Actualización: 30.08.2021
Este mes de septiembre arranca el curso escolar 2021-2022 y desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) se han planteado dos objetivos prioritarios: "máxima presencialidad y máximas garantías para la salud de alumnos y profesores", según ha expuesto la ministra del MEFP, Pilar Alegría, en la última Conferencia Sectorial de Educación, celebrada el pasado 25 de agosto.En dicha reunión, Alegría también ha instado a las comunidades autónomas a invertir los 13.486 millones de euros que el Gobierno comenzará a distribuir en septiembre para mejorar el sistema educativo y, de este modo, convertir la educación en una "política prioritaria". Las comunidades autónomas, por su parte, han solicitado más inversión para afrontar el nuevo curso y mayor flexibilidad a la hora de aplicar las medidas en caso de que la situación lo permita.
La ministra se ha mostrado optimista ante el avance de la vacunación y la experiencia del curso pasado, con un 99% de aulas en funcionamiento y un 2% de centros educativos cerrados en el pico máximo de la pandemia, pero ha recalcado la importancia de "mantener la prudencia". No en vano, todavía no se halla vacunado el alumnado menor de 12 años y pueden surgir nuevas variantes del COVID-19.
Desde el sindicato ANPE se reclama mantener al profesorado contratado el curso pasado, para abordar los efectos de la pandemia, ya que "la bajada de ratios, los apoyos y desdobles de grupos son fundamentales para hacer frente a los déficits de aprendizaje acumulados desde el inicio de la pandemia y garantizar una enseñanza más individualizada", según figura en un comunicado.
A continuación te recordamos cuáles son los principios básicos de prevención, higiene y promoción de la salud frente al COVID-19 en los centros educativos y las universidades.
Cómo hacer frente al COVID-19 en los centros educativos
El documento Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a COVID-19 para centros educativos en el curso 2021-2022 incluye información detallada sobre cómo han de actuar los centros para hacer frente al coronavirus, a partir de la evidencia científica acumulada. Entre los principios básicos de actuación, se encuentran:
- Máxima presencialidad en niveles de alerta 1 y 2. En niveles 3 y 4, se podría pasar a semipresencialidad sólo a partir de 3º de la ESO.
- Uso de la mascarilla obligatorio a partir de los 6 años, independientemente de la distancia interpersonal.
- Distancia interpersonal de al menos 1,5 metros, con posibilidad de reducirla a 1,2 metros en ESO, FP de Grado Básico, Bachillerato y Enseñanzas Oficiales de Idiomas.
- Higiene de manos frecuente y meticulosa, al menos a la entrada y salida del centro, educativo, antes y después del patio, de comer y siempre después de ir al baño. Como mínimo cinco veces al día.
- Limpieza y desinfección: se intensificará la limpieza, en especial en los baños y en las superficies de mayor uso.
- Máxima ventilación de los centros educativos, a ser posible natural, y realización al aire libre del mayor número de actividades posibles.
- Control de temperatura antes de acudir al centro educativo, tanto para el alumnado como para los trabajadores.
- No acudir al centro en caso de experimentar síntomas compatibles con COVID-19, hallarse en aislamiento por diagnóstico de COVID-19 o en período de cuarentena domiciliaria por haber tenido contacto estrecho con alguna persona diagnosticada.
La publicación también incluye indicaciones sobre acciones transversales, medidas específicas para Educación Especial y Educación Infantil, en caso de realizar actividades complementarias, matinales y extraescolares.
Indicaciones para prevenir el COVID-19 en los centros universitarios
En el caso de las universidades, existe el documento de Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a COVID-19 para centros universitarios en el curso 2021-2022, donde se especifican las acciones que han de llevarse a cabo para garantizar la seguridad del profesorado, alumnado y resto de empleados de los centros superiores. He aquí algunas de las más importantes:
- Uso obligatorio de mascarilla.
- Distancia interpersonal de al menos 1,5 metros en el centro universitario. En niveles de normalidad, alerta 1 y 2 se puede flexibilizar a 1,2 metros, siempre teniendo en cuenta el contexto de cada Comunidad Autónoma.
- Evitar aglomeraciones en los espacios del centro universitario, incluidos los accesos a edificios, aulas y pasillos. Tampoco se permite la estancia prolongada en zonas de paso o espacios comunes.
- Reuniones telemáticas de coordinación y actividades no docentes siempre que sea posible.
- Higiene de manos frecuente y meticulosa, de al menos 40 segundos, con agua y jabón o, en su defecto, con gel hidroalcohólico. Se recomienda hacerlo a la entrada y salida del centro, antes y después de cambiar de aula, compartir materiales, ir al aseo, comer o manipular la mascarilla.
