Los contenidos falsos que circulan por internet y las redes sociales, así como la falta de competencias de las personas para detectarlos, suponen una amenaza no solo para la democracia, sino también para los derechos humanos, entre ellos el de la educación, asegura la UNESCO con motivo de la Semana Mundial de la Alfabetización Mediática e Informacional, que se celebra del 24 al 31 de octubre desde hace ya una década.
Dado que la desinformación se ha agravado a raíz de la pandemia a niveles sin precedentes, de acuerdo con la agencia de verificación de información en internet Newtral, es urgente asegurar que la ciudadanía adquiera competencias que le permitan identificar qué contenidos son falsos o no.
Actualmente, el 83% de los españoles afirma encontrar en internet contenidos y noticias que distorsionan la realidad o las consideran directamente falsas (una cifra más alta que el 71% a nivel europeo). Además, al 43% de los ciudadanos del país le resulta difícil detectar estos contenidos falsos, frente al 35% de la UE, según datos de un Eurobarómetro publicado por la Comisión Europea.
Los expertos en educación y comunicación que participan en un monográfico de Educaweb sobre cómo detectar y combatir los contenidos falsos en un mundo digitalizado, así como la UNESCO, coinciden en que la alfabetización mediática e informacional (AMI) es fundamental para combatir la desinformación. La UNESCO va más allá y aboga incluso por desarrollar planes de estudio que incluyan a la AMI, definir un marco pedagógico y articular políticas públicas en torno a ella.
Alfabetización mediática e informacional para combatir los contenidos falsos
La UNESCO advierte que en esta era de mayor conectividad resulta clave ser capaz de acceder a información pertinente y precisa, comprenderla y descifrarla, lo que se consigue a través de la formación en alfabetización mediática e informacional (AMI). Esta consiste en formar a las personas para que "puedan interactuar con los medios de comunicación y otros proveedores de información de manera eficaz, desarrollando el pensamiento crítico y las aptitudes para el aprendizaje a lo largo de la vida", según el organismo internacional.
Así, la alfabetización informacional se centra especialmente en enseñar a los individuos a investigar la información adecuadamente, y la mediática se enfoca en aprender a ser críticos ante los contenidos a los que están expuestos.
En España, menos de la mitad de los estudiantes de 15 años (46%) ha recibido formación sobre cómo reconocer si la información que consulta en internet es falsa, frente al 54% de la OCDE. Solo en Australia, Canadá, Dinamarca y Estados Unidos, el 70% del alumnado recibe alfabetización mediática e informacional, según un informe de la OCDE.
A nivel mundial, las niñas son las que reciben menos formación para saber identificar la desinformación y la información errónea: el 70% afirma no haber recibido formación en este ámbito y el 55% que no sabe diferenciar noticias falsas en internet, según datos de un informe de Plan International, The Truth Gap (des)informadas online.
Ante este contexto, diversos expertos consideran urgente formar a la ciudadanía en general y los jóvenes en particular en este ámbito, ya que ellos conforman "uno de los colectivos más expuestos a las fake news por el tipo de medios en los que se acostumbran a informar", señala el presidente del Consejo del Audiovisual de Catalunya (CAC), Roger Loppacher.
También es clave replantear "necesidades y prioridades educativas en niños, niñas y adolescentes: por ejemplo, ahora más que nunca se requiere que sigan desarrollando capacidades relacionadas con saber buscar información y elegir la que es útil y adecuada", apunta por su parte Miguel Ángel Rodríguez, subdirector de programas de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
La alfabetización mediática, por sí sola, implica que las personas sean críticas con los contenidos a los que se ven expuestos, pero también que aprendan sobre cómo se producen las noticias y contenidos en general, apunta el director del proyecto AulaMèdia, Francesc-Josep Deó. Por ello propone una educación mediática "que eduque en la redacción de textos periodísticos y en la producción de piezas audiovisuales por parte del alumnado. De esta forma redactando o grabando una noticia podrán entender mucho mejor cómo se construye la desinformación informativa".
¿Qué competencias hay que adquirir para neutralizar la desinformación?
El pensamiento crítico es la competencia fundamental para combatir la desinformación, coinciden los expertos. "Hay que ofrecer al alumnado los recursos necesarios para abordar con pensamiento crítico las informaciones que les llegan por múltiples canales, así como impulsar que adopten buenos hábitos de consumo y una correcta competencia digital", señala el presidente del Consejo del Audiovisual de Catalunya (CAC), Roger Loppacher.Además, en estos momentos de inmediatez y sobreinformación, también hay que "adquirir el hábito de reflexionar sobre la información que nos llega y hacernos responsables de la que compartimos", añade el presidente del CAC.
Asimismo, para valorar la credibilidad de cualquier tipo de contenido, sea noticia o no, es necesario aprender a argumentar e identificar las fortalezas y las debilidades de una información. "Los centros educativos pueden fomentar este aprendizaje imprescindible a través de la lectura, orientada por el profesor, y la redacción de ensayos, un ejercicio que permite al alumno identificar las ideas principales de una tesis, sus contradicciones y conclusiones", señala Conrado Briceño, CEO de IMF Smart Education.
La Comisión Europea, por su parte, ha difundido recursos didácticos entre los que incluye una guía sobre cómo detectar los contenidos falsos, en la que recomienda dudar de toda la información a la que uno está expuesto, verificar los datos y luego decidir si creerla o no. Pero, ¿cómo verificar si los contenidos son falsos o no? Se explica en el siguiente gráfico difundido por la Comisión Europea.
