante o en el aprendiz, las personas deben ser el pivote en el que construir un itinerario formativo.
En segundo lugar, en el Congreso se ha destacado la importancia de trabajar en red entre distintos centros tanto a nivel territorial como a nivel sectorial o productivo. Pero no solo el trabajo en red entre distintos centros, sino sumando el trabajo en red con las administraciones locales, con las empresas del territorio o con los agentes económicos y sociales. Es decir, no podemos aislarnos, en la FP, todos los actores que intervenimos en ella tenemos que abrirnos y estar juntos.
¿Qué desafíos tiene la Formación Profesional en estos momentos y cuáles afrontará en un futuro próximo?
Varios son los retos que nos encontraremos en un futuro inmediato. En primer lugar, hay que hacer más flexibles los centros de formación y la oferta formativa de la FP para dar respuesta a un mundo en un cambio vertiginoso.
En segundo lugar, tenemos que ser capaces de preparar a los propios formadores para que puedan estar al día tanto a nivel didáctico como tecnológico. En tercer lugar, resulta necesario hacer más accesible la oferta en todos los ámbitos y para todas las personas, y en cuarto lugar adaptarnos tecnológicamente a mayor velocidad.
¿Qué están haciendo los centros de FP para afrontar estos retos?
Los centros de Formación Profesional, y aquí quiero subrayar la importancia del centro de formación como lugar donde se articula una parte importante del proceso de enseñanza- aprendizaje de los nuevos profesionales, tienen la misión de afrontar estos retos y para ello el primer paso es ser conscientes de que no hay opción a este cambio.
Por ejemplo, los centros de nuestra asociación, hoy más de 450 en toda España, son activos permanentemente en la innovación y en el cambio, desarrollan tareas de prospección, análisis, adecuación, innovación y adaptación a los requerimientos que hacen las empresas de los distintos sectores productivos, incluso por encima de los requerimientos que oficialmente llegan desde las normativas de los títulos o desde los reglamentos.
Creo que un centro excelente es aquel se cuestiona permanentemente lo que hay que hacer cada año e intenta mejorar, pero no desde el punto de vista interno de la propia organización, si no de lo que nos piden o lo que se necesita en el entorno.
La brecha de género en la FP aún es alta en algunas familias profesionales. ¿Cómo atraer a más mujeres a los estudios de FP más masculinizados y a los hombres a los que tienen más alumnado femenino?
Este es uno de los retos pendientes para los propios centros. Sabemos que no somos capaces de hacer por nosotros mismos que se equilibre esta brecha. Necesitamos, que a partir de un ambicioso plan de orientación nos pongamos a trabajar juntamente con los centros de Primaria y de Secundaria.
Debemos mostrar lo que estamos haciendo en la Formación Profesional a los niños de Primaria y a los adolescentes de la ESO, pero hacerlo de manera activa. Tenemos que involucrar también a las empresas para que se abran a los más jóvenes en estas acciones. En todo caso, es un reto enorme que compartimos con la propia sociedad y tiene que ver con un cambio real en los roles y valores de las personas. Nos costará, pero hay que insistir y trabajar día a día. Por cierto, los medios de comunicación podéis ayudar en la tarea.
El sistema integrado de Formación Profesional incluye ahora los certificados de profesionalidad ¿Qué beneficios aportan los certificados de profesionalidad al tejido productivo y a las personas que deciden cursar esta formación?
Los certificados de profesionalidad y la formación modular o micro formación pretenden ser la vía rápida para adaptar el mercado laboral a las necesidades del sector productivo. Es decir, si somos capaces de desplegar de manera realista la oferta de certificados de profesionalidad, seremos capaces de dar respuesta a las personas que no tienen empleo, pero también a las necesidades del mercado de trabajo. Creo que son elementos claves para el éxito de la Formación Profesional como palanca de progreso.
La oferta formativa completa de los ciclos formativos da respuesta de manera eficaz a las necesidades de formación de los jóvenes que se incorporan a la vida adulta, y los certificados de profesionalidad son un elemento clave para la actualización permanente de las personas que ya están en el mercado de trabajo. Insisto en la importancia de hacer una oferta formativa coherente y ambiciosa.
¿Cómo pueden desde los centros fomentar estas formaciones para que más personas obtengan certificados de profesionalidad y así mejoren su empleabilidad?
Los centros de Formación Profesional estamos distribuidos de manera capilar por todo el territorio y eso es una fortaleza increíble para acercarnos a las necesidades de las personas y de las empresas que necesitan esta formación. Lo importante es que efectivamente los centros puedan ofertar estos certificados de profesionalidad o estas ofertas modulares de manera realista. Sabemos que tiene un coste económico, pero no afrontarlo será mucho más costoso.
