Respecto a los recursos, si partimos de la infradotación secular de los equipos de orientación en los centros educativos (recordemos que la UNESCO aconseja una ratio de 1 orientador/a por cada 250 alumnos/as), de la arbitrariedad en la asignación de tareas docentes atribuidas por los equipos directivos a los profesionales de la orientación (tal y como viene advirtiendo COPOE) y del incremento de tareas burocráticas que lastran su tiempo de trabajo, consideramos que la OAP ofrecida en la FP (y, en general, en el sistema educativo), no puede ser de mayor calidad.
Por otro lado, y en relación con el reconocimiento de la orientación profesional, queremos advertir dos problemas:
1. Escaso reconocimiento a la orientación profesional por parte de la administración educativa. Tal y como señalaba el profesor Fernando Marhuenda, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universitat de València, el pasado 18 de febrero de 2021 en un webinar del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), la orientación profesional aparece en el Plan de Modernización de la FP del MEFP como una línea estratégica, pero, curiosamente, luego se le deja sin dotación presupuestaria. Y según argumenta el catedrático, ya ocurrió algo parecido con la Ley de FP de 2002.
2. Perversión del modelo de orientación, en cuanto a que se legisla para minimizar la orientación que realiza el profesorado de FOL en la FP, principalmente de dos formas:
- Haciendo desaparecer el módulo de Formación y Orientación Laboral en los ciclos formativos de grado básico, una vez más vemos como la LOMLOE vuelve a eliminarlo del articulado de esta, dejando su regulación a la buena voluntad del desarrollo normativo autonómico. Precisamente en una etapa educativa donde más lo necesita el alumnado,
- Regulando un sofisticado sistema de convalidaciones para que el alumnado que haya cursado un ciclo formativo de grado medio (CFGM), pueda convalidar el módulo de FOL en un posterior ciclo formativo de grado superior (CFGS). Se trata de, una incongruencia que no se acaba de entender (¿convalidaríamos las matemáticas de 2º de la ESO porque se trabajen contenidos similares en 4º de la ESO?) y que penaliza al alumnado en la mejora de su empleabilidad.
Por tanto, si a la altísima ratio orientador-alumnado, a las tareas docentes y a la excesiva carga burocrática de los profesionales de la orientación, le sumamos la regulación a la baja de aquellos módulos que trabajan la orientación dentro de las aulas de FP, el cóctel está servido: nos encontramos ante un serio problema de orientación de nuestro alumnado que, en la FP, puede contribuir a un elevado abandono educativo.
Además, no hemos de olvidar que en el informe Investing in Career Guidance realizado por seis organismos internacionales se hace especial hincapié en la importancia, ahora más que nunca, de la orientación profesional debido a la gran complejidad del mundo laboral. Asimismo, en dicho informe se relaciona la orientación con mejores resultados económicos (mayores salarios), educativos y sociales.
Acciones para mejorar la orientación en la FP
Respecto a qué acciones realizar, qué medidas tomar para mejorar la OAP del alumnado de FP, creo que se deriva de lo anterior y podríamos enumerarlo de la siguiente forma:
- Reducir la ratio orientador-alumnado a las recomendaciones de la UNESCO: un profesional de la orientación por cada 250 alumnos/as. De esta forma, se podría incrementar la tan necesaria orientación personalizada.
- Dotar presupuestariamente la línea estratégica de orientación profesional.
- Introducir el módulo de FOL en los ciclos formativos de grado básico, ya que quizás es la etapa donde más horas debería tener, debido al historial del alumnado y a la alta tasa de abandono que presenta.
- Acabar con el sistema de convalidaciones del módulo de FOL. El alumnado de los CFGM no tiene ni el conocimiento ni la madurez que el alumnado de CFGS, estamos ante dos etapas educativas distintas. Seguir con este sistema es injusto para nuestro alumnado en tanto que pierde la posibilidad de incrementar las horas de orientación a la par que no trabaja competencias básicas para el empleo como son las soft skills.
- Articular medidas para que el profesorado de FOL pueda aportar sus conocimientos y experiencia en orientación profesional, en coordinación con los equipos o departamentos de orientación.
Recursos y buenas prácticas de orientación en la FP
Respecto a qué recursos y buenas prácticas consideramos importantes para una mejor orientación profesional para el alumnado de Formación Profesional y de otros niveles educativos, proponemos lo siguiente:
Recursos
- Cumplir con las recomendaciones de la UNESCO respecto a la ratio orientador/a-alumno/a.
- Horas lectivas dedicadas a orientación personalizada para profesionales que puedan colaborar con el departamento de orientación (por ejemplo, profesorado de FOL).
- Incrementar la digitalización para favorecer la auto-orientación, sin que implique una sustitución de la atención personalizada.
Buenas prácticas
- Tutorías e itinerarios personalizados.
- Colaboración directa con las empresas de las distintas familias profesionales desde principio de curso: charlas de empleadores, ferias de empleo, concursos empresariales, simulación de entrevistas, etc.
- Estancias en empresas de muy corta duración (1 día, 1 semana, etc.)
- Contacto con los/as trabajadores/as del sector
- Charlas de antiguo alumnado inmerso en el mundo profesional del sector
Y, todo ello, iniciándolo en la ESO, e implicando a las familias como actor clave en la toma de decisiones. De esta forma conseguiríamos una mayor efectividad de la orientación profesional y, además, podríamos aprovechar para combatir los estereotipos de género de forma temprana.