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Diversos estudios alertan del deterioro de la salud mental del profesorado

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El Defensor del Profesor del sindicato ANPE y el Barómetro Internacional sobre la Salud y el Bienestar del Personal de Educación de la Education and Solidarity Network y la MGEN Foundation for Public Health reclaman un mayor cuidado de los docentes para lograr una formación de calidad

  • 25/11/2021
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Redacción de Educaweb
El profesorado ha realizado un gran esfuerzo para reducir el impacto del COVID-19 en la educación, y este sacrificio podría haberle pasado factura, ya que la vuelta a la presencialidad ha requerido de una importante adaptación por parte de toda la comunidad educativa. Estas son algunas ideas que se desprenden de dos informes presentados recientemente sobre la situación del profesorado.
 
El primero de ellos es la memoria anual del Defensor del Profesor, realizada por la organización sindical del profesorado de la enseñanza pública ANPE a partir de los 1.690 casos atendidos durante el curso 2020/2021.
 
El segundo es el International Barometer on Education Personnel's Health and Well-being (Barómetro Internacional sobre la Salud y el Bienestar del Personal de Educación) elaborado por the Education and Solidarity Network (ESN) y la MGEN Foundation for Public Health (FESP-MGEN) a partir de una encuesta realizada entre mayo y julio de 2021 a 8.000 profesores y profesoras de los siguientes 6 países: Bélgica francófona, Francia, Quebec, México, Marruecos y Gambia.
 
Conoce a continuación los resultados más relevantes de ambos estudios sobre la salud mental de las personas que están formando a las nuevas generaciones.
 

La ansiedad, el principal problema de salud del profesorado español

"Tenemos una madre de un alumno de 3ª de Primaria que está teniendo un comportamiento inadmisible con un trato muy impertinente e inadecuado hacia una profesora que le da clase a su hijo. La forma en la que se refiere a ella cuando le envía un mail no es en absoluto respetuosa, la madre quiere que la profesora le responda inmediatamente después de que ella le haya escrito, cuestión que es imposible ya que dicha profesora está realizando tus tareas docentes. Otro día, la madre se presentó en el centro, sin cita, para que la atendiera la tutora, cuestión que no pudo hacer ya que estaba impartiendo una clase. Ya no sabemos qué hacer para que no venga todos los días y/o nos llame por teléfono con las mismas falsas acusaciones. Empezamos a sentirnos acosados".
 
Este es el caso de Luisa, jefa de Estudios de un colegio de Educación Infantil y Primaria de Madrid. Su experiencia refleja muy bien algunos de los datos que ha sacado a relucir la memoria del Defensor del Profesor elaborada por ANPE.
 
El sindicato público denuncia que el 77% de los docentes atendidos durante el curso 2020-2021 presentaban ansiedad, frente al 73% del curso anterior. La depresión afectaba a un 11% de los profesionales asesorados y un 10% se hallaba en situación de baja laboral.
 
La organización establece una clara relación entre el deterioro de la salud mental de los docentes y el acoso y la violencia experimentados en el centro escolar. Y preocupa la Educación Primaria, porque concentra el mayor número de casos atendidos (el 44%, seguida de la Educación Secundaria con el 38%), y porque ha aumentado en un 4% respecto al curso anterior.
 
Desde ANPE también alertan del incremento de casos que tienen a las familias como origen de los problemas. El ciberacoso, las denuncias de padres y las faltas de respeto de los progenitores son las problemáticas que más se han incrementado de todo el estudio: un 4%, un 3% y un 2%, respectivamente. No obstante, el acoso en general es el que continúa acaparando el mayor número de casos, un 30% del total, por delante de las faltas de respeto, con un 20%.
 
En el informe, ANPE manifiesta su gran preocupación por el ciberacoso, "ya que va asociado al mal uso o al uso inadecuado de las nuevas tecnologías, herramienta que se ha utilizado más en este curso por la situación sanitaria. Además, nos preocupa enormemente que sigue aumentando, produciendo en los profesores una situación de indefensión total ante estas situaciones que repercuten en la calidad educativa".
 
En cuanto a la relación del profesorado con el alumnado, las principales dificultades se hallan a la hora de dar clase (23%) y en las faltas de respeto (23%). Las amenazas, el acoso y el ciberacoso se sitúan en el 13%, 12% y 11%, respectivamente.
 
Tras el análisis de estos y otros datos, el sindicato ANPE recuerda la importancia de elaborar un Plan Estratégico de Convivencia en los Centros Educativos, así como desarrollar la Ley de Autoridad del Profesorado a nivel estatal y "medidas reales de dignificación de la labor docente y favorecedoras de un clima de convivencia adecuado y establecimiento de medidas de prevención y protocolo de actuación ante casos de acoso".