En los 10 años que lleva FPEmpresa en activo, ¿cuáles han sido sus mayores logros?
Es difícil destacar un solo logro, pero quizás lo más importante es que los propios centros de FP hemos sido capaces demostrar que somos elemento clave para el sistema educativo y el económico del país, y que tenemos cosas que decir para mejorar la Formación Profesional y por tanto que hemos hecho un hueco en las agendas las instituciones, medios de comunicación, agentes sociales y sociales para para ocupartes y preocuparse por esta parte de la educación que durante mucho tiempo se consideró una via de segunda clase.
Además los propios centros de FP hemos aprendido a trabajar en red de manera constante sabiendo que así, de manera colaborativa, somos mejores.
¿Y qué retos afronta la asociación?
Queremos seguir siendo un referente para nuestra sociedad en relación con la mejora de la Formación Profesional. Intentamos que la asociación, que ha crecido de manera exponencial, pueda ser sostenible, pero siga siendo cercana y eficaz. Queremos que los egresados de FP estén mejor preparados y por supuesto que los chicos y chicas que decidan su futuro sepan que la FP es una primera opción.
Desde 2012, FPEmpresa trabaja con la finalidad de impulsar y fomentar la Formación Profesional a través del intercambio de experiencias y buenas prácticas entre los centros que la componen. Asimismo, FPEmpresa tiene el propósito de contribuir al impulso de la FP generando sinergias e impulsando proyectos que consoliden un modelo de profesionalización basado en el conocimiento, la innovación y el talento.
Recientemente, la entidad ha organizado el VIII Congreso de FPEmpresa y CaixaBank Dualiza, en colaboración con el Gobierno Vasco y la Fundación Orange, donde más de 600 docentes han analizado el futuro de la FP y de los centros educativos. A continuación, el presidente de FPEmpresa comparte en entrevista los principales logros de la asociación, las conclusiones del evento y su visión sobre el futuro de la FP, entre otros asuntos.
FPEmpresa cumple una década como asociación ¿En qué aspectos ha cambiado la Formación Profesional en todo este tiempo?
Creo que, en estos 10 años de vida de la asociación, la Formación Profesional se ha transformado de manera radical. Ha habido una mayor concienciación por parte de las administraciones, de las empresas y también por parte de las familias en considerar a la Formación Profesional como un elemento clave para el éxito, tanto a nivel personal para quienes apuestan por ella, como a nivel lo económico o en el desarrollo del país.
Al mismo tiempo, la nueva visión de los departamentos de talento de las empresas mirando de frente a los titulados de FP y demandando técnicos de FP, junto con la normativa general que regula tanto la Formación Profesional del sistema educativo como la formación profesional para el empleo, ha traído consigo una mayor coherencia a todo el sistema.
Aún tenemos retos pendientes para que los indicadores del sistema de Formación Profesional se aproximen a nuestros homólogos tanto de la Unión Europea como de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), pero estamos por el buen camino.
¿Qué conclusiones destacaría del reciente 8º Congreso de FP que han organizado FPEmpresa y CaixaBank Dualiza, y que se tituló "Construyendo el centro de FP del futuro"?
Entre las conclusiones más importantes del octavo Congreso de Formación Profesional destacaría el convencimiento que poseemos los diferentes actores de la FP sobre la importancia que tienen algunas líneas estratégicas y de pensamiento: en primer lugar, sabemos que hay que poner el foco centrado en el estudiante o en el aprendiz, las personas deben ser el pivote en el que construir un itinerario formativo.
En segundo lugar, en el Congreso se ha destacado la importancia de trabajar en red entre distintos centros tanto a nivel territorial como a nivel sectorial o productivo. Pero no solo el trabajo en red entre distintos centros, sino sumando el trabajo en red con las administraciones locales, con las empresas del territorio o con los agentes económicos y sociales. Es decir, no podemos aislarnos, en la FP, todos los actores que intervenimos en ella tenemos que abrirnos y estar juntos.
"Tenemos que ser capaces de preparar a los propios formadores para que puedan estar al día tanto a nivel didáctico como tecnológico".
¿Qué desafíos tiene la Formación Profesional en estos momentos y cuáles afrontará en un futuro próximo?
Varios son los retos que nos encontraremos en un futuro inmediato. En primer lugar, hay que hacer más flexibles los centros de formación y la oferta formativa de la FP para dar respuesta a un mundo en un cambio vertiginoso.
En segundo lugar, tenemos que ser capaces de preparar a los propios formadores para que puedan estar al día tanto a nivel didáctico como tecnológico. En tercer lugar, resulta necesario hacer más accesible la oferta en todos los ámbitos y para todas las personas, y en cuarto lugar adaptarnos tecnológicamente a mayor velocidad.
¿Qué están haciendo los centros de FP para afrontar estos retos?
