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La experiencia de un centro educativo que se adentra en el metaverso

Artículo de opinión

  • 04/10/2022
  • Tiempo de lectura 8 mins

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Sonia Díez. Educadora, psicóloga, economista y presidenta de EducAcción (Andalucía)
El metaverso está de moda y los educadores sabemos que cuando la tecnología irrumpe en nuestras vidas para crear comunidades, como ha sucedido con las redes sociales, antes o después acabará impactando – y, en gran medida, transformando – la manera de entender la relación entre las personas y modificando la forma en que la sociedad interactúa, crea, distribuye y participa. Globalmente.
 
Los colegios hemos aprendido que la estrategia de contención, en un afán de protección de los menores, no ha funcionado y que sólo ha servido para que las virtudes – y los muchos defectos – de las mismas lleguen tarde y sin control a nuestras aulas, generando buenas dosis de malestar e indefensión por parte de los docentes y las familias. Los metaversos y sus tecnologías inmersivas, capaces de hacer sentir a las personas que realmente existen en un universo virtual paralelo, llegan en mal momento a nuestro sector tras tres largos años de fuertes emociones y sobresaltos que han hecho mella en el estado de ánimo de los educadores y una cierta aversión o desconfianza ante la necesidad de introducir más cambios.
 
"Y, sin embargo, se mueve", como diría Galileo. Es un hecho. Están aquí para quedarse y esta vez, si tomamos la iniciativa ahora, llegamos a tiempo de ser parte del diseño y creación del metaverso educativo. Así de sencillo. Un acto de voluntad que superó los tres filtros con los que evalúan todo nuevo proyecto – verdad, bondad y belleza[1] – llevó a el Colegio Internacional Torrequebrada (CIT) a crear el año pasado un gemelo digital en el metaverso. A continuación, os contamos cómo lo hemos hecho:
 

Verdad

 
Los metaversos son muchos, no uno sólo. Los hay generalistas donde conviven personas con distintos intereses, pero la tendencia es la de agruparse por sectores; es decir, crear mundos especializados en diferentes áreas (arte, videojuegos, espectáculos…). Suponen una realidad inmersiva extraordinariamente potente que permite la interacción entre las personas a través de dispositivos que permiten la estimulación directa de los sentidos (de momento visuales, auditivos y táctiles), lo que, si bien ofrece experiencias inimaginables hasta ahora, también conlleva una especial vulnerabilidad por parte del usuario.
 
La existencia de metaversos exclusivamente educativos es totalmente residual y, obviamente, existen muy pocas evidencias científicas fuera de la mera investigación en laboratorio del impacto de su uso desde el punto de vista psicológico, pedagógico y de aprendizaje. La tecnología está aún en una fase muy prematura y tiene limitaciones de usabilidad. Al mismo tiempo y por las mismas razones, la incorporación temprana de un centro en un metaverso educativo – totalmente desregularizado aún - nos permite cocrear la normativa de uso (DAO), funcionamiento y convivencia en el mismo con bases educativas, ofreciendo a nuestro mejor entender, las garantías de control y seguridad que nuestra comunidad educativa requiere.
 
Una condición ineludible para nosotros era que el metaverso elegido para llevar a cabo esta iniciativa fuera exclusivamente educativo para profesionales e instituciones académicas y que tuviera trazabilidad de las identidades de los usuarios, así como herramientas y recursos para elaborar contenido propio. Por todo ello elegimos Educaverse.
 

Bondad

 
La oportunidad de realizar un gemelo digital del propio centro educativo sitúa a los alumnos y profesores en un espacio "real" de aprendizaje en vez de en un videojuego. La percepción de los espacios virtuales por parte del usuario determina la credibilidad y usabilidad de estos y es muy fácil caer en la tentación de construirlo uno mismo como si se tratara de un juego Lego, pero los resultados serían catastróficos desde el punto de vista de sensación e interacción tanto del alumno como del profesor.
 
La colaboración con un equipo de arquitectos especializados en el diseño de espacios educativos con experiencia y conocimientos de neurociencia es fundamental para dotar de solidez y funcionalidad espacial al sistema porque "moverse" por un espacio tridimensional requiere precisamente una estructura coherente y armónica tanto en dimensiones como estilos. La creatividad en este sentido es maravillosamente amplia, pero siempre respetando los principios de entendimiento y confortabilidad que también existen en nuestra capacidad perceptiva como humanos que somos.
 