Claves para formar a las personas contra los contenidos falsos
La alfabetización mediática e informacional es clave para detectar y combatir los contenidos falsos. Expertos y organismos especializados en el tema ofrecen las siguientes propuestas para implementarla:1. Ofrecer a los docentes formación adecuada sobre el tema
Los centros educativos y de formación, y en particular los docentes, juegan un papel fundamental en la tarea de formar a las personas para identificar y neutralizar los contenidos falsos. De ahí que la UNESCO haya desarrollado un currículum de alfabetización mediática e informacional para profesores, mediante el cual sienta las bases sobre las competencias que deben adquirir y la formación que necesitan en torno a la AMI.Asimismo, tanto este organismo internacional como la Comisión Europea (CE) ofrecen formación permanente, proyectos educativos y recursos didácticos frecuentes al profesorado en este ámbito.
2. Introducir la AMI en la formación inicial docente
Otros expertos abogan por que la AMI forme parte de la formación inicial docente. En el manifiesto La educomunicación en España: un reto urgente para la sociedad digital, firmado por 100 docentes del ámbito de la educación y la comunicación, los firmantes piden crear dobles grados en Educación y Comunicación. Estos respetarían de forma íntegra los títulos de Grado en Educación Infantil o Primaria, "a los que se añadiría un refuerzo de 100-120 créditos de contenidos centrados en el campo de la comunicación", explica uno de los impulsores de la iniciativa, Javier Marzal-Felici.Además, el manifiesto aboga por revisar en profundidad los Másteres Universitarios en Formación del Profesorado, "para que se incluyan contenidos que faciliten la mejora de las competencias de los futuros docentes en temas de alfabetización mediática", apunta el catedrático.
3. Implicar a las administraciones, las empresas tecnológicas y los medios de comunicación
España lleva casi 50 años desarrollando numerosas experiencias en el aula sobre educación mediática e informacional, asegura Marzal-Felici, pero hace falta la implicación de las administraciones educativas para poder avanzar con firmeza en este campo. Estas "deben apoyar la formación continua del profesorado, de las familias y de la ciudadanía, en general", indica.Asimismo, hay que exigir que los gobiernos e instituciones, las empresas tecnológicas y plataformas de redes sociales, y los medios de comunicación públicos y privados, "proporcionen a su audiencia herramientas de verificación accesibles a niños y personas adultas para combatir la desinformación", opina por su parte Jaqueline Sánchez-Carrero, creadora del proyecto de AMI Telekids, en entrevista para Educaweb.
4. Flexibilizar el currículo para introducir la AMI y formar a las familias
La AMI se puede trabajar en el aula si se flexibiliza el currículo, ya que de esta manera se podría introducir de forma transversal en cualquier asignatura, sugiere Sánchez-Carrero.Por otra parte, "las noticias falsas son un tema que debe tratarse también en la familia destacando que se crean por dos razones: una para ganar dinero y otro para manejar nuestro pensamiento o intentar dirigirlo", añade la experta, quien aboga por formar en temas de alfabetización mediática e informacional a todos los adultos.
En este sentido, la Comisión Europea, por ejemplo, ha elaborado una guía dedicada a la alfabetización mediática e informacional de personas adultas, con sugerencias de actividades que pueden ser aplicables para formar a las familias o adultos interesados en el tema.
Buenas prácticas de alfabetización mediática e informacional
Existen multitud de iniciativas educativas que buscan la alfabetización mediática e informacional, especialmente de los niños y jóvenes, que para los expertos son más propensos a creer contenidos falsos. A continuación, conoce 2 proyectos que algunas fuentes consultadas consideran buenas prácticas en AMI.1.(In)fórmate
(In)fórmate es una iniciativa dirigida a adolescentes de 14 a 16 años que cursan 3º y 4º de la ESO en centros educativos españoles. Desarrollada por Google, la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y el Gobierno de España, el proyecto usa la tecnología y la gamificación como herramientas para fomentar el aprendizaje del alumnado en torno al AMI, y promueve actividades basadas en cuatro pilares: análisis de la información, capacidad de deducción y conclusión, evaluación de la información y producción de contenido propio.
2. Programa eduCAC
Se trata de un programa de educación mediática e informacional del Consejo del Audiovisual de Catalunya que desde el curso 2017-2018 proporciona a las escuelas (profesorado y alumnado) y a las familias, recursos educativos gratuitos para hacer un uso crítico y responsable de los contenidos audiovisuales. Además de ofrecer unidades didácticas, itinerarios transversales, módulos para que los propios alumnos realicen un proyecto audiovisual, el proyecto cuenta con cursos de formación para el profesorado y actividades para las familias.¿Conoces otras buenas prácticas sobre formación en alfabetización mediática e informacional? Compártelas con Educaweb a través de un comentario.
¿Sabías que…?
- Desde 2019 la UNESCO conmemora la Semana Mundial de la Alfabetización Mediática e Informacional. El objetivo de su celebración es movilizar a las partes interesadas para que promuevan y actúen en torno a la AMI.
- Los expertos señalan a las bibliotecas como mediadoras en la búsqueda de fuentes de calidad, ya que ofrecen talleres y conferencias para personas adultas, y han establecido desde la Federación Internacional de bibliotecas listas de verificación para detectar noticias falsas.