El mercado laboral está precisando cada vez más puestos de trabajo con alta cualificación y para esto es necesario que los trabajadores tengan la formación necesaria para desempeñarlos. Incluso existen muchos trabajos sin cubrir, a pesar de los altos índices de desempleo.
Las profesiones van evolucionando a medida que avanza la tecnología y requieren de una actualización y formación constante. Por tanto, la formación es clave para el trabajo. Entonces, ¿cómo podemos fomentar puestos de trabajo desde la formación? Mediante la orientación académica y profesional.
En 4º de la ESO se ofrece orientación de una hora semanal dentro de la Tutoría (aunque no sólo se hace orientación). Y es importante poder orientar, ya que pocos alumnos con 16 años son capaces de pensar en su futuro, en lo que desean hacer y lo que quieren ser.
Para los mayores de 18 años que hacen ciclos formativos de grado superior, también es fundamental la orientación, porque no conocen el mundo profesional, las empresas, incluso vienen de probar la Universidad o buscan más empleabilidad tras obtener un título universitario.
Muchas veces, la elección de cursar un ciclo de FP se basa en los mensajes que dan los mercados, donde se anuncian las profesiones con más futuro, con más demanda, con mejores condiciones, sin importar tanto la vocación.
Teniendo en cuenta que los mercados se mueven por impulsos, tendencias, modas y esto puede provocar que la demanda de profesionales vaya cambiando en función de las necesidades.
Además, existen como dos corrientes educativas: la de formarse viendo un poco de todo para tener una base y luego poder especializarse según se necesite o la de formarse de acuerdo con lo que quiere la empresa.
La FP Dual tiene un enfoque educativo diferente porque los alumnos están más tiempo en las empresas que en las aulas. Reciben un sueldo y son evaluados de forma externa al centro educativo donde estudian. Su duración habitual es de 3 años. Y la forma de acceder a ella es mediante una solicitud que hace el propio alumno a la empresa, para que sea ella quien lo seleccione.
Pero como dicen ellos, la FP Dual no es necesaria para todas las profesiones. Tiene sentido para empresas con alta tecnología que es inviable que se tenga en un centro formativo. Imaginemos una empresa de ascensores, ¿el centro formativo debe tener uno o varios ascensores para poder enseñar cómo funcionan, se reparan y se mantienen?
La FP Dual en Alemania ha sido capaz de emplear a los jóvenes, en un tejido empresarial fuertemente industrial.
No es fácil encontrar buenos profesores que tengan experiencia en una profesión y sean capaces de transmitir esos conocimientos o buscar la forma de explicar con pedagogía algo que es muy práctico.
Muchos institutos de Formación Profesional comparten espacios con estudios de ESO y Bachillerato aprovechando que no hacen clases por las tardes, por lo que no se pueden ofertar plazas en turnos de mañana que ya están ocupadas para la ESO y Bachillerato. Y hay pocos centros dedicados exclusivamente a FP que sí podrían ofertar plazas de mañana y tarde.
Asimismo, los talleres son parte fundamental para hacer las prácticas. Requieren de espacios, materiales y mantenimiento, y de profesorado para hacer desdoblamientos y poder tener grupos más pequeños con los que trabajar mejor. Porque no debemos olvidar que, en la FP, la gran protagonista son las prácticas.
Recientemente con la FP Dual, se ha creado el perfil del prospector de empresas que es un profesor que dedica total o parcialmente su jornada a buscar empresas para hacer los convenios de prácticas.
Los colegios y gremios profesionales tienen el barómetro de las profesiones y avisan si el semáforo del trabajo está en verde o rojo, si hacen falta trabajadores o no en según qué puestos.
La Educación es para todos, es un derecho y pone al alumno en el centro para que aprenda a lo largo de su vida. Y no debemos olvidar que para formarse se necesita tiempo y dinero.
Como conclusiones, pienso que la clave para mejorar las expectativas laborales de la FP está en el diálogo entre todas las partes involucradas, las instituciones educativas y las empresas. También es importante gestionar las expectativas de ambas partes, porque las organizaciones quieren que los alumnos vayan "aprendidos" y los centros quieren que las empresas los acaben de formar.
Las profesiones van evolucionando a medida que avanza la tecnología y requieren de una actualización y formación constante. Por tanto, la formación es clave para el trabajo. Entonces, ¿cómo podemos fomentar puestos de trabajo desde la formación? Mediante la orientación académica y profesional.
La orientación es clave
Los estudiantes, después de acabar sus estudios obligatorios, tienen que elegir si desean seguir estudiando o no y, si lo hacen, tienen dos alternativas: Bachillerato o Formación Profesional. Bachillerato para luego hacer unos estudios universitarios o Formación Profesional para aprender un oficio y empezar a trabajar.En 4º de la ESO se ofrece orientación de una hora semanal dentro de la Tutoría (aunque no sólo se hace orientación). Y es importante poder orientar, ya que pocos alumnos con 16 años son capaces de pensar en su futuro, en lo que desean hacer y lo que quieren ser.
