- La explosión de los Green jobs, o los empleos relacionados con la ecología y la sostenibilidad, que se extienden desde la gestión de residuos, la electrificación de la movilidad, las energías limpias y un sinfín de nuevas iniciativas que llegan para cambiar el mundo.
- El E-todo, o los empleos y empresas destinados a llevar cualquier servicio a domicilio y/o consumo on demand (desde comida, salud, bienestar, entretenimiento, deporte). Ahora está todo a un clic (o un tap).
- Vuelta al protagonismo de las soft skills, o habilidades transversales, que cobran más importancia que las técnicas en un entorno altamente digitalizado, y que son más difíciles de aprender o desarrollar.
Mientras los sectores productivos se veían obligados a reducir equipos para afrontar una lenta recuperación, los empleos relacionados con las energías (agua, gas, solar) seguían creciendo. El último Estudio ManpowerGroup de Proyecciones de Contratación para Q2 indica que mientras la media española caía un -1%, el subsector de la energía aumentaba un 5% en expectativa de generación de ocupación. Motivado en parte por el objetivo de la UE de impulsar la sostenibilidad de las corporaciones, empieza a identificarse un mayor reclamo de profesionales especializados en gestión bajo criterios EGS (medioambiental, buen gobierno y social) para cualquier tipo de empresa.
En los momentos más duros de la pandemia, hubo más vacantes que seguían sin cubrirse por falta de profesionales: hablamos de los perfiles IT, desarrolladores, data analysts, especialistas en UX o ciberseguridad… Perfiles muy solicitados desde mucho antes de la pandemia del COVID-19, pero que durante y después del confinamiento han visto crecer su demanda al multiplicarse las empresas, servicios y soluciones de base tecnológica. Muchas de estas identificadas por el prefijo "E-", y que se dedican a llevar a domicilio cualquier tipo de producto o servicio (desde comida a bienestar o deporte) y/o las que ofrecen el pago por uso y el consumo a la carta (entretenimiento, salud, etc.).
Videojuegos para entrenar softskills
La pandemia disparó nada menos que un 70% el uso de videojuegos, y algo parecido pasó con el consumo de contenido en línea. Estar tantas horas en casa resultó ser una buena noticia para los más de 2.500 millones de jugadores aficionados a los videojuegos que se calcula que hay en todo el mundo. Todos ellos seguramente escucharon alguna vez a un familiar cercano decirles que pasar tanto tiempo frente a una pantalla para jugar a videojuegos no era más que una pérdida de tiempo -especialmente aquéllos que nunca conseguiríamos dedicarnos profesionalmente al gaming.
Hoy, sin embargo, sabemos que los videojuegos no son solo entretenimiento, sino que, además, son una excelente herramienta de entrenamiento de soft skills, precisamente, las habilidades más demandadas por las empresas en la era pos-COVID-19. No en vano la gamificación es cada vez más útil para la formación por sus excelentes resultados.
Trabajo en equipo, toma de decisiones, pensamiento crítico, feedback efectivo o liderazgo… Muchas de las competencias más demandadas se encuentran en los jugadores de videojuegos. A medida que las empresas se digitalizan y automatizan las tareas más rutinarias, y los responsables de Recursos Humanos buscan en sus futuros candidatos competencias sociales por encima incluso de las técnicas, los aficionados a los videojuegos empiezan a destacar como el talento necesario para impulsar la competitividad de las organizaciones.
Estas capacidades soft son, además, difíciles de aprender. De hecho, en España un 41% de las compañías afirma no poder encontrar todas esas competencias necesarias para las posiciones abiertas.
ManpowerGroup ha analizado más de 11.000 videojuegos de 13 géneros diferentes (acción-aventura, juegos de rol, música, etc.) e identificado qué habilidades desarrolla cada uno de esos juegos, para luego relacionarlas con competencias profesionales y con tipos de empleo donde son clave. Por ejemplo, un aficionado de juegos de equipo, deportes y carreras, como Call of Duty, FIFA, Rocket League o Mario Kart, perfecciona las competencias sociales necesarias para destacar, por ejemplo, como personal sanitario o responsable de un centro de atención telefónica, en cuanto a que estos juegos enseñan a dar feedback de forma efectiva, resolver problemas y/o superar adversidades inesperadas. Por su parte, los juegos de estrategia, rompecabezas y de preguntas y respuestas, como StarCraft, Civilization, Pac-Man, Words with Friends o League of Legends, ayudan a que los jugadores desarrollen la capacidad de tomar decisiones, planificar, concentrarse y ser más perseverantes.
Si hace unos años la incorporación de hobbies en el currículum se usaba para asociar a deportistas de algunas disciplinas con trabajadores en equipo o personas con orientación a resultados, hoy lo que se estila es poner tu experiencia de gamer en tu próxima solicitud de empleo.