Lo mismo sucede con los elementos de las aulas que, más allá de la posibilidad de poder ofrecer una inmersión espacial a la hora de organizar nuestras clases, (podemos, por ejemplo trasladarnos a las pirámides de Egipto, a la Amazonía, a momentos históricos como la Toma de la Bastilla, o a laboratorios como el de Severo Ochoa …), requieren también de una dotación suficiente de elementos con intención pedagógica (estanterías donde encontrar probetas, elementos de consulta y hasta bisturís para hacer disecciones de "ranas virtuales" sin dañar a u n solo animal o mezclar elementos químicos sin correr peligros…). Para todo esto contamos con la inestimable ayuda y colaboración del estudio de arquitectura Espacios Maestros.
 

Belleza

 
Nosotros entendemos la belleza del proyecto como el compromiso y propósito de la experiencia iniciada por los alumnos y profesores del colegio y la coherencia desde el punto de vista organizativo y de dotación de recursos. La hibridación del aprendizaje requerirá una combinación y una coordinación de lo que sucede en las aulas físicas con las virtuales.
 
Para lo anterior a cabo, se ha incorporado un itinerario pedagógico transversal a todas las asignaturas y edades relacionado con el proceso de certificación en el que está ya inmerso como "Centro Educativo Para el Desarrollo Sostenible" con la validación del Instituto para la formación e Investigación de Naciones Unidas (UNITAR) a través de ODScertificado.org. De esta forma, parte de los contenidos y proyectos académicos relacionados con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) se realizan en alguna de las 17 aulas creadas por ellos en el Campus para el Desarrollo Sostenible en el Educaverso, de manera que los profesores pueden usarlas para actividades y experiencias de contenido transversal para sus asignaturas.
 
Hemos querido aportar estos datos para justificar que todo esto no es ciencia-ficción sino una realidad, y que funciona (con sus límites, pero funciona). El Colegio Internacional Torrequebrada recibe visitas formativas de todas aquellas personas e instituciones interesadas (los grupos ya están cerrados hasta el año 2023). En estas visitas, además de tener ocasión de ver el proyecto en funcionamiento, se abordan cuestiones fundamentales, tales como: las grandes dosis de liderazgo y capacidad organizativa necesarias para llevarlo a cabo, la necesidad de un equipo compuesto por psicólogos, familias, profesores, expertos tecnológicos y pedagogos para la supervisión científica continua del impacto de cada uno de estos procesos; los detalles en cuanto a requisitos e inversiones en kits tecnológicos para realidad aumentada y creación de "ventanas" espaciales, o cuestiones técnicas y jurídicas como los títulos de propiedad y edificación de las propias lands. Estas visitas y jornadas formativas se realizan y certifican a través del Instituto para el Metaverso Educativo (IME), desarrollado por EducAcción.org.
 
Todo este proceso ha servido como prototipado para conseguir obtener datos e información necesarios que pueda servir como guía para futuros proyectos. De este modo, estamos consiguiendo:

 
  1. Modelizar el proceso de creación de un centro de formación completo en el metaverso
  2. Acelerar la obtención de datos para obtener evidencias científicas y actuar en consecuencia generando buenas prácticas
  3. Impactar positivamente en la validación de la tecnología
  4. Contribuir a la divulgación y cohesión en valores y principios de comportamiento en torno a los objetivos universales de la Agenda 2030
 
Hay muchos pros y algunos contras, por supuesto, pero la cuestión es ¿podemos los educadores, responsablemente, no estar presentes en la construcción de los metaversos educativos?
 
Es evidente que cualquier proyecto que impulse el uso educativo del metaverso deberá evaluar los riesgos y asumir importantes responsabilidades. Entre ellas, es esencial contemplar la necesidad de protección específica de los usuarios y las garantías de solvencia que sus programas deben ofrecer si pretendemos certificar un aprendizaje o capacitación concreta a través de ellos.
 
Al mismo tiempo, la tendencia creciente y normalización de uso del metaverso para nuestras actividades habituales no admite discusión. Según el estudio Metaverse Hype, realizado por el Instituto Gartner, en 2026, el 25% de la población pasará al menos una hora al día en el metaverso. 
 
Sin un prototipado con conocimiento experto en cada una de las áreas que participan en la creación de un centro educativo unido a un equipo técnico especializado en este desarrollo y una aplicación práctica en condiciones de seguridad, cualquier salto a la aplicación del metaverso en materia de educación sería una temeridad. Nuestra propuesta lo hace minorando los riesgos y maximizando la obtención de resultados en un centro educativo con alumnos y profesores que integren transversalmente los contenidos ODS en las materias curriculares, el uso de tecnología de realidad virtual y la interacción pedagógica en metaverso en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
 
[1]¿Es VERDAD o es un mero artificio?, ¿Es BUENO y aporta valor educativo al alumno, o es un experimento cuyo impacto escapa al control del proceso?, ¿Es BELLO. incentiva el bienestar, la cultura del cuidado mutuo y los valores humanos o es puro pragmatismo?
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