Màrius Martínez Muñoz es vicerrector de Relaciones Internacionales en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y presidente del Consorcio Europeo de Universidades Innovadoras (ECIU, por sus siglas en inglés).
El pedagogo, doctor en Ciencias de la educación y profesor titular de Orientación Profesional en la UAB acaba de lanzar su libro Què vols ser?, publicado solo en catalán por Eumo Editorial, mediante el cual reflexiona sobre la orientación académica y profesional que se ofrece a adolescentes y jóvenes, y proporciona algunas ideas para mejorarla. El libro ha sido presentado recientemente en Barcelona de la mano de Montserrat Oliveras, cofundadora de Educaweb
Martínez Muñoz ha sido decano de la Facultad de Educación de la UAB y lleva más de 30 años dedicado a la investigación sobre orientación y asesoramiento de centros educativos. Ha colaborado con el Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya, con los Servicios de Educación de la Diputació de Barcelona y con diversos ayuntamientos y entidades públicas y privadas en materia de orientación.
¿Cuál es el propósito de su libro y a qué público en concreto está dirigido?
El propósito es ofrecer, a modo divulgativo, los elementos que a mi juicio son fundamentales para entender la orientación con jóvenes en el contexto actual, como un proceso continuado en el que debe participar toda la comunidad. Pretende actualizar la mirada sobre el contexto de la orientación (crisis del modelo económico, emergencia climática, etc.) y va dirigido a profesionales de la educación y la formación (también de la orientación), a las familias; así como a aquellos y aquellas profesionales que también colaboran en este proceso en la administración local, en entidades y asociaciones etc.
En su libro hace énfasis que la orientación es un proceso y que debería ofrecerse y estar al alcance de las personas a lo largo de su vida. ¿Por qué hay que orientar a las personas a lo largo de su vida?
Pues porque orientar es como alimentarse bien, no es cosa de un día o de una sesión, sino de toda la vida. Las necesidades para concretar o modificar un proyecto personal, formativo, laboral o profesional, ocurren a lo largo de la vida. En la situación actual, los cambios, las nuevas necesidades de formación y los itinerarios formativos y laborales son muy diversos y requieren a menudo de apoyo y acompañamiento en distintos momentos de la vida y de manera continuada.
Menciona que en general la orientación académica y profesional se ofrece puntualmente en las etapas de transición académica, con visitas del alumnado a ferias educativas, charlas informativas con profesionales, visitas de centros y entornos laborales, etc. ¿Son suficientes estas acciones para orientar a las personas?
Naturalmente que no. Si recuperamos el símil de la dieta saludable, una comida saludable cada cinco años no es sinónimo de alimentación saludable. Madurar o concretar una idea de proyecto formativo o profesional no es cosa de una visita a una feria o recibir una charla. Estas actividades pueden complementar el proceso orientador, pero no sustituirlo o pensar que recibir una charla o visitar un salón es orientación. Orientar es acompañar durante todo un periodo largo.
El concepto de la infusión viene de la literatura anglosajona de los años 70. Es un concepto clásico de plena vigencia. Consiste en teñir el currículum, las actividades de aula de cada asignatura o materia, de intencionalidad orientadora, de mensajes orientadores o de estrategias orientadoras.
La motivación, por ejemplo, es un concepto clásico en la orientación académica. Es evidente que para motivar un alumno se debe incidir en el día a día de su aprendizaje, allí es donde se motiva porque aprende y le da sentido al aprendizaje y lo conecta con el entorno. Desmotivarse en clase y pretender volver a motivar a alguien en la hora de tutoría o en una entrevista es no entender que lo que motiva o desmotiva - en el contexto escolar - es lo que sucede dentro de cada aula en cada asignatura. La motivación, en este ejemplo, se infusiona en el currículum cuando se trabaja a la vez que se desarrolla el proceso de aprendizaje.
Uno de los apartados de su libro menciona que en realidad todos los profesores orientan al alumnado, a veces sin saberlo. ¿A qué se refiere con esto?
Justamente a lo que comentaba anteriormente. Cada profesor con su actuación, con su relación con cada alumno, genera atención, interés, motivación, conexión con el entorno. Todas las interacciones - o su ausencia - generan oportunidades de orientación o de desorientación. Por ello es importante que todo el profesorado conozca esta dimensión de su actuación profesional. Es una lluvia fina, una influencia, un acompañamiento, como decía, que junto con la del resto de profesorado, van configurando un entorno orientador, de apoyo y soporte para que cada alumno pueda ir conociéndose mejor, para que pueda ir perfilando una idea de lo que quiere hacer.
En su libro le da mucha importancia a que las personas (niños, jóvenes y adultos) realicen actividades asociativas, culturales y deportivas para desarrollarse personal y profesionalmente. ¿Qué aporta este capital social y cultural al desarrollo personal y profesional de las personas?