Para los mayores de 18 años que hacen ciclos formativos de grado superior, también es fundamental la orientación, porque no conocen el mundo profesional, las empresas, incluso vienen de probar la Universidad o buscan más empleabilidad tras obtener un título universitario.
Muchas veces, la elección de cursar un ciclo de FP se basa en los mensajes que dan los mercados, donde se anuncian las profesiones con más futuro, con más demanda, con mejores condiciones, sin importar tanto la vocación.
Teniendo en cuenta que los mercados se mueven por impulsos, tendencias, modas y esto puede provocar que la demanda de profesionales vaya cambiando en función de las necesidades.
Contenidos formativos
La FP al ser una formación reglada, necesita de una legislación, procesos y aprobaciones para elaborar los contenidos formativos. Y en según qué especialidades, la velocidad de la tecnología es más rápida que la de la normativa.Además, existen como dos corrientes educativas: la de formarse viendo un poco de todo para tener una base y luego poder especializarse según se necesite o la de formarse de acuerdo con lo que quiere la empresa.
FP Dual
Alemania ha sabido conjugar bien la FP y la empresa mediante la FP Dual, haciendo partícipe de la formación a la empresa, además de la inversión que ha hecho el país en esta formación.La FP Dual tiene un enfoque educativo diferente porque los alumnos están más tiempo en las empresas que en las aulas. Reciben un sueldo y son evaluados de forma externa al centro educativo donde estudian. Su duración habitual es de 3 años. Y la forma de acceder a ella es mediante una solicitud que hace el propio alumno a la empresa, para que sea ella quien lo seleccione.
Pero como dicen ellos, la FP Dual no es necesaria para todas las profesiones. Tiene sentido para empresas con alta tecnología que es inviable que se tenga en un centro formativo. Imaginemos una empresa de ascensores, ¿el centro formativo debe tener uno o varios ascensores para poder enseñar cómo funcionan, se reparan y se mantienen?
La FP Dual en Alemania ha sido capaz de emplear a los jóvenes, en un tejido empresarial fuertemente industrial.
Profesorado
Las plantillas de profesores se deben dimensionar respecto al número de alumnos, para garantizar una calidad y una atención. Sería el mismo ejemplo que estar en un restaurante con muchos clientes y hubiera pocos camareros, el resultado final sería que tardarían los platos en llegar a los clientes.No es fácil encontrar buenos profesores que tengan experiencia en una profesión y sean capaces de transmitir esos conocimientos o buscar la forma de explicar con pedagogía algo que es muy práctico.
"La clave para mejorar las expectativas laborales de la FP está en el diálogo entre todas las partes involucradas, las instituciones educativas y las empresas".
Espacios para FP
Muchos institutos de Formación Profesional comparten espacios con estudios de ESO y Bachillerato aprovechando que no hacen clases por las tardes, por lo que no se pueden ofertar plazas en turnos de mañana que ya están ocupadas para la ESO y Bachillerato. Y hay pocos centros dedicados exclusivamente a FP que sí podrían ofertar plazas de mañana y tarde.Asimismo, los talleres son parte fundamental para hacer las prácticas. Requieren de espacios, materiales y mantenimiento, y de profesorado para hacer desdoblamientos y poder tener grupos más pequeños con los que trabajar mejor. Porque no debemos olvidar que, en la FP, la gran protagonista son las prácticas.
Departamento Escuela-Empresa
Para gestionar los temas administrativos y educativos de las relaciones entre la escuela y la empresa, es importante que haya un departamento especializado y dedicado a estas tareas. Las universidades sí que disponen de este departamento, con recursos 100% dedicados, pero pocos Institutos de FP lo tienen.Recientemente con la FP Dual, se ha creado el perfil del prospector de empresas que es un profesor que dedica total o parcialmente su jornada a buscar empresas para hacer los convenios de prácticas.
Tejido empresarial
Pongamos el caso, se ofertan 200.000 plazas de FP. Se necesitan 200.000 empresas preparadas para tener alumnos en prácticas, dedicarles tiempo y ayudarles en su desarrollo profesional, para luego poder ser contratados. Recordemos que las prácticas en empresa son obligatorias, con una duración mínima de 317 horas.Los colegios y gremios profesionales tienen el barómetro de las profesiones y avisan si el semáforo del trabajo está en verde o rojo, si hacen falta trabajadores o no en según qué puestos.
La Educación es para todos, es un derecho y pone al alumno en el centro para que aprenda a lo largo de su vida. Y no debemos olvidar que para formarse se necesita tiempo y dinero.
Como conclusiones, pienso que la clave para mejorar las expectativas laborales de la FP está en el diálogo entre todas las partes involucradas, las instituciones educativas y las empresas. También es importante gestionar las expectativas de ambas partes, porque las organizaciones quieren que los alumnos vayan "aprendidos" y los centros quieren que las empresas los acaben de formar.