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Invertir en la economía de los cuidados disminuye la desigualdad de género en el trabajo

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La protección de la maternidad o las políticas sobre el permiso de paternidad son factores que determinan mayor igualdad de género en el ámbito laboral, según la OIT y el Banco Mundial

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Gemma Castanyer
Contenido
  1. El derecho a la maternidad sigue sin cumplirse
  2. El permiso de paternidad fundamental para una mejor igualdad
  3. Promover la salud en el lugar de trabajo
  4. Derecho a tiempo para amamantar
  5. Servicios de cuidado infantil y empleo de las mujeres
  6. Las mujeres cargan con el trabajo de cuidados de larga duración
  7. Más inversión en conjuntos transformadores de políticas de cuidados

Una mejor inversión en la economía de los cuidados, que protegiera y ofreciera apoyos adecuados a los trabajadores, podría generar cerca de 300 millones de empleos para 2035 y más igualdad de género en el mundo del trabajo, según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
 
El estudio, Los cuidados en el trabajo: Invertir en licencias y servicios de cuidados para una mayor igualdad en el mundo del trabajo, concluye, sin embargo, que las significativas brechas en los servicios y medidas de cuidado han dejado a cientos de millones de trabajadores con responsabilidades familiares sin la protección y el apoyo adecuados.

Sin ir más lejos, 3 de cada 10 mujeres en edad reproductiva, es decir, 649 millones en el mundo, tiene una protección inadecuada de la maternidad que no cumple con los requisitos del Convenio sobre la protección de la maternidad de la OIT, 2000 (núm.183). Este exige un permiso de 14 semanas como mínimo a la madre, con al menos dos tercios de los ingresos financiados por la seguridad social o por fondos públicos.
 
Junto con el estudio de la OIT, publicado durante la semana de celebración del Día Internacional de la Mujer (8M), el Banco Mundial también ha hecho público el informe La Mujer, la Empresa y el Derecho 2022. El estudio concluye que aproximadamente 2.400 millones de mujeres en edad laboral no tienen las mismas oportunidades que los hombres y que 178 países en el mundo siguen con barreras legales que les impiden participar con plenos derechos en la economía.
 
A continuación, conoce qué factores determinan que un país consiga mayor igualdad de género en el trabajo, según el análisis de las dos entidades internacionales:
 

1. El derecho a la maternidad sigue sin cumplirse

Casi la totalidad de los 185 países estudiados por la OIT adoptaron en 2021 disposiciones sobre el permiso de maternidad. La duración de dicha licencia es de al menos 14 semanas en 120 de ellos. Además, 52 cumplen o mejoran la norma de incremento hasta las 18 semanas de la OIT, es decir, que 3 de cada 10 madres en edad reproductiva en el mundo tienen derecho a una baja de cuatro meses y medio para estar con su bebé.

Los datos siguen siendo desfavorables en 64 países, dónde la duración de la licencia de maternidad es inferior a las 14 semanas. Ese dato significa que 3 de cada 10 madres potenciales de todo el mundo siguen sin derecho a tomarse el suficiente tiempo libre para descansar, recuperarse del parto y cuidar de su hijo recién nacido.

En España, desde el 1 de enero de 2021 los permisos de maternidad y paternidad quedaron equiparados en 16 semanas, como un derecho individual e intransferible. Es decir, si uno de los progenitores no disfruta de todo ese tiempo, no se lo puede ceder al otro.
 

2. El permiso de paternidad, clave para una mayor igualdad

Cada vez se reconoce más el papel de los hombres como cuidadores. Sin embargo, casi dos tercios de los padres en edad reproductiva (1.260 millones) viven en países donde no se tiene derecho a licencia de paternidad y están perdiendo una oportunidad única de establecer un primer vínculo con sus hijos recién nacidos.
 
En aquellos países donde los padres sí que disponen de este permiso lo pueden disfrutar de manera muy breve: 9 días de promedio. Si se comparan las duraciones medias de la licencia de maternidad (18 semanas) y de la licencia de paternidad (1,3 semanas) a nivel mundial existe una brecha de género en las licencias de 6,17 semanas. Solo uno de cada 10 padres potenciales en el mundo vive en países que prevén al menos 10 días de permiso de paternidad.
 
España es uno de los países que más progresos ha hecho en esta cuestión, según el informe del Banco Mundial, junto con Colombia, Georgia y Grecia. Todos ellos disponen de un permiso parental remunerado, que ofrece a ambos progenitores algún tipo de licencia pagada para cuidar al niño o niña después del nacimiento.
 
Las leyes que promueven la licencia remunerada para los padres pueden reducir la discriminación en el lugar de trabajo y mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal: "Las mujeres no pueden lograr la igualdad en el lugar de trabajo si están en una posición desigual dentro del hogar", ha afirmado en un comunicado Carmen Reinhart, vicepresidentas y economista en jefe del Grupo Banco Mundial. "Eso implica lograr condiciones equitativas y asegurarse de que el hecho de tener hijos o hijas no impida a las mujeres participar plenamente en la economía y hacer realidad sus esperanzas y aspiraciones".
 

3. Promover la seguridad en el trabajo

Todos los trabajadores deberían tener derecho a un entorno laboral seguro y saludable, incluidas las mujeres embarazadas o lactantes. Sin embargo, sólo hay 40 países en los que los empleadores están obligados a proteger a las mujeres embarazadas o lactantes contra el trabajo peligroso o insalubre, como dictan las normas de la OIT sobre protección de la maternidad.

Disponer de ese entorno seguro favorece a una mayor igualdad de género. Contar con tiempo libre para los exámenes prenatales y la atención sanitaria materna adecuada, como exigen las normas de la OIT sobre la protección de la maternidad y la seguridad social, puede salvar vidas al impedir casos evitables de mortalidad y morbilidad maternas.
 

4. Los lugares de trabajo que propician la lactancia materna ofrecen tiempo y seguridad de ingresos a las mujeres

Todas las mujeres deberían tener derecho a un tiempo de trabajo remunerado para la lactancia materna, como sostiene el Convenio de la OIT sobre la protección de la maternidad, 2000 (núm. 183).

Según la organización internacional, en 2021, 138 países prevén el derecho a tiempo y seguridad de los ingresos para la lactancia materna, es decir, las madres disponen de un espacio remunerado para amamantar a sus hijos. Estas disposiciones benefician potencialmente a 8 de cada 10 madres en edad reproductiva en todo el mundo.
 

5. Los servicios de cuidado infantil, fundamentales para que las mujeres puedan trabajar

Los servicios de cuidado infantil ofrecen muchos beneficios al promover el desarrollo del niño, crear empleo, reducir el trabajo de cuidados no remunerado de los progenitores y promover el empleo y los ingresos de las mujeres en el curso de su vida.

Es esencial, según la OIT, que existan políticas de licencia y de servicios de cuidados para garantizar el mayor bienestar en los hijos durante la primera etapa infantil y la seguridad de los ingresos de la familia, permitiendo a las mujeres mantener su participación en el empleo y contribuyendo a impedir que caigan en la pobreza.

Aun así, la entidad recuerda que en solo 57 de los 178 países estudiados existen por ley programas de desarrollo educacional de la primera infancia (DEPI) para niños de 0-2 años.

Estos programas son un derecho universal en 21 países, lo que se traduce en que tan solo 1 de cada 10 progenitores potenciales en todo el mundo podría acceder a servicios de cuidado infantil gratuitos o asequibles.
 

6. Los servicios de cuidados de larga duración son esenciales para garantizar los derechos a un envejecimiento digno

El incremento de la esperanza de vida y la pandemia de COVID-19 ha afectado de forma desproporcionada a las personas que dependen de los cuidados de larga duración y a quienes los prestan, que son predominantemente mujeres.

A nivel mundial, casi el 84,2 por ciento de la población vive en países donde los servicios de cuidados de larga duración no son universales ni gratuitos, lo que afecta a 205 millones de personas mayores.
 

7. Invertir en políticas y servicios de cuidados, crucial para hacer realidad la igualdad de género en el trabajo

En los últimos 10 años se ha avanzado en las políticas sobre permisos para cuidados y servicios de cuidados, de modo que las leyes nacionales se ajustan mejor a las normas internacionales del trabajo y se reconoce el papel de los hombres en la prestación de cuidados.

Sin embargo, sigue habiendo importantes lagunas en lo relativo a la disponibilidad, el acceso, la adecuación y la calidad de las políticas de licencias y los servicios de cuidados.
Solo con una mayor inversión en la economía de los cuidados se podrá avanzar en la construcción de un mundo del trabajo mejor y con mayor igualdad de género.

Puedes consultar aquí el informe de la OIT Los cuidados en el trabajo: Invertir en licencias y servicios de cuidados para una mayor igualdad en el mundo del trabajo y el del Banco Mundial, La Mujer, la Empresa y el Derecho 2022.


Para saber más sobre cómo asegurar la igualdad de género en el ámbito laboral, puedes consultar un monográfico de Educaweb sobre el tema, con un reportaje, entrevistas y artículos de expertos en la materia.
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