Orientar en tiempos de incertidumbre laboral: retos y soluciones

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Desafíos de la orientación en tiempos de crisis y acciones para alcanzarlos  
 
La pandemia ha dado lugar a una crisis económica y de empleo sin precedentes. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que la tasa de paro en España será del 19,3% cuando acabe el 2020.  Para afrontar esta situación se necesitan políticas y mecanismos que protejan a las personas más afectadas, así como más inversión en orientación académica y profesional y formación para ayudarles a transferir sus competencias a nuevas ocupaciones, a reconvertirse profesionalmente y conseguir un empleo.
 
Por su parte, tanto el Banco de España como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) coinciden en que es urgente apoyar la orientación y la formación a lo largo de la vida de las personas, especialmente las más jóvenes, que en su mayoría se han quedado en el paro por trabajar en los sectores más afectados por la crisis. De hecho, España encabeza la lista de jóvenes menores de 25 años sin empleo en la UE (40,4%), según datos de Eurostat de octubre de 2020.
 
Ante este panorama, "nunca antes en la historia de la humanidad la orientación ha sido tan necesaria", afirma de forma contundente el analista de la OCDE, Anthony Mann, en entrevista a Educaweb. Él y otros expertos consultados para este monográfico reflexionan sobre los retos principales de la orientación en este contexto de crisis y las acciones que se deberían realizar para orientar mejor a las personas y ayudarles a construir su proyecto de vida y profesional.
 

Desafíos de la orientación en tiempos de crisis y acciones para alcanzarlos

 
Con o sin pandemia, la orientación tiene diversos desafíos por afrontar: establecer un sistema integral y universal de orientación, contar con más orientadores que tengan una adecuada formación o promover la investigación en orientación para basarse en evidencias, entre otros. Sin embargo, algunos de estos retos son más urgentes de abordar en este contexto de pandemia…
 

1.Invertir en un sistema de orientación integral y a lo largo de la vida

 
Si bien la orientación ya era necesaria antes del COVID-19, a partir de esta crisis sanitaria y económica se torna más urgente y relevante. Por ello, se requiere invertir más en estos servicios tanto desde las administraciones como desde las entidades privadas. Esta inversión debe ir aunada a una extensa campaña de información pública que explique a las personas la importancia de la orientación, la gestión de la carrera, la formación y el autoconocimiento.
 
"Hace falta fomentar un nuevo modelo de orientación a lo largo de toda la vida, que se base en la capacidad orientadora que puede desplegar una comunidad madura y rica en capital social, donde la escuela puede hacer un papel dinamizador, pero no solitario, de la orientación", explica en entrevista Jordi Riera, catedrático de Educación en la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna de la Universitat Ramon Llull.
 
Con él coincide Mann, el analista sénior de la OCDE, quien recomienda que la orientación sea obligatoria a lo largo de la vida, que se anime a las personas a realizarla y a que "se preparen a conciencia y con antelación para estas intervenciones, y reflexionen a continuación sobre estas".
 

2.Garantizar que la orientación pueda ofrecerse a todas las personas, especialmente a las más vulnerables

 


A raíz del COVID-19, la orientación se ha tornado todavía más indispensable para los y las jóvenes y las personas de entornos desfavorecidos. "Ellos siempre se encuentran en una situación inherente de desventaja porque saben menos sobre el trabajo, tienen menos contactos útiles y menos experiencia a la que pueden recurrir. En una recesión esta desventaja se amplifica", apunta Mann.  
 
Por ello, resulta fundamental que los centros educativos, los servicios sociales y las ONG cuenten con recursos para asegurar que estos colectivos tengan acceso a la orientación, y que se coordinen entre sí "a través de mesas de empleo o equipos de coordinación permanentes", recomienda el técnico de orientación Antonio Prieto Clemente en su artículo La orientación laboral en los tiempos del COVID: situación, retos y propuestas de acción.
 

3. Potenciar la orientación virtual

 

La orientación virtual se ha disparado a raíz de la pandemia: antes que apareciera el COVID-19 el 60% de las actividades de orientación eran presenciales; sin embargo, en el confinamiento el 71,5% de los profesionales de la orientación académica y profesional ha tenido que utilizar plataformas online para organizar y digitalizar los contenidos de orientación, según el estudio La orientación académica y profesional en tiempos del COVID 19, de la Fundación Bertelsmann
 
"La digitalización ha adquirido mayor relevancia que la que tenía antes de la alarma sanitaria, y ello nos ha obligado a intentar acelerar procesos de aprendizaje de competencias digitales, y a transformar las intervenciones a formato online (grupales, tutorías, cápsulas); eso sí, manteniendo presencialidad para quien acuse brecha digital casi total o total", apunta en entrevista Desirée García, responsable del programa de Formación e Inserción Laboral en Cáritas Barcelona.
 
Actualmente, la mayoría de los profesionales de la orientación consultados consideran que la digitalización en la orientación ha llegado para quedarse y tendrá que robustecerse más, sobre todo si se quiere llegar a todas las personas y ofrecerla de forma continua y personalizada, ya sea a través de portales especializados, chats, correos electrónicos, videollamadas, etc.
 
Entre las buenas prácticas de orientación online que se han realizado durante la pandemia está la FiraCampusVirtual, organizada por Fira de Barcelona como alternativa en línea al Saló de l'Ensenyament y Futura; así como la web www.deporienta.com, de D'EP Institut, con recursos de orientación y sobre cómo elegir unos estudios.
 

