En orientación profesional no vale el café para todos. Es necesario segmentar al público, para poder acompañar en la definición y ejecución de itinerarios personalizados. El hecho de que todos los profesionales atiendan indiferentemente de las casuísticas personales, sociales y familiares, no facilita la necesidad de dar respuestas específicas. Una mayor especialización de los profesionales podría permitir dar mayor cobertura a las personas demandantes de un servicio de orientación, independientemente de sus necesidades.
Por otra parte, ante la ausencia de un itinerario formativo claro, en el ámbito de la formación reglada para la ocupación de la orientación profesional, se hace necesario asegurar la competencia de los profesionales a través de criterios de selección que incluyan las habilidades y experiencia necesarias.
A su vez, uno de los principales retos en el marco de la orientación profesional es contribuir a la actualización de los profesionales de la orientación, a través de programas de capacitación. Un servicio cada día más especializado como es el de la orientación, precisa profesionales con conocimientos y competencias específicos y actualizados.
Acciones clave para orientar en tiempos de crisis
En cualquiera de los casos es clave mantenerse actualizado en la propia ocupación y contribuir a su enriquecimiento, incrementando las competencias y conocimientos. La actualización y adquisición de nuevas competencias facilita la transversalidad del profesional, pudiendo optar a un mayor número de puestos de trabajo o proyectos. Por otra parte, la rapidez con la que nacen, evolucionan y desaparecen las ocupaciones o sus contenidos, requiere desarrollar la competencia de aprender a aprender.
En este sentido, la formación profesional para el empleo tiene entre sus fines, favorecer la formación a lo largo de la vida de los trabajadores desempleados y ocupados, mejorando sus competencias profesionales y su desarrollo personal. La adquisición de competencias desde la formación, que posibiliten la flexibilidad profesional o funcional, y faciliten la movilidad dentro del propio campo ocupacional u otro diferente, es clave para incrementar el rango de empleabilidad de los profesionales.
En esta línea, también las políticas activas de empleo tienen un papel trascendental en las propias estrategias de orientación profesional, las iniciativas y los programas de empleo.
Por otro lado, la flexibilidad del subsistema de Formación Profesional reglada va a ser determinante a la hora ofrecer un catálogo formativo que dé una respuesta real a las necesidades de cualificación de los jóvenes y del cambiante mercado de trabajo.
"Incorporar un servicio de orientación multicanal, y de formación en habilidades para el empleo en formato e-learning, no limitándose la orientación a las acciones presenciales, dota de flexibilidad al proceso de acompañamiento".
Buenas prácticas de orientación durante la pandemia
- Orientación telemática
Durante la pandemia se ha realizado orientación telemática. Incorporar un servicio de orientación multicanal, y de formación en habilidades para el empleo en formato e-learning, no limitándose la orientación a las acciones presenciales, dota de flexibilidad al proceso de acompañamiento y facilita la adaptación a las personas orientadas y su disponibilidad.
- Potenciación de las competencias digitales
En los últimos meses la formación online en habilidades TIC ha experimentado un auge exponencial. La crisis sanitaria pone de relieve la necesidad apremiante de desarrollar un nivel de competencia digital suficiente, que posibilite la búsqueda de empleo multicanal. Fomentar la capacitación de los profesionales independientemente de su condición de trabajadores, es una manera de potenciar la empleabilidad de las personas en el medio y largo plazo.
- Desarrollo de habilidades personales en la búsqueda de empleo
Hoy en día dentro de la labor de acompañamiento de las personas en transición profesional, requiere un especial énfasis la definición de un itinerario muy adaptado a las características personales y posibilidades reales de la persona orientada.
A su vez, hay que trabajar sobre competencias clave del proceso de empleabilidad. Además de las habituales habilidades y conocimientos para buscar un trabajo (saber hacer un currículum, ser competente tecnológicamente, conocer el proceso de entrevista de trabajo, etc.), estarían las habilidades personales y emocionales que marcarán el éxito de cualquier transición profesional (saber hacer una entrevista, saber comunicarse en un contexto profesional, saber hacer contactos profesionales, saber gestionar las emociones, saber auto motivarse, etc.).
En el actual escenario laboral se hace necesario potenciar competencias de carácter personal, que contribuyan a la resiliencia y a la orientación al logro de las personas en transición profesional. Los itinerarios personalizados son una herramienta fundamental para despertar y motivar la inquietud por el aprendizaje, la capacidad de adaptación al cambio, y la automotivación en el proceso personal de búsqueda de empleo.
- Orientación para el emprendimiento y desarrollo de competencias emprendedoras
El desarrollo de habilidades para emprender un negocio es necesario en cualquier proyecto de autoempleo. A su vez, la competencia de intraemprendimiento, es una fortaleza muy valorable en un profesional que aspira a un trabajo por cuenta ajena.
Por ello, desde un servicio de orientación puede ser una función clave aprender a identificar la competencia emprendedora y capacitar para su desarrollo, a las personas en transición profesional y jóvenes en busca de su primer empleo.
En un contexto de crisis como el actual y desde un punto de vista estratégico, es necesario apostar por la promoción de la orientación profesional en el marco de las políticas activas de empleo.