Los centros de Formación Profesional, y aquí quiero subrayar la importancia del centro de formación como lugar donde se articula una parte importante del proceso de enseñanza- aprendizaje de los nuevos profesionales, tienen la misión de afrontar estos retos y para ello el primer paso es ser conscientes de que no hay opción a este cambio.
Por ejemplo, los centros de nuestra asociación, hoy más de 450 en toda España, son activos permanentemente en la innovación y en el cambio, desarrollan tareas de prospección, análisis, adecuación, innovación y adaptación a los requerimientos que hacen las empresas de los distintos sectores productivos, incluso por encima de los requerimientos que oficialmente llegan desde las normativas de los títulos o desde los reglamentos.
Creo que un centro excelente es aquel se cuestiona permanentemente lo que hay que hacer cada año e intenta mejorar, pero no desde el punto de vista interno de la propia organización, si no de lo que nos piden o lo que se necesita en el entorno.
La brecha de género en la FP aún es alta en algunas familias profesionales. ¿Cómo atraer a más mujeres a los estudios de FP más masculinizados y a los hombres a los que tienen más alumnado femenino?
Este es uno de los retos pendientes para los propios centros. Sabemos que no somos capaces de hacer por nosotros mismos que se equilibre esta brecha. Necesitamos, que a partir de un ambicioso plan de orientación nos pongamos a trabajar juntamente con los centros de Primaria y de Secundaria.
Debemos mostrar lo que estamos haciendo en la Formación Profesional a los niños de Primaria y a los adolescentes de la ESO, pero hacerlo de manera activa. Tenemos que involucrar también a las empresas para que se abran a los más jóvenes en estas acciones. En todo caso, es un reto enorme que compartimos con la propia sociedad y tiene que ver con un cambio real en los roles y valores de las personas. Nos costará, pero hay que insistir y trabajar día a día. Por cierto, los medios de comunicación podéis ayudar en la tarea.
"Queremos que los egresados de FP estén mejor preparados y por supuesto que los chicos y chicas que decidan su futuro sepan que la FP es una primera opción".
El sistema integrado de Formación Profesional incluye ahora los certificados de profesionalidad ¿Qué beneficios aportan los certificados de profesionalidad al tejido productivo y a las personas que deciden cursar esta formación?
Los certificados de profesionalidad y la formación modular o micro formación pretenden ser la vía rápida para adaptar el mercado laboral a las necesidades del sector productivo. Es decir, si somos capaces de desplegar de manera realista la oferta de certificados de profesionalidad, seremos capaces de dar respuesta a las personas que no tienen empleo, pero también a las necesidades del mercado de trabajo. Creo que son elementos claves para el éxito de la Formación Profesional como palanca de progreso.
La oferta formativa completa de los ciclos formativos da respuesta de manera eficaz a las necesidades de formación de los jóvenes que se incorporan a la vida adulta, y los certificados de profesionalidad son un elemento clave para la actualización permanente de las personas que ya están en el mercado de trabajo. Insisto en la importancia de hacer una oferta formativa coherente y ambiciosa.
¿Cómo pueden desde los centros fomentar estas formaciones para que más personas obtengan certificados de profesionalidad y así mejoren su empleabilidad?
Los centros de Formación Profesional estamos distribuidos de manera capilar por todo el territorio y eso es una fortaleza increíble para acercarnos a las necesidades de las personas y de las empresas que necesitan esta formación. Lo importante es que efectivamente los centros puedan ofertar estos certificados de profesionalidad o estas ofertas modulares de manera realista. Sabemos que tiene un coste económico, pero no afrontarlo será mucho más costoso.
En los 10 años que lleva FPEmpresa en activo, ¿cuáles han sido sus mayores logros?
Es difícil destacar un solo logro, pero quizás lo más importante es que los propios centros de FP hemos sido capaces demostrar que somos elemento clave para el sistema educativo y el económico del país, y que tenemos cosas que decir para mejorar la Formación Profesional y por tanto que hemos hecho un hueco en las agendas las instituciones, medios de comunicación, agentes sociales y sociales para para ocupartes y preocuparse por esta parte de la educación que durante mucho tiempo se consideró una via de segunda clase.
Además los propios centros de FP hemos aprendido a trabajar en red de manera constante sabiendo que así, de manera colaborativa, somos mejores.
¿Y qué retos afronta la asociación?
Queremos seguir siendo un referente para nuestra sociedad en relación con la mejora de la Formación Profesional. Intentamos que la asociación, que ha crecido de manera exponencial, pueda ser sostenible, pero siga siendo cercana y eficaz. Queremos que los egresados de FP estén mejor preparados y por supuesto que los chicos y chicas que decidan su futuro sepan que la FP es una primera opción.
