Debido a la pandemia el desempleo ha llegado a niveles históricos en todos los países. Puede que para muchos incluso no sea la primera crisis laboral. Algunos ya hemos atravesado otros momentos de crisis en nuestra vida profesional, que han entrañado oportunidades valiosas de aprendizaje y crecimiento.La economía mundial se ha visto afectada. Un informe en conjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del trabajo (OIT), lo describen como "los mercados laborales de América Latina y el Caribe fueron golpeados por la pandemia del COVID-19 de una manera nunca antes vista, lo que se ha traducido en la mayor contracción de los últimos 100 años con fuertes costos económicos, laborales, sociales y productivos".
Según el informe de estas dos entidades, los más afectados han sido mujeres, y trabajadores informales, así como los jóvenes que buscaban insertarse en el mercado laboral. Aunque los trabajadores menos afectados han sido aquellos donde los puestos están ocupados por profesionales con grados universitarios, muchos profesionales han tenido que realizar trabajos que no requieren formación profesional, debido al recorte de personal en muchas compañías.
Ante esta situación que afecta la economía mundial, por ende a los trabajadores, es importante preguntarnos… ¿Qué podemos hacer, en medio de todo ello, para generar ingresos suficientes que nos permitan vivir dignamente?
La reinvención profesional es la clave. Esta surge de un interés legítimo e interno, primero en la búsqueda de la excelencia por ser mejores personas y profesionales cada día y luego en el accionar este deseo. No obstante, si no tenemos cuidado, podemos esforzarnos mucho y no obtener grandes resultados.
Es común querer ver grandes cambios en poco tiempo. Sin embargo, es necesario recordar que lo que realmente vale la pena puede implicar un tiempo más largo. Usar la fuerza para enfocarnos en cambios de apenas un grado, que ya cambian el rumbo de nuestras vidas, nos permitirá girar 360 grados de la persona que éramos en un principio y cambiar el rumbo de nuestras vidas.
Es indispensable reconocer: ¿Qué nos hace feliz?, ¿qué no nos hace feliz?, ¿a dónde queremos llegar?, ¿a qué estamos dispuestos a renunciar? Una herramienta muy útil puede ser un análisis FODA, donde como individuos reconozcamos nuestras Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas, y que nos permita conocer cuáles son los puntos de mejora y cuáles son los aspectos en los que podemos sacar partido y provecho dentro del ambiente en el que nos desenvolvemos.
No existe una fórmula mágica que se pueda aplicar a todos, pues depende de donde quiera llegar cada uno. En un proceso diferente en la duración de las etapas para cada individuo, que implica además de conocernos a través de las respuestas a estas preguntas planteadas, estar dispuestos a aprender constantemente, desaprender lo que ya no es funcional, reconocer que no lo sé todo, estar abierto a los cambios y utilizar todo esto en el campo laboral.
Existen aspectos en los que siempre es beneficioso invertir esfuerzos:
- Mantenernos actualizados. Incluye asistir a cursos, seminarios, webinars, entre otras formas de capacitación. Otra alternativa puede ser las inscripciones a revistas académicas, seguir en las redes sociales empresas de gran trayectoria que impulsen el desarrollo profesional y recurso humano del país.
- En la misma línea de estar actualizados, podemos ver los campos que no han sido abiertos para la profesión, o que no cuentan aún con el recurso humano suficiente a nivel de país.
- Esforzarnos no solo por ser o parecer sino también por hacer. No es el título lo que hace valioso a la persona, sino el conocimiento que le permite hacer un mejor trabajo, y el impacto que puede generar. Cada vez se valora más la capacidad resolutiva de las personas dentro de las empresas.
- En estos tiempos y en cualquier colectivo, siempre será de utilidad conocer sobre el uso de las herramientas tecnológicas. El objetivo es hacer más fácil el trabajo y, si realmente las llegas a dominar, pueden ser de mucha utilidad. Existen infinidad de tutoriales en línea a los que acceder y poder aprender más al respecto.
- Otro punto importante es el manejo de idiomas. Debemos preocuparnos por poder superar esta barrera. Hoy día es algo que las empresas valoran mucho. Este es un claro ejemplo de habilidades que no requieren un título universitario sino que el empleado demuestre su competencia.
- Es muy recomendable proyectarnos a la comunidad de alguna manera a través de asociaciones, que brindan ayuda, o emprender un negocio. Esto nos permite adquirir otras habilidades necesarias que aprendemos de personas de más experiencia y que nos ayuda, creciendo en los demás ámbitos de nuestra vida.
- El networking debe cultivarse en todo momento. Preocúpese por dejar huellas en su caminar y que su trabajo hable por usted, además de mantener cercanía con colegas profesionales, que pueden ser referencia.
Finalmente, otro punto a tener en cuenta es que no toda la formación de buena calidad a la que vamos a tener acceso va a ser de títulos universitarios. Existen variedad de cursos, seminarios y actualizaciones que no entregan un certificado físico, pero que aportan mucho valor en el conocimiento que nos brindan los expertos para tener una visión más amplia de las necesidades nacionales e incluso en otras latitudes.
Por lo anterior expuesto, la formación no reglada debe seguir enfatizando la búsqueda de expositores de alto impacto, para atraer a las personas a realizar las capacitaciones así como la búsqueda de los espacios y escenarios que propicien el conocimiento y buenas experiencias de aprendizaje. Al final el valor está agregado en el aporte que brinda la capacitación para ponerla en práctica.
No se debe olvidar el valor de la tutoría y la mentoría que podemos obtener a través de estos enlaces con diferentes profesionales en áreas no explotadas dentro de nuestro ámbito profesional que nos permiten conocer el camino que tenemos que recorrer hacia esa reinvención profesional.
El momento ideal para trazarse un plan de vida y hacerlo extensivo al ámbito profesional es ahora, justo este momento, el dueño del rumbo de la vida somos nosotros mismos, decidimos ser víctimas del presente o constructores de nuestro futuro. No perdamos el entusiasmo y atrevámonos, aunque inicialmente solo parezcan cambios de un grado, los resultados de esta reinvención generaran satisfacción duradera.