4. Ofrecer una orientación más personalizada

 
En tiempos de crisis, la orientación académica y profesional tiene que ser más personalizada, señala en sus conclusiones el estudio de la Fundación Bertelsmann. Al respecto coincide la orientadora y psicóloga María del Pozo, quien apunta que "conocer las características de cada persona, sus gustos e intereses, así como sus habilidades, se convierte en algo imprescindible a la hora de proponer salidas profesionales".
 
Para lograr esa personalización de la orientación, el Big Data y la Inteligencia Artificial (IA) pueden ser de ayuda. Por ello, algunos de los orientadores y orientadoras que participan en este monográfico abogan por incorporar herramientas de IA y tecnológicas en los procesos de orientación.
 
En el nuevo repositorio de proyectos de orientación académica y profesional de Educaweb, que incluye 400 proyectos de orientación que se han presentado a los Premios Educaweb, se pueden encontrar algunos relacionados con la aplicación de las TIC y la IA en los procesos orientadores. 

5. Identificar las competencias que necesitan potenciar las personas y motivarlas a formarse

 
En la orientación en tiempos de COVID-19 resulta más relevante ayudar a las personas a identificar las competencias que necesitan desarrollar para afrontar este mercado laboral afectado por la pandemia.
 
Por ello, los orientadores han de promover los beneficios de formarse en los nuevos nichos de mercado con mayor potencial de empleo, como la economía verde o el sector tecnológico, o en competencias transversales, de gestión de la carrera y emprendedoras. "Hay que luchar para que los colectivos de baja cualificación puedan formarse y mejorar sus oportunidades en sectores que crecen", expresa Desirée García, de Cáritas.
 
En tiempos de coronavirus los profesionales de la orientación también tienen el reto de potenciar la FP, asegura por su parte el analista de la OCDE, Anthony Mann. "En una recesión, es más importante que nunca que el mayor número posible de jóvenes tenga la oportunidad de considerar seriamente los programas de Formación Profesional. Ya vimos en la gran crisis financiera de 2007-2008 que el empleo juvenil se mantenía en países con sistemas de Formación Profesional potentes como Alemania y Suiza".
 

6. Mejorar la formación de los profesionales de la orientación y sus herramientas de trabajo

 
Otro desafío de la orientación radica en quienes la practican: los profesionales de la orientación, que deben conocer a profundidad lo que acontece en el mundo educativo y laboral. Para ello se debe mejorar su formación inicial y capacitación continua, y dotarlos de recursos para realizar su labor.
 
"Es imprescindible que los orientadores y orientadoras estemos al día de las últimas novedades en nuestro sector. No podemos seguir orientando con instrumentos de hace 10 años, ni ofrecer como salidas profesionales ámbitos que tienden a desaparecer", apunta en su artículo para Educaweb María del Pozo, orientadora y directora académica de DEACLASS.
 
Por ello es clave crear redes y bases de datos que permitan a los profesionales de la orientación estar al día de las necesidades del mercado laboral y las nuevas profesiones. El Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop) ha lanzado recientemente la herramienta Skills-OVATE. Esta iniciativa ofrece información detallada sobre los trabajos y las habilidades que exigen los empleadores en los anuncios de empleo en línea. Presenta datos recopilados desde julio de 2018 hasta septiembre de 2020 en 28 países, y estará en continua actualización.
 

7. Ofrecer orientación y a la vez acompañamiento emocional

 
El acompañamiento socioemocional de las personas es otro reto clave de la orientación en el contexto actual, sobre todo para quienes están en búsqueda de empleo. Esta intervención resulta imprescindible para que los individuos puedan encarar una búsqueda activa de trabajo en las mejores condiciones emocionales.
 
"Hay que afrontar situaciones de ansiedad, depresión, desmotivación y falta de perspectiva de futuro, motivadas por la pandemia, especialmente por la pérdida de empleo y la situación de hundimiento del mercado de trabajo", explica José Antonio Naveros, director de la Asociación Arrabal AID, en su artículo para Educaweb.
 

8. Promover que las empresas se involucren en la orientación académica y profesional

La colaboración de las empresas en los procesos de orientación de las personas, sean jóvenes y/o adultas, resulta fundamental para que estas puedan conocer el mundo laboral y tomar decisiones informadas, y para que a su vez las compañías puedan hallar el talento que necesitan y que a veces no pueden encontrar. En tiempos de COVID-19, esta colaboración debe promoverse aún más desde la profesión orientadora.
 
"Hay que fomentar que participen y se involucren en todas las fases del proceso de orientación, con el fin de hacerlas copartícipes en la búsqueda de resultados exitosos para los jóvenes. Pues no solo hay que sensibilizarlas en la contratación, también hay que buscar la responsabilidad social empresarial", opina José Antonio Naveros, director de la Asociación Arrabal AID.
 
En el repositorio de proyectos de orientación de Educaweb se pueden encontrar ejemplos de empresas que han apostado por participar en la orientación de las personas. Los programas de orientación con voluntarios corporativos para jóvenes vulnerables de Z Zurich Foundation, Zurich Seguros España y la Fundación Junior Achievement, ganadores del Premio Educaweb 2020 en la categoría Empresas, son un ejemplo reciente.