- Ventilación natural. Es la opción preferente. Se recomienda ventilación cruzada, con apertura de puertas y/o ventanas opuestas, o al menos en lados diferentes de la sala.
- No acudir al centro en caso de experimentar síntomas compatibles con COVID-19, hallarse en aislamiento por diagnóstico de COVID-19 o en período de cuarentena domiciliaria por haber tenido contacto estrecho con alguna persona diagnosticada.
El texto también incluye medidas de implementación, protocolos de actuación en caso de positivo o sospechoso, indicaciones concretas de limpieza y desinfección, y gestión de residuos.
La valoración de las comunidades autónomas
La Conferencia Sectorial de Educación ha suscitado diversas opiniones entre las comunidades autónomas.
Entre las más críticas se encuentra la Comunidad de Madrid, cuyo consejero de Educación de Educación y Juventud, Enrique Ossorio, ha lamentado que la reunión no haya aportado ningún contenido nuevo, así como que no se tenga en cuenta el proceso de vacunación a la hora de implantar las medidas.
El consejero de Cultura, Educación y Universidad de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, también ha propuesto que dichas medidas se vayan revisando en función del ritmo de vacunación y la pandemia, para introducir cambios en la movilidad en los centros, las actividades y las extraescolares o salidas.
Además, Rodríguez ha lamentado que el Ministerio de Educación y FP no transfiera fondos para que las comunidades hagan frente a los sobrecostes de la pandemia, como la adquisición de material, el refuerzo de la pandemia o la contratación del profesorado. Y, como otras comunidades, incluida Madrid, ha insistido en que los fondos europeos previstos no responden a las necesidades inmediatas del sistema.
Por otro lado, el consejero de Educación de la Generalitat de Catalunya, Josep Gonzàlez-Cambray, ha comentado que comparte los objetivos de presencialidad del Estado español y que disponen de refuerzos adicionales para avanzar en los retos planteados como la digitalización o la mejora de oportunidades educativas.
En relación a las recomendaciones del Ministerio de Universidades, el Consejo Interuniversitario de Catalunya ha explicado a Educaweb que "el sistema universitario catalán no ha tomado parte en la elaboración de los contenidos ni se siente interpelado". De todas formas, las medidas contempladas por el Ministerio van en la línea de las que se adoptan en Catalunya, con la "única diferencia" que el sistema catalán "no toma como referencia el criterio de distancia mínima interpersonal sino el tope en el porcentaje de la capacidad máxima del equipamiento (aulas)". El marco de referencia propio son las disposiciones del Departament de Salut y el Plan Sectorial de Universidades para el curso 2021-2022 aprobado por el Plan Territorial de Protección Civil de Catalunya (PROCICAT).
La Conferencia Sectorial de Educación ha suscitado diversas opiniones entre las comunidades autónomas.
Entre las más críticas se encuentra la Comunidad de Madrid, cuyo consejero de Educación de Educación y Juventud, Enrique Ossorio, ha lamentado que la reunión no haya aportado ningún contenido nuevo, así como que no se tenga en cuenta el proceso de vacunación a la hora de implantar las medidas.
El consejero de Cultura, Educación y Universidad de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, también ha propuesto que dichas medidas se vayan revisando en función del ritmo de vacunación y la pandemia, para introducir cambios en la movilidad en los centros, las actividades y las extraescolares o salidas.
Además, Rodríguez ha lamentado que el Ministerio de Educación y FP no transfiera fondos para que las comunidades hagan frente a los sobrecostes de la pandemia, como la adquisición de material, el refuerzo de la pandemia o la contratación del profesorado. Y, como otras comunidades, incluida Madrid, ha insistido en que los fondos europeos previstos no responden a las necesidades inmediatas del sistema.
Por otro lado, el consejero de Educación de la Generalitat de Catalunya, Josep Gonzàlez-Cambray, ha comentado que comparte los objetivos de presencialidad del Estado español y que disponen de refuerzos adicionales para avanzar en los retos planteados como la digitalización o la mejora de oportunidades educativas.
En relación a las recomendaciones del Ministerio de Universidades, el Consejo Interuniversitario de Catalunya ha explicado a Educaweb que "el sistema universitario catalán no ha tomado parte en la elaboración de los contenidos ni se siente interpelado". De todas formas, las medidas contempladas por el Ministerio van en la línea de las que se adoptan en Catalunya, con la "única diferencia" que el sistema catalán "no toma como referencia el criterio de distancia mínima interpersonal sino el tope en el porcentaje de la capacidad máxima del equipamiento (aulas)". El marco de referencia propio son las disposiciones del Departament de Salut y el Plan Sectorial de Universidades para el curso 2021-2022 aprobado por el Plan Territorial de Protección Civil de Catalunya (PROCICAT).