La orientación se desarrolla a lo largo de la vida, como ya he explicado, en la sucesión de procesos formativos o episodios vitales (formación, trabajo, etc.), pero también se desarrolla a lo ancho de la vida: de manera simultánea a la formación, por ejemplo. Eso quiere decir que lo que permite a un alumno conocerse mejor, desarrollar competencias y conocer mejor lo que quiere ser o lo que quiere hacer, no es sólo lo que le pasa en la escuela. Es también lo que le pasa cuando participa en una actividad deportiva –(individual o de equipo), o cuando es parte de un club o de una asociación cultural, excursionista, comunitaria o de cualquier otro tipo. En esos contextos se viven experiencias y se desarrollan aprendizajes distintos, complementarios a los estrictamente formativos, que son igualmente importantes para equipar a cualquier persona con un repertorio de competencias y vivencias que lo configuran como persona, como ciudadano y que le permitirán afrontar mejor los desafíos que se encuentre.
La orientación verde es el compromiso también de la práctica orientadora con la lucha contra la emergencia climática. Orientar es acompañar para que cada cual pueda configurar un itinerario y un proyecto satisfactorios y eso no puede pasar ignorando el contexto ecológico y de emergencia en el que vivimos. Tanto en la dimensión ciudadana, en la que podemos y debemos comprometernos individual y colectivamente, como en la dimensión profesional, escogiendo profesiones y actividades profesionales acordes con los tiempos y circunstancias que vivimos, tener en cuenta estas cuestiones es fundamental. Orientamos para vivir en una sociedad que debe afrontar esta situación, en lo individual, pero también en lo colectivo. Tras la pandemia, tras un verano con más de 40 noches tropicales en nuestro país, nadie debería ignorar esta cuestión. Tampoco la orientación.
¿Qué se necesita para mejorar la orientación académica y profesional que se ofrece actualmente en Catalunya en particular y España en general?
Como ya he mencionado en otras ocasiones, un modelo inspirador, no prescriptivo, no normativista, que ayude a definir prácticas de referencia y estándares de calidad para que cualquier persona disponga de este acompañamiento prolongado y esta estructura socioeducativa de soporte a sus proyectos de vida. Naturalmente el modelo y sus estándares pueden también inspirar una reforma de la formación inicial y permanente del personal orientador y de los tutores y tutoras, pero esto lo comentaremos en otra ocasión.
El pedagogo, doctor en Ciencias de la educación y profesor titular de Orientación Profesional en la UAB acaba de lanzar su libro Què vols ser?, publicado solo en catalán por Eumo Editorial, mediante el cual reflexiona sobre la orientación académica y profesional que se ofrece a adolescentes y jóvenes, y proporciona algunas ideas para mejorarla. El libro ha sido presentado recientemente en Barcelona de la mano de Montserrat Oliveras, cofundadora de Educaweb
Martínez Muñoz ha sido decano de la Facultad de Educación de la UAB y lleva más de 30 años dedicado a la investigación sobre orientación y asesoramiento de centros educativos. Ha colaborado con el Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya, con los Servicios de Educación de la Diputació de Barcelona y con diversos ayuntamientos y entidades públicas y privadas en materia de orientación.
¿Cuál es el propósito de su libro y a qué público en concreto está dirigido?
El propósito es ofrecer, a modo divulgativo, los elementos que a mi juicio son fundamentales para entender la orientación con jóvenes en el contexto actual, como un proceso continuado en el que debe participar toda la comunidad. Pretende actualizar la mirada sobre el contexto de la orientación (crisis del modelo económico, emergencia climática, etc.) y va dirigido a profesionales de la educación y la formación (también de la orientación), a las familias; así como a aquellos y aquellas profesionales que también colaboran en este proceso en la administración local, en entidades y asociaciones etc.
En su libro hace énfasis que la orientación es un proceso y que debería ofrecerse y estar al alcance de las personas a lo largo de su vida. ¿Por qué hay que orientar a las personas a lo largo de su vida?
Pues porque orientar es como alimentarse bien, no es cosa de un día o de una sesión, sino de toda la vida. Las necesidades para concretar o modificar un proyecto personal, formativo, laboral o profesional, ocurren a lo largo de la vida. En la situación actual, los cambios, las nuevas necesidades de formación y los itinerarios formativos y laborales son muy diversos y requieren a menudo de apoyo y acompañamiento en distintos momentos de la vida y de manera continuada.
Menciona que en general la orientación académica y profesional se ofrece puntualmente en las etapas de transición académica, con visitas del alumnado a ferias educativas, charlas informativas con profesionales, visitas de centros y entornos laborales, etc. ¿Son suficientes estas acciones para orientar a las personas?
Naturalmente que no. Si recuperamos el símil de la dieta saludable, una comida saludable cada cinco años no es sinónimo de alimentación saludable. Madurar o concretar una idea de proyecto formativo o profesional no es cosa de una visita a una feria o recibir una charla. Estas actividades pueden complementar el proceso orientador, pero no sustituirlo o pensar que recibir una charla o visitar un salón es orientación. Orientar es acompañar durante todo un periodo largo.
