Desde que nos levantamos por las mañanas, tenemos que tomar decisiones continuamente, que pueden ser importantes o no.
Cualquier decisión implica elegir, renunciar a la otra opción, y claro, salen dudas: los "y si". O bien, tenemos el caso contrario, se tiene todo claro.
Los estudiantes durante su etapa de educación obligatoria tienen que tomar pocas decisiones respecto a sus estudios, solamente para elegir las asignaturas optativas.
Es a partir de la educación postobligatoria, donde toca elegir, seguir estudiando, no seguir estudiando, qué estudiar, en qué sitio etc. Normalmente, esto coincide con la adolescencia, los 16 años, periodo de cambios a todos los niveles. Y si a eso le sumamos la situación vivida con el COVID-19, los temores del alumnado aumentan.
Es por ello por lo que en 4º de la ESO el trabajo de orientación académica y profesional es fundamental para explicar a los estudiantes los diferentes caminos que tienen para seguir estudiando, ayudarles a despertar sus inquietudes intelectuales y a que descubran su potencial.
El camino del Bachillerato lleva a varios destinos: la Universidad, los ciclos formativos de grado superior o el mundo laboral. Por tanto, si se tiene claro el destino, el camino no tiene pérdida.
El camino de la Formación Profesional de Grado Medio lleva a varios destinos: la Formación Profesional de Grado Superior, o el mundo laboral. Normalmente en la FP, el destino o propósito es el mundo laboral, aunque es posible poder cursar una carrera gracias a un ciclo formativo de grado superior
Estos caminos de Bachillerato y FP están explicados con este orden a propósito, porque son los caminos naturales o habituales.
Otra forma de decidir es reduciendo el riesgo en la elección, gracias a poder cambiar en caso necesario. Por ejemplo, con l políticas de devoluciones en los estudios postobligatorios. En Bachillerato, FP y la mayoría de las universidades, las matrículas de los cursos son anuales. Y sólo se permiten hacer cambios de estudios en el primer trimestre. Hacerlo más tarde implicaría que como no se repiten los contenidos, el alumno tendría que hacer un gran esfuerzo para ponerse a nivel, además que con la que cada vez más aplicada evaluación continua, seguir un curso empezado es tarea muy difícil.
Ocurre frecuentemente que muchos alumnos empiezan unos estudios de FP y no les acaba de gustar durante el primer trimestre, abandonan y muchas veces no pueden cambiar de familia profesional, quedando el resto de curso en blanco hasta poder matricularse para el siguiente curso.
Una posible solución sería organizar los cursos por periodos donde se puedan repetir los contenidos como ocurre en algunas universidades, haciendo matrículas por cuatrimestres. Esto implica cambiar el modelo organizativo del centro a nivel de contenidos y profesorado.
Existen ferias o eventos como el Saló de l'Ensenyament y las jornadas de puertas abiertas de los institutos y empresas que sirven para orientar, obtener información y ver in situ cómo puede ser su camino hacia su futuro.
Gracias a su juventud, tienen tiempo para experimentar, probar, equivocarse, aprender y mejorar en sus decisiones.
¿Qué estudiar? ¿A dónde ir, quo vadis? La respuesta está en uno mismo, en hacer lo que quieres ser o por lo menos intentarlo y no quedarse parado porque "quien no arriesga, no pesca".
Cualquier decisión implica elegir, renunciar a la otra opción, y claro, salen dudas: los "y si". O bien, tenemos el caso contrario, se tiene todo claro.
Los estudiantes durante su etapa de educación obligatoria tienen que tomar pocas decisiones respecto a sus estudios, solamente para elegir las asignaturas optativas.
Es a partir de la educación postobligatoria, donde toca elegir, seguir estudiando, no seguir estudiando, qué estudiar, en qué sitio etc. Normalmente, esto coincide con la adolescencia, los 16 años, periodo de cambios a todos los niveles. Y si a eso le sumamos la situación vivida con el COVID-19, los temores del alumnado aumentan.
