Si bien la mayoría de las personas adultas que han recibido orientación han experimentado un cambio en su situación laboral y de formación, pocos lo atribuyen a haber recibido servicios de orientación profesional. Solo el 22% de los usuarios afirma que la orientación fue útil para lograr ese resultado. "Quizás los adultos no aprecian completamente el impacto de la orientación profesional, dada la influencia combinada de otros factores, incluidos la familia y los amigos", indica el informe.
La OCDE ha realizado este estudio para comprender mejor cómo se lleva a cabo la orientación profesional entre los adultos y las barreras a las que se enfrenta. La investigación se basa en encuestas en línea a usuarios de los servicios de orientación de seis países (Alemania, Chile, Estados Unidos, Francia, Italia y Nueva Zelanda), así como en las aportaciones de los ministerios de educación y trabajo de todos los países que forman parte del organismo internacional, entre ellos España.
El informe asegura que la pandemia ha incrementado la importancia de los servicios de orientación profesional, especialmente porque muchas personas adultas han perdido sus empleos y necesitan ayuda para identificar las opciones formativas y profesionales que les ayuden a afrontar un mercado laboral que ha cambiado profundamente. Asimismo, advierte que se necesita mejorar el acceso y la calidad de estos servicios, y ofrece una serie de medidas para hacerlo.
Los resultados del estudio también muestran que cuatro de cada diez adultos han recibido orientación profesional en los últimos cinco años y al menos dos veces al año. Los motivos más frecuentes para orientarse son: recibir ayuda para buscar empleo (32%) y conocer las opciones de educación y formación (25%).
Accesibilidad y utilización de los servicios de orientación para adultos
Si bien casi todos los países de la OCDE han puesto en marcha servicios de orientación profesional para adultos, su principal desafío es que sean accesibles y utilizados por las personas. Sin embargo, el estudio señala que los adultos poco cualificados y que se forman menos suelen utilizar con menos frecuencia la orientación profesional.
Además, el 57% de los adultos que no utiliza los servicios de orientación profesional no siente la necesidad de hacerlo. La mayoría de estas personas son mayores de 55 años y/o tienen un nivel de formación menor. Asimismo, otro 20% de los adultos que no usa los servicios de orientación reconoce que no lo hace por desconocimiento de su existencia, y un 11% porque no tiene tiempo de acceder a ellos por motivos laborales o personales.
La orientación presencial, la más común
La orientación cara a cara sigue siendo el canal de comunicación más común para recibir orientación profesional (63% de los adultos), aunque otros canales se han priorizado durante el COVID-19, como los servicios a distancia (por teléfono o en línea). En muchos países, los portales de orientación profesional en línea se han convertido en fuentes populares de información actualizada sobre cambios en el mercado laboral.
El estudio señala que, si bien la orientación en línea seguirá al alza, hay que continuar realizando orientación cara a cara, ya que hay evidencias preliminares de que el cambio hacia una orientación remota puede tener un impacto negativo en los resultados laborales de los usuarios y empeorar el acceso para los adultos con escasas habilidades digitales y/o que carecen de una conexión estable a Internet o teléfono.
Propuestas para mejorar la orientación de las personas adultas
La OCDE propone algunas directrices sobre lo que los gobiernos deberían realizar a nivel de políticas para mejorar la orientación profesional de los adultos en cuanto a su acceso y prestación, cobertura e inclusión, calidad e impacto, y gobernanza y financiación. Sus propuestas son las siguientes…
1. Acceso y prestación de servicios de orientación
- Ampliar la disponibilidad de los servicios de orientación profesional, garantizando al mismo tiempo que los proveedores tengan la capacidad (es decir, tiempo de los orientadores, formación y fondos) para satisfacer las necesidades especializadas de distintos grupos (desempleados, empleados, inactivos).
- Ofrecer orientación profesional a través de una variedad de canales de comunicación, tanto remota (por teléfono, videoconferencia, mensajes de texto y servicios en línea) como presencial, esta última especialmente para las personas más vulnerables.
- Establecer o fortalecer los portales de orientación profesional en línea existentes, de modo que sean fáciles de usar y permitan añadir información de diferentes fuentes sobre necesidades de habilidades, programas y costes de formación, etc. Ofrecer la posibilidad de interactuar con los asesores de orientación profesional en tiempo real en los portales puede aumentar su efectividad.
2. Cobertura e inclusión
- Sensibilizar sobre la disponibilidad y utilidad de los servicios de orientación profesional a través de campañas en medios de comunicación.
- Diseñar e implementar estrategias para poder comunicar los servicios de orientación a los grupos de adultos más desfavorecidos y poco cualificados, ya sea a través de la colaboración de sindicatos, por ejemplo.
3. Calidad e impacto
- Establecer estándares de calidad en la prestación de servicios que describan los requisitos básicos de cómo proporcionar la orientación profesional.
- Profesionalizar a los orientadores y orientadoras mediante el establecimiento de marcos de competencias para estandarizar su formación y calificaciones.
- Establecer sistemas de información de calidad sobre el mercado laboral y las competencias demandadas para que los orientadores tengan los medios para mantenerse actualizados sobre las necesidades del mercado de trabajo.
- Adaptar la orientación profesional a las necesidades individuales, evaluando las habilidades de los adultos mediante herramientas que permitan la elaboración de perfiles de competencias personalizados. Además, proporcionar a los adultos una hoja de ruta de desarrollo profesional personalizada aumenta considerablemente la probabilidad de que logren empleo (en un 25%), según la OCDE.
- Evaluar los resultados de la orientación exigiendo a los proveedores que recopilen y compartan datos de forma regular. También se requiere financiación para realizar esta evaluación.
4. Gobernanza y financiación
- Mejorar la coordinación con todos los actores involucrados en la orientación profesional, como por ejemplo las redes locales de empleadores, proveedores de capacitación y otros proveedores de servicios.
- Asegurar una financiación pública adecuada para los sistemas de orientación profesional de adultos.
- Incentivar a los empleadores para que contribuyan a la financiación de la orientación profesional.
¿Sabías que…?
- El 82% de las personas adultas no se forma porque no encuentra la opción formativa que puede asumir, lo que denota que tiene dificultades para identificar oportunidades de formación adecuadas.
- El informe también desvela que los servicios públicos de empleo y los privados son los que más ofrecen servicios de orientación profesional para adultos (24% y 22%, respectivamente). Otros proveedores importantes de orientación para personas adultas son las instituciones de educación y formación.
Ficha técnica
El informe Career Guidance for Adults in a Changing World of Work basa sus resultados en dos fuentes de información:
- Las respuestas a un cuestionario sobre políticas de orientación profesional por parte de representantes de los ministerios de trabajo y educación, servicios de empleo públicos y gobiernos de los países de la OCDE.
- Los datos recopilados en la Encuesta de orientación profesional para adultos de 2020, desarrollada por la OCDE y aplicada a 5.611 personas de entre 25 y 64 años de seis países: Alemania, Chile, Estados Unidos, Francia, Italia y Nueva Zelanda.
El estudio se divide en cuatro capítulos. El primero presenta los resultados sobre el acceso y la inclusión de los servicios de orientación basados en la encuesta de orientación profesional para adultos realizada por la OCDE. El segundo capítulo analiza cuáles son los proveedores de orientación para adultos y describe cómo se prestan los servicios, el tercero analiza la calidad de los servicios de orientación en base a los resultados de la mencionada encuesta, y propone mejoras. Por último, el cuarto capítulo describe cómo los países de la OCDE fomentan la coordinación entre los diferentes agentes involucrados en la orientación profesional.