Millones de personas han perdido su empleo, millones han hecho una o varias cuarentenas y millones de familias han visto el teletrabajo y la supuesta conciliación como la mejor manera de sobrevivir a la pandemia. En este contexto es donde se hace imprescindible la orientación y la reorganización de nuestros objetivos profesionales.
Podemos, dentro de las estrategias o recursos clave a la hora de orientar, destacar las siguientes:
- Individualización en el proceso. Los test colectivos o los itinerarios profesionales generales son necesarios para un primer contacto, pero conocer las características de cada persona, sus gustos e intereses, así como sus habilidades, se convierte en el algo imprescindible a la hora de proponer salidas profesionales. Pese a la pandemia, muchos han sido los centros educativos que han seguido realizando sus tutorías en modalidad online.
- Acercar la empresa al aula virtual: Cada vez más colegios e institutos ofrecen al alumnado la posibilidad de realizar estancias educativas en empresas de sectores afines a sus gustos. Dada la situación que estamos viviendo, trasladar esa vivencia al aula virtual, se convierte en una opción asequible para seguir ofreciendo esta oportunidad.
- Brainstorming colectivo: "Si quieres ir rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina acompañado". Gracias a las, cada vez más frecuentes, reuniones virtuales, pequeños grupos de alumnos pueden analizar las características de sus compañeros y ofrecerles, según su opinión, salidas profesionales con las que creen que pueden llegar a encajar. El recibir por parte de compañeros que han estado a tu lado al menos un año distintas opciones, aumenta el abanico de posibilidades que, de otro modo, ni se barajaban.
"Es imprescindible que los orientadores y orientadoras estemos al día de las últimas novedades en nuestro sector. No podemos seguir orientando con instrumentos de hace 10 años, ni ofrecer como salidas profesionales ámbitos que tienden a desaparecer".
- Más allá de nuestras fronteras: En ocasiones, tendemos a contemplar solo las opciones que tenemos a nuestro alrededor, cuando, basta con mirar un mapamundi para darnos cuenta de ¡todo lo que podemos conquistar! Los alumnos y alumnas necesitan que les demos opciones; opciones y herramientas que les permitan conseguir sus objetivos en cualquier lugar del planeta.
- Formación en nuevas habilidades: Vivimos en la "era del conocimiento" y, si de algo nos podemos sentir orgullosos, es de que tenemos a nuestro alcance contenidos relacionados con cualquier temática que nos apasione. Muchos de ellos, gratuitos. Sin duda, aquellas personas que han aprovechado su tiempo durante el confinamiento marcarán la diferencia.
Pese a todo, la orientación académica y profesional se enfrenta a una serie de retos a los que hacer frente:
- Incertidumbre. Muchos de los futuros trabajos de nuestros alumnos no existen en la actualidad, ello hace que tengan que lidiar con una sensación de pérdida de control y ansiedad, que, en ocasiones, produce bloqueos en la toma de decisiones.
- Un alto porcentaje de alumnos están poco orientados, Pese a que cada vez coge más fuerza la figura del orientador, seguimos siendo pocos para poder dar respuesta a personas que necesitan conocer y conocerse de cara al mundo laboral.
- Actualización de los profesionales de la orientación, Es imprescindible que los orientadores y orientadoras estemos al día de las últimas novedades en nuestro sector. No podemos seguir orientando con instrumentos de hace 10 años, ni ofrecer como salidas profesionales ámbitos que tienden a desaparecer.