Según se desprende de la investigación De puertas adentro y de pantallas afuera. Jóvenes en confinamiento, elaborado por investigadores del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, el 30,7% de las alumnas y el 26,6% de los alumnos de 15 a 29 años aseguran haber experimentado dificultades para continuar sus estudios durante el confinamiento debido a la falta de preparación del profesorado para impartir clases a distancia.
El estudio, que se ha dado a conocer recientemente, afirma también que el 90% de los estudiantes ha podido continuar sus clases de forma telemática durante el cierre los centros escolares a causa de la pandemia de COVID-19. No obstante, prácticamente la mitad (50,9%) ha tenido algunos problemas para continuar su educación de forma adecuada, y el 20,1% bastantes.
La investigación, en la que han participado 1.200 jóvenes de toda España, señala que quienes han experimentado más dificultades para continuar con sus estudios destacan problemas relacionados con la falta de formación del profesorado para educar a distancia (42,2% de las alumnas frente a 23,1% de los alumnos).
Este alumnado apunta también que el origen de sus problemas para continuar sus clases durante el confinamiento ha sido la falta de concentración que tenían en sus hogares (33,3% de las mujeres, frente al 30,5% de los hombres), el estado anímico (31,3% de ellas frente al 19,5% de ellos) y la atención por parte del profesorado (26,5% frente a 17,7%).
Por otra parte, el 46,8% del alumnado femenino consultado piensa que el confinamiento ha afectado negativamente a su rendimiento académico, frente al 42,7% del masculino. Aun así, un 41,2% de los y las alumnas afirman que han cumplido casi todos sus objetivos académicos e incluso un 28,2% que todos. Se aprecia, por tanto, que las mujeres han tenido más dificultades que los hombres para seguir sus clases durante el confinamiento
El alumnado se considera más apto en competencias digitales que sus docentes
El informe señala que los y las jóvenes tienen percepciones negativas respecto a las habilidades digitales de sus docentes, y que incluso consideran que cuentan con más competencias digitales que estos (55,8% piensa que es más hábil) y que sus progenitores (71,4%). "Por lo tanto, entre la población joven se percibe una importante brecha generacional con respecto al nivel de desempeño digital, que afecta principalmente a sus ascendientes y, en menor medida, a sus profesores", apunta el informe.
Además, más del 90% del alumnado consultado asegura que sus habilidades digitales las ha obtenido de manera autónoma, ya sea a través de tutoriales o webs especializadas en internet, o bien probando y aprendiendo de sus errores. A nivel sociodemográfico, son los hombres y las personas de clase alta y media alta quienes se consideran más competentes digitalmente.
El nivel socioeconómico influye en la posibilidad de seguir clases online
La clase social, el nivel de estudios y la posición ideológica son las variables que más determinan la brecha en la adaptación al sistema no presencial de enseñanza, según el informe. "Los y las jóvenes de clases sociales bajas tienden a enfrentarse a mayores dificultades que el resto, existe un claro déficit en las estrategias de alfabetización digital que experimentan", apunta el estudio.
En concreto, la investigación constata que los grupos con más dificultades de adaptación al entorno digital han sido quienes cursan enseñanzas secundarias post obligatorias, jóvenes de clase media-baja y baja y quienes tienen un perfil ideológico de izquierdas.
Formación docente para mejorar la enseñanza telemática
El informe apunta la necesidad de que el profesorado mejore sus competencias digitales para afrontar la educación durante la pandemia, cuando actualmente se imparten clases de Bachillerato y universitarias prácticamente en modalidad online.
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Ficha técnica
El estudio De puertas adentro y de pantallas afuera. Jóvenes en confinamiento ha sido elaborado durante el mes de mayo de 2020 a través de entrevistas a 1.200 jóvenes de 15 a 29 años de toda España, de los cuales el 49,8% eran hombres y el 49,7% mujeres. El 51,8% de los y las jóvenes participantes eran de clase socioeconómica media, el 26,9% media baja y baja, el 19,2% alta y media alta, y el 2,1% no ha contestado.
El objetivo de la investigación ha sido analizar las transformaciones que la crisis del coronavirus y el período de confinamiento han producido en las actitudes y formas de vida de los y las jóvenes, poniendo especial énfasis en las cuestiones que tienen que ver la convivencia en el hogar, la actividad laboral y educativa y las prácticas de ocio.