Igualdad de género en la educación, ¿cómo educar desde el centro?

 
"La igualdad de género para el mañana empieza hoy". Con esta contundencia, la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, iniciaba su comunicado con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo. Tanto ella, como otras entidades y expertos en educación, consideran que abordar y promover la igualdad de género desde los centros educativos, el ámbito familiar y la sociedad, resulta imprescindible para eliminar los estereotipos sexistas, prevenir situaciones de discriminación, violencia de género y avanzar hacia la igualdad plena entre hombres y mujeres.
 
Aunque se reconoce la importancia de la educación en igualdad de género, el 81% de los jóvenes afirma que se le debería dar mayor importancia a la formación sobre este tema en las escuelas para que la equidad progrese, según el estudio Perspectivas sobre la igualdad, el feminismo, la violencia machista y las relaciones afectivo-sexuales, elaborado por Fundación SM en base a 400 entrevistas a jóvenes españoles.
 
Otra muestra de que hay que abordar más la igualdad entre hombres y mujeres desde la educación es que 1 de cada 10 chicos considera que la inequidad entre hombres y mujeres a nivel educativo, laboral y social en realidad no existe, afirma el Barómetro Juventud y Género 2021, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia.
 
De hecho, desde 2017 a 2021, la percepción de desigualdad de género se ha incrementado entre las mujeres (entre 6 y 7 puntos), pero se ha reducido entre los hombres (de 2 a 4 puntos), según el estudio mencionado, elaborado en base a encuestas a 1.201 jóvenes españoles de 15 y 29 años.
 
Ante este contexto, diversas entidades defensoras de la equidad entre hombres y mujeres destacan el rol fundamental que tienen los docentes y los centros educativos para contribuir en la igualdad de género en todos los ámbitos de la sociedad. Es el caso de ANPE, el sindicato independiente mayoritario en el ámbito de la enseñanza pública, que asegura que "la educación, aun no siendo la única, es la más eficaz herramienta para lograr la igualdad real entre mujeres y hombres".
 

Claves para que exista igualdad de género en la educación

 
Los estereotipos de género aún persisten. Por ejemplo, cerca de la mitad de los hombres y las mujeres creen que ellos son mejores líderes políticos, según la UNESCO. Asimismo, continúan existiendo importantes estereotipos profesionales de género: entre un 20% y un 30% de los jóvenes considera que los sectores educativos y de cuidados son más adecuados para las mujeres y entre un 20% y un 35% cree que los sectores STEAM (por las siglas en inglés de ciencias, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas) son más apropiados para los hombres, según el Barómetro Juventud y Género 2021.
 
Estos sesgos de género se construyen en la mente de las personas desde la infancia y limitan el futuro de niños y jóvenes. Los estereotipos sexistas pueden reforzarse, pero también cuestionarse a través de planes de estudio, materiales pedagógicos y prácticas de enseñanza-aprendizaje libres de estereotipos, así como mediante las interacciones diarias con docentes, progenitores y compañeros. Así lo sostiene la UNESCO en su informe #SuEducaciónNuestroFuturo #RompeElSesgo. Cuestionar los sesgos y estereotipos de género en la educación y a través de ella, publicado recientemente.
 
El organismo y expertos en educación consultados ofrecen algunas propuestas para contribuir desde los centros educativos a la educación en igualdad del alumnado, especialmente desde edades tempranas.
 

1. Establecer planes de igualdad integrales en los centros educativos

Implantar en los centros educativos enfoques escolares integrales para sensibilizar sobre los sesgos y estereotipos de género, y cómo actuar contra ellos, contribuye a educar en igualdad desde las escuelas, según el informe de la UNESCO.
 
Otros expertos consultados afirman que para trabajar la igualdad de género desde la escuela es necesario llevar a cabo políticas de centro encaminadas a la coeducación, y también planes de igualdad. Para ello será necesario que cada centro cuente con un equipo de trabajo dedicado a la coeducación.
 
En este sentido, la UNESCO considera importante que también se desarrollen políticas, programas e iniciativas para combatir la violencia de género en las escuelas.
 

2. Formar a los docentes y orientadores para que contribuyan a reducir estereotipos

Diversos estudios realizados en Australia, Hong Kong (China) y Noruega han demostrado que cuando los docentes de Educación Infantil manifiestan opiniones tradicionales sobre los roles de género en el aula, tanto el comportamiento de los maestros como el de los estudiantes refleja estereotipos de género, según la UNESCO.
 
Asimismo, los orientadores perpetúan con frecuencia estereotipos de género, lo que repercute en las opciones educativas y profesionales del alumnado, afirma el organismo.
 
Por ello, el organismo hace hincapié en que es necesaria una formación transformadora en términos de género para los docentes, "que les permita hacer un análisis crítico de sus propios sesgos y cuestionar y acabar con las normas y estereotipos de género tradicionales".
 