Es por ello por lo que en 4º de la ESO el trabajo de orientación académica y profesional es fundamental para explicar a los estudiantes los diferentes caminos que tienen para seguir estudiando, ayudarles a despertar sus inquietudes intelectuales y a que descubran su potencial.
El camino del Bachillerato lleva a varios destinos: la Universidad, los ciclos formativos de grado superior o el mundo laboral. Por tanto, si se tiene claro el destino, el camino no tiene pérdida.
El camino de la Formación Profesional de Grado Medio lleva a varios destinos: la Formación Profesional de Grado Superior, o el mundo laboral. Normalmente en la FP, el destino o propósito es el mundo laboral, aunque es posible poder cursar una carrera gracias a un ciclo formativo de grado superior
Estos caminos de Bachillerato y FP están explicados con este orden a propósito, porque son los caminos naturales o habituales.
"En 4º de la ESO el trabajo de orientación académica y profesional es fundamental para explicar a los estudiantes los diferentes caminos que tienen para seguir estudiando, ayudarles a despertar sus inquietudes intelectuales y a que descubran su potencial".
Y existe un camino intermedio para aquellos alumnos que no han acabado la ESO y por tanto no pueden hacer ni Bachillerato ni FP. Es el Programa de Formación e Inserción PFI, que es una enseñanza no reglada, pero sí regulada, donde se imparten materias generales, se introduce en algunas profesiones y los tutores hacen un gran trabajo para poder reconducirlos a los caminos educativos o laborales (incluso diría que la tutoría es lo más importante).
¿Cómo elegir cuando no se tiene algo claro?
Hay varias estrategias para los estudiantes:- Por descartes, eliminando lo que no gusta. Desde que éramos pequeños, ante una pregunta de nuestros padres: ¿quieres esto? ¿hacemos esto?, muchas veces la respuesta era "no". Pocas veces se decía "sí". Parece que siempre el "no" lo tenemos más claro.
- Por recomendación de alguien al que se tenga confianza, alguien que nos conozca.
- Por modas, porque si algo se sigue de forma masiva, muchos no se pueden equivocar.
Otra forma de decidir es reduciendo el riesgo en la elección, gracias a poder cambiar en caso necesario. Por ejemplo, con l políticas de devoluciones en los estudios postobligatorios. En Bachillerato, FP y la mayoría de las universidades, las matrículas de los cursos son anuales. Y sólo se permiten hacer cambios de estudios en el primer trimestre. Hacerlo más tarde implicaría que como no se repiten los contenidos, el alumno tendría que hacer un gran esfuerzo para ponerse a nivel, además que con la que cada vez más aplicada evaluación continua, seguir un curso empezado es tarea muy difícil.
Ocurre frecuentemente que muchos alumnos empiezan unos estudios de FP y no les acaba de gustar durante el primer trimestre, abandonan y muchas veces no pueden cambiar de familia profesional, quedando el resto de curso en blanco hasta poder matricularse para el siguiente curso.
Una posible solución sería organizar los cursos por periodos donde se puedan repetir los contenidos como ocurre en algunas universidades, haciendo matrículas por cuatrimestres. Esto implica cambiar el modelo organizativo del centro a nivel de contenidos y profesorado.
Existen ferias o eventos como el Saló de l'Ensenyament y las jornadas de puertas abiertas de los institutos y empresas que sirven para orientar, obtener información y ver in situ cómo puede ser su camino hacia su futuro.
Gracias a su juventud, tienen tiempo para experimentar, probar, equivocarse, aprender y mejorar en sus decisiones.
¿Qué estudiar? ¿A dónde ir, quo vadis? La respuesta está en uno mismo, en hacer lo que quieres ser o por lo menos intentarlo y no quedarse parado porque "quien no arriesga, no pesca".