"En la situación actual, los cambios, las nuevas necesidades de formación y los itinerarios formativos y laborales son muy diversos y requieren a menudo de apoyo y acompañamiento en distintos momentos de la vida y de manera continuada".
En su libro afirma que, para que las personas puedan afrontar cada etapa formativa y sus transiciones, así como los cambios en las etapas laborales, se requieren acciones de orientación integradas a la formación. ¿A qué se refiere exactamente y cómo se puede lograr esto de "infusionar la orientación en la formación"?El concepto de la infusión viene de la literatura anglosajona de los años 70. Es un concepto clásico de plena vigencia. Consiste en teñir el currículum, las actividades de aula de cada asignatura o materia, de intencionalidad orientadora, de mensajes orientadores o de estrategias orientadoras.
La motivación, por ejemplo, es un concepto clásico en la orientación académica. Es evidente que para motivar un alumno se debe incidir en el día a día de su aprendizaje, allí es donde se motiva porque aprende y le da sentido al aprendizaje y lo conecta con el entorno. Desmotivarse en clase y pretender volver a motivar a alguien en la hora de tutoría o en una entrevista es no entender que lo que motiva o desmotiva - en el contexto escolar - es lo que sucede dentro de cada aula en cada asignatura. La motivación, en este ejemplo, se infusiona en el currículum cuando se trabaja a la vez que se desarrolla el proceso de aprendizaje.
Uno de los apartados de su libro menciona que en realidad todos los profesores orientan al alumnado, a veces sin saberlo. ¿A qué se refiere con esto?
Justamente a lo que comentaba anteriormente. Cada profesor con su actuación, con su relación con cada alumno, genera atención, interés, motivación, conexión con el entorno. Todas las interacciones - o su ausencia - generan oportunidades de orientación o de desorientación. Por ello es importante que todo el profesorado conozca esta dimensión de su actuación profesional. Es una lluvia fina, una influencia, un acompañamiento, como decía, que junto con la del resto de profesorado, van configurando un entorno orientador, de apoyo y soporte para que cada alumno pueda ir conociéndose mejor, para que pueda ir perfilando una idea de lo que quiere hacer.
En su libro le da mucha importancia a que las personas (niños, jóvenes y adultos) realicen actividades asociativas, culturales y deportivas para desarrollarse personal y profesionalmente. ¿Qué aporta este capital social y cultural al desarrollo personal y profesional de las personas?
La orientación se desarrolla a lo largo de la vida, como ya he explicado, en la sucesión de procesos formativos o episodios vitales (formación, trabajo, etc.), pero también se desarrolla a lo ancho de la vida: de manera simultánea a la formación, por ejemplo. Eso quiere decir que lo que permite a un alumno conocerse mejor, desarrollar competencias y conocer mejor lo que quiere ser o lo que quiere hacer, no es sólo lo que le pasa en la escuela. Es también lo que le pasa cuando participa en una actividad deportiva –(individual o de equipo), o cuando es parte de un club o de una asociación cultural, excursionista, comunitaria o de cualquier otro tipo. En esos contextos se viven experiencias y se desarrollan aprendizajes distintos, complementarios a los estrictamente formativos, que son igualmente importantes para equipar a cualquier persona con un repertorio de competencias y vivencias que lo configuran como persona, como ciudadano y que le permitirán afrontar mejor los desafíos que se encuentre.
"Orientar es acompañar para que cada cual pueda configurar un itinerario y un proyecto satisfactorios y eso no puede pasar ignorando el contexto ecológico y de emergencia en el que vivimos".
¿Qué es exactamente la orientación verde? ¿Por qué es importante que los profesionales de la orientación la practiquen?La orientación verde es el compromiso también de la práctica orientadora con la lucha contra la emergencia climática. Orientar es acompañar para que cada cual pueda configurar un itinerario y un proyecto satisfactorios y eso no puede pasar ignorando el contexto ecológico y de emergencia en el que vivimos. Tanto en la dimensión ciudadana, en la que podemos y debemos comprometernos individual y colectivamente, como en la dimensión profesional, escogiendo profesiones y actividades profesionales acordes con los tiempos y circunstancias que vivimos, tener en cuenta estas cuestiones es fundamental. Orientamos para vivir en una sociedad que debe afrontar esta situación, en lo individual, pero también en lo colectivo. Tras la pandemia, tras un verano con más de 40 noches tropicales en nuestro país, nadie debería ignorar esta cuestión. Tampoco la orientación.
¿Qué se necesita para mejorar la orientación académica y profesional que se ofrece actualmente en Catalunya en particular y España en general?
Como ya he mencionado en otras ocasiones, un modelo inspirador, no prescriptivo, no normativista, que ayude a definir prácticas de referencia y estándares de calidad para que cualquier persona disponga de este acompañamiento prolongado y esta estructura socioeducativa de soporte a sus proyectos de vida. Naturalmente el modelo y sus estándares pueden también inspirar una reforma de la formación inicial y permanente del personal orientador y de los tutores y tutoras, pero esto lo comentaremos en otra ocasión.