Como indica su nombre, se trata de una propuesta para fomentar el autoconocimiento, conocer el entorno y facilitar el proceso de toma de decisiones entre el alumnado de 4º de la ESO. Para ello, utiliza la metodología de Aprendizaje-Servicio (ApS), que reta a los estudiantes a decidir qué hacer para recaudar fondos para un santuario animal situado en Santiago de Compostela.
El jurado ha destacado el fomento del compromiso social, el trabajo cooperativo y la toma de decisiones participada. Además, lo considera fácilmente replicable por otros departamentos de orientación de otros centros educativos.
¿Cómo se le ocurrió vincular la orientación académica y profesional con la recaudación de fondos para apoyar a un santuario animal?
Conocí el Aprendizaje- Servicio mientras investigaba para un trabajo del Máster, e investigando vi que se podían crear proyectos con esta metodología sobre cualquier ayuda que la comunidad tuviese. En mi caso personal, soy animalista y estoy muy concienciada con el maltrato animal, conociendo de primera mano un santuario cerca de mi casa que necesitaba recaudar fondos para cambiar de terreno. En la educación, hasta ahora, no se ha planteado la necesidad de enseñar a los jóvenes la importancia de la empatía hacia los animales (no solo perros y gatos, sino todo tipo de animales) y me pareció una buena oportunidad de unificar la orientación académica y profesional con el respeto hacia todos los seres vivos, enseñarles que debemos ser respetuosos con cualquier forma de vida.
¿Cree que la orientación académica y profesional está contribuyendo a la formación de una ciudadanía activa, responsable, participativa y comprometida? ¿Por qué?
Creo que no solo está contribuyendo a ello, sino que es uno de los pilares fundamentales de la educación y, por ende, de la orientación. El fin de la educación es formar ciudadanos y ciudadanas que sean capaces de pensar por sí mismos, de resolver sus problemas y tomar decisiones y de ser habitantes activos que participen en la comunidad. A pesar de todo esto, creo que aún queda mucho camino por recorrer y con metodologías como el ApS aportamos nuestro granito de arena para acercarnos, cada vez más, a ese objetivo.
"El fin de la educación es formar ciudadanos y ciudadanas que sean capaces de pensar por sí mismos, de resolver sus problemas y tomar decisiones y de ser habitantes activos que participen en la comunidad".
¿Cuáles son las principales ventajas de la metodología Aprendizaje-Servicio en el ámbito de la orientación?
Las ventajas están muy relacionadas con lo que decía en la pregunta anterior. El ApS ayuda a los estudiantes porque fomenta la democracia, el trabajo en equipo, los motiva a seguir aprendiendo porque son realmente los protagonistas del proyecto. Hay muchas formas de llevar a cabo un proyecto de ApS, dejando más libertad de acción a los estudiantes o menos, pero siempre serán ellos los que lo lleven a cabo. Todo esto lo tienen que hacer a través de un consenso, de ponerse de acuerdo, de trabajar realmente en equipo.
Por otro lado, con este tipo de proyectos de Aprendizaje-Servicio, los estudiantes se conocen a sí mismos, descubren sus capacidades y limitaciones, lo que se les da bien y lo que no y lo pondrán al servicio de sus compañeros y del proyecto. En la orientación académica y profesional es lo que buscamos, por eso es tan beneficioso el ApS en nuestro departamento.
¿Podría explicar las herramientas de evaluación que utilizaría para valorar la eficacia del proyecto y por qué?
Las herramientas de evaluación pueden variar de un proyecto a otro, pero creo que lo mejor para valorar la eficacia del proyecto siempre pasa por tener en cuenta la perspectiva de todos los participantes de este. Por ello, creo que una de las herramientas fundamentales es crear un grupo de discusión con unos cuantos participantes del proyecto (en mi caso los estudiantes, el tutor del grupo, miembros del santuario e, incluso, la familia) para poner en común las sensaciones, los aspectos a mejorar y los puntos fuertes y débiles de la iniciativa. Para que la información sea completa, se puede acudir al grupo de discusión con un cuestionario preparado ad hoc para evaluar este proyecto y, con esos datos, llevar a cabo la discusión para matizar lo que reflejan los cuestionarios, de modo que obtengamos una valoración cualitativa y cuantitativa.
¿Puede dar algún consejo para reducir la brecha entre teoría y práctica, escuela y comunidad?
Para reducir esta brecha, tanto escuela como comunidad debemos estar abiertos a nuevas experiencias. No debemos caer en la rutina de "dejar a los niños y niñas" en el colegio y enseñarles datos y ofrecerles conocimientos. Está demostrado que haciendo se aprende. Glasser nos mostró que aprendemos tan solo el 10% de lo que leemos, pero el 90% de lo que hacemos. Esa es una diferencia muy grande como para obviarla. Sabiendo esto, en mi opinión, llevar a cabo proyectos de ApS en los centros es una buena forma de acercar la comunidad a la escuela y la escuela a la comunidad.