En la memoria del Defensor del Profesor también se valora muy positivamente la existencia del Observatorio Estatal de la Convivencia como órgano de coordinación entre las comunidades autónomas, si bien pone en evidencia que esta institución se reunió el 5 de noviembre de 2020 "tras nueve años sin haberse reunido una sola vez".
 

La "banalización" de la violencia escolar en Bélgica, Francia y Quebec 

El International Barometer on Education Personnel's Health and Well-being también ha detectado un cierto debilitamiento de la "salud psicológica" de los docentes en algunos países, "probablemente" como resultado de la crisis del COVID-19, si bien considera que todavía no es preocupante, "lo que ilustra la resistencia de la profesión".
 
En el capítulo dedicado a la salud y el bienestar del profesorado, se observa que la mayoría de los encuestados ha padecido bastante o mucho estrés desde el inicio del curso escolar. Francia, Quebec y Bélgica destacan por contar con los porcentajes más elevados. En el país francófono, 36% reconoció haber padecido mucho estrés; y el 45%, bastante. En Quebec, los niveles se situaron en el 27% y el 47%, respectivamente. Y en Bélgica, en el 26% y el 41%, como se puede observar en el siguiente gráfico.
 
Nivel de estrés del profesorado
 
Al preguntarles por la frecuencia de sentimientos negativos como la ansiedad, la depresión o el desánimo, Francia, Bélgica y Quebec vuelven a ser los países donde se producen las mayores recurrencias Así, el 52% de los docentes franceses afirma haber experimentado dichos síntomas a menudo, muy a menudo y siempre. En Bélgica el porcentaje se sitúa en el 46%; y en Quebec, en el 35%.
 
 La salud mental repercute en el correcto desarrollo de la actividad docente. Así queda patente cuando se les pregunta si en los últimos seis meses han experimentado limitaciones en sus actividades diarias debido a un problema mental. Francia y Bélgica vuelven a encabezar los primeros puestos, esta vez liderados por Marruecos. El 70% profesorado del país africano reconoce sentirse limitado en mayor o menor medida, seguido por el francés (64%) y el belga (62%).
 
En el capítulo dedicado al clima escolar y las relaciones sociales en el trabajo, en general se percibe un clima escolar adecuado y se mantienen relaciones aceptables con el alumnado, las familias, otros colegas y la administración educativa.
 
La mayoría de los docentes encuestados también se siente seguro en su centro de trabajo, si bien el estudio revela un dato preocupante: casi un tercio del profesorado que ejerce en Francia, Quebec y Bélgica reconoce haber sido víctima de violencia en el centro escolar en los últimos 12 meses. Este hecho lleva a los autores del informe a llamar la atención sobre lo que consideran una "preocupante banalización de la violencia escolar".
 

 
Los porcentajes aumentan todavía más cuando se les pregunta si han sido testigos de violencia en los últimos 12 meses. Las respuestas positivas son mayoritarias en Francia (63%), Quebec (55%), Bélgica (54%) y Marruecos (53%).
 
La mayoría de los actos violentos procedieron del alumnado, seguido de las familias. En tercer lugar, se situó el personal de la escuela; y, en último, personas ajenas al centro escolar, salvo en Gambia, donde estas últimas alcanzaron el 52%.
 
La publicación también recoge información sobre las condiciones y el entorno de trabajo, así como la experiencia de los docentes con el COVID-19, y concluye con algunas necesidades detectadas por el personal educativo. En todos los países encuestados destaca con suma claridad la necesidad de formación, sobre todo en habilidades docentes, gestión de los grupos en el aula y temas de disciplina.
 
Los encuestados también echan en falta más apoyo por parte de sus supervisores, sobre todo en Francia, donde el porcentaje llega al 51%. Además, un número importante de docentes reconoce que no conoce sus derechos de salud laboral y siente que este tema no preocupa ni a la administración escolar, ni a sus jefes ni a los sindicatos. Entre el 53% y el 94% asegura también que no tiene acceso a fuentes de formación o prevención en cuestiones de salud y bienestar.
 
Los datos del International Barometer on Education Personnel's Health and Well-being se recopilaron entre mayo y julio de 2021 mediante un cuestionario online por la Red de Educación y Solidaridad y sus socios, a profesores de seis países diferentes: Bélgica francófona (1.268), Francia (3.646), Quebec (2.349), México (215), Marruecos (302) y Gambia (222). La Fundación MGEN para la Salud Pública realizó el análisis estadístico de las respuestas.
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