Màrius Martínez es el nuevo presidente del Consorcio Europeo de Universidades Innovadoras (ECIU, en inglés), una red de universidades fundada en 1997 con el objetivo de garantizar una cultura de la innovación en el ámbito universitario y actuar como catalizador de la innovación en las empresas y la sociedad.El también vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universitat Autònoma de Barcelona ha calificado su nombramiento de privilegio y honor, y a partir de ahora será el máximo responsable del Patronato y la red de ECIU, actualmente integrada por 12 universidades europeas, entre las que se encuentran la Universidad de Aalborg, la Universidad de la Ciudad de Dublín, la Universidad Tecnológica de Hamburgo, la Universidad de Tampere o la Universidad de Trento, entre otras.
¿Cuáles serán sus principales responsabilidades como presidente de ECIU?
Mis principales responsabilidades serán coordinar el comité de representantes de las 12 universidades que forman el consorcio e impulsar la segunda fase del proyecto de universidad europea (ECIU University), más allá del periodo inicial de financiación de la CE, en vistas al Horizonte de 2030. Además, he de mantener y potenciar la presencia de ECIU como uno de los consorcios universitarios históricos (funcionamos desde 1997) más innovadores en Europa y su presencia líder en los debates sobre innovación en educación superior en Europa.
¿Cuáles son los retos más importantes a los que se enfrenta ECIU?
Desarrollar ECIU University como un auténtico ecosistema universitario europeo, líder en innovación en la formación, la investigación y la co-creación de conocimiento, en sus relaciones con la sociedad y en respuesta a sus desafíos.
¿Qué estrategias piensa implementar a corto, medio y largo plazo para afrontarlos con éxito?
Las estrategias tienen en cuenta los proyectos que ya desarrollaba el consorcio y que seguirán su curso, la mencionada iniciativa de ECIU University y el desarrollo de un primer instituto virtual de investigación (SMART-ER) que permitirá incrementar la colaboración y la movilidad de personal investigador entre las universidades del consorcio alrededor de la investigación en ciudades y regiones sostenibles e inteligentes.
"La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la ciencia y sus avances y aportaciones para solucionar los problemas de la sociedad".
¿Qué significa innovar en el ámbito universitario?
Responder a los desafíos o retos de la sociedad de manera colaborativa, generando espacios abiertos y dinámicos para la formación y la co-creación de conocimiento. Significa apostar por la ciencia ciudadana y por la colaboración de todos los agentes que conforman los ecosistemas en los que las universidades están insertas. Significa apostar por metodologías innovadoras, por nuevas propuestas formativas más abiertas, interdisciplinares y al servicio de las necesidades formativas de un amplio abanico de personas.
¿Cuál cree que ha de ser el papel de la universidad en un mundo pos-pandemia?
La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la ciencia y sus avances y aportaciones para solucionar los problemas de la sociedad. Las universidades son las protagonistas principales en la generación y co-creación de conocimiento y su aplicación para solucionar los problemas de nuestras sociedades.
En un mundo post pandemia esta relevancia y protagonismo deberá permitir actuar más rápido, más pronto y más eficazmente justamente para prestar la ayuda necesaria para anticiparnos a algunos de estos problemas o, en su caso, para minimizarlos y, naturalmente, para aportar soluciones de desarrollo sostenible y equitativo.
¿El futuro de la universidad pasa por la creación de consorcios como ECIU?
Esto es algo que hace dos años tuvo clara la comisión europea y por eso lanzó la iniciativa de las Universidades Europeas. ECIU ganó uno de los 17 proyectos de la primera convocatoria a la que se presentaron más de 50 consorcios. En estos momentos y tras una segunda convocatoria existen en Europa 41 consorcios trabajando para crear otras tantas universidades europeas. La colaboración es, sin duda alguna, un motor de progreso también para las universidades de Europa en el contexto global.