3. Más diversidad de género en los equipos docentes

Para adaptarse a la diversidad del alumnado, el personal docente también debe ser heterogéneo, considera la UNESCO. Por ello, el organismo aboga por que los centros educativos hagan esfuerzos por tener un cuerpo docente diverso que promueva la igualdad de género y trate a todo el alumnado por igual.
 

4. Incluir la igualdad de género en el currículum

El organismo internacional también aboga por que se establezca en el currículum de las diferentes etapas educativas programas de estudio transformadores en términos de género y actividades regulares en las escuelas desde una edad temprana "para fomentar el análisis crítico de las normas de género perjudiciales y las desigualdades".
 
En España, la nueva Ley de Educación aprobada en 2020, la LOMLOE, incide en la aplicación de un enfoque transversal de igualdad de género a través de la coeducación y en fomentar la orientación educativa y profesional del alumnado con perspectiva inclusiva y no sexista. En este sentido, la nueva norma contempla en 13 de sus artículos referencias directas sobre la importancia de promover desde la educación la igualdad de género, incluso desde la Educación Infantil y Primaria.
 
Por ejemplo, en el nuevo currículum de Primaria aprobado recientemente y publicado en el BOE se le otorga especial importancia a promover "el respeto mutuo y la cooperación entre iguales, con especial atención a la igualdad de género". También destaca que entre las competencias específicas que el alumnado de Primaria debe obtener está el "mostrar actitudes que fomenten la igualdad de género y las conductas no sexistas reconociendo modelos positivos en el entorno cercano".
 

5. Crear y utilizar material pedagógico libre de estereotipos

Los materiales educativos desempeñan un papel importante en la configuración de la visión que tiene el alumnado, ya que además de transmitir conocimientos presentan normas sociales y de género, por lo que pueden perpetuar o cuestionar los estereotipos sexistas.
 
En muchos países los materiales de enseñanza y aprendizaje siguen incluyendo estereotipos de género porque tanto el texto como las imágenes no representan a las mujeres en posiciones sociales y económicas activas, sino en las tradicionales de los hogares, advierte la UNESCO.
 
Por ello, el organismo considera imprescindible que los recursos pedagógicos que se utilicen en los centros educativos muestren a las mujeres en condiciones iguales que los hombres, para así eliminar estereotipos de género. También sugiere que, aunque los materiales pedagógicos contengan información que perpetua los estereotipos sexistas, el profesorado puede pedir a los estudiantes que identifiquen los sesgos de género en estos y reflexionen al respecto.   
 

6. Fomentar entre las familias que practiquen la igualdad de género en el hogar

Las familias son las que más influyen en la forma en que los niños interiorizan las normas y actitudes de género en la sociedad a medida que crecen, y también condicionan la educación y la trayectoria profesional, afirma la UNESCO. Por ejemplo, un estudio realizado en Alemania desvela que el 10% de los progenitores desea que sus hijos se dediquen a profesiones técnicas, pero solo el 2% quieren que sus hijas se dediquen a estos ámbitos.
 
"La educación es un factor clave para remover las barreras que impiden la igualdad plena. Sin embargo, la enseñanza formal o la inclusión de asignaturas en el currículum de las escuelas, aunque necesaria, es poco eficiente para promover el cambio cultural. Los niños aprenden mucho más si ven que los adultos son corresponsables en el hogar y están concienciados con el problema de la desigualdad", opina por su parte Mercedes Camarero, socióloga e investigadora de la Universidad de Sevilla sobre temas de género.
 
La UNESCO señala que los centros educativos pueden contribuir a que los padres y madres cambien su actitud y comportamientos respecto a los estereotipos de género mediante programas y charlas de divulgación dirigidas a ellos. 
 

7. Promover carreras STEAM entre las alumnas con más orientación  

Las escuelas e institutos pueden ayudar a romper estereotipos de género y fomentar que las chicas opten por estudios STEAM, que actualmente están dominados por los hombres.
 
Para ello, resulta indispensable que los centros faciliten al alumnado, desde edades tempranas, el acceso a modelos de referencia y mentores para refutar estereotipos y mitos sobre capacidades y carreras de género y trayectorias abiertas", sostiene la UNESCO.
 
El organismo también recomienda que la orientación académica y profesional sea obligatoria en los centros y con perspectiva de género, ya que esta es indispensable para reducir los prejuicios sexistas "sobre las carreras profesionales adecuadas para mujeres y hombres", y para animar a las niñas y los niños a seguir carreras profesionales en campos en los que están infrarrepresentados, como las profesiones STEAM en el caso de las chicas, y las de cuidado y enseñanza en el caso de